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Imagen del entorno portuario de Castro Urdiales el viernes por la tarde.
Cerco a las segundas residencias

Cerco a las segundas residencias

Cantabria ·

Los controles de las fuerzas de seguridad han contribuido a reducir los desplazamientos de vecinos de Vizcaya con viviendas en Cantabria

Abel Verano

Castro Urdiales

Sábado, 28 de marzo 2020, 07:42

Las fuerzas de seguridad del Estado no bajan la guardia. Dos semanas después de que se decretara el estado de alarma y con un descenso del tráfico de vehículos en Cantabria de un 62%, continúan los controles para evitar los desplazamientos que no sean estrictamente los permitidos por motivos laborales o para adquirir servicios de primera necesidad. Es decir, para impedir los destinados al ocio y a ocupar segundas residencias.

Este viernes, el sol que reinó durante todo el día y la buena temperatura probablemente animó a algún vecino de Vizcaya a coger su coche y desplazarse hasta su segunda vivienda. Pero, como ya ocurriera la semana pasada, tanto la Ertzaintza y las policías locales de Vizcaya, como la Guardia Civil y las policías locales en Cantabria, se encargaron de evitarlo. No había escapatoria posible. Aquellos vehículos procedentes de Vizcaya que se dirigían a Cantabria, por la tarde, se encontraron con un control a la altura de El Haya, en el límite con Castro. Allí quedaron retenidos durante casi una hora, muchos vecinos de Cantabria que trabajan en el País Vasco y decenas de transportistas que desde hace dos semanas son los que ocupan las autovías.

Pasado ese control, en la entrada principal de Castro (donde en el casco urbano solo se veían vecinos haciendo sus compras) había otro de la Guardia Civil, que durante toda la jornada llegó a poner al menos una treintena de multas en todos los controles que pusieron en marcha en la región. Siguiendo el trayecto por la autovía A-8 en dirección a Santander, en la entrada a Laredo, otro de los municipios donde más segundas residencias hay de la comarca oriental, también había presencia de la Benemérita, que tampoco descuidó otros puntos de las carreteras comarcales como Gibaja.

En Noja, informa Ana Cobo, no se han andado con rodeos y han optado por blindar todos los accesos al municipio salvo la entrada a la villa por la CA-147. Y en Bareyo, el alcalde José de la Hoz, explica que el Ayuntamiento no tiene posibilidades de cortar las carreteras de acceso porque no cuenta con Policía Local, pero ha instado a los vecinos a que «si detectan ocupación de viviendas por personas de otras comunidades o sitios, sobre todo en fines de semana, que llamen al Ayuntamiento para que la Guardia Civil actúe».

Por su parte, el regidor de Arnuero, José Manuel Igual, dice que han tenido «problemas puntuales» con personas que se han desplazado a sus segundas residencias. «Me han llamado vecinos alertando de incumplimientos de la cuarentena sobre todo los fines de semana al encontrar familias paseando, otros saliendo a correr por los acantilados o sacando el perro en grupos».

243 sanciones el jueves

La Guardia Civil, la Policía Nacional y las policías locales, que levantaron el jueves 243 actas de sanción y detuvieron a cinco personas, anunciaron ayer que intensificarán su presencia y aumentarán los puntos de control en la región lo largo de este fin de semana.

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