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Un trabajador descarga el camión de comida. Roberto Ruiz

«Si cierran bares, nos hundimos todos»

En cadena ·

Las restricciones a la hostelería afectan a las empresas de distribución que están también en una situación delicada porque ven como caen las ventas y ya prevén perder la Navidad

Laura Fonquernie

Santander

Sábado, 21 de noviembre 2020, 06:37

Cada vez que un bar o un restaurante baja la persiana, no sólo sale afectado ese negocio. Detrás de la hostelería hay una cadena de sectores que se encargan de vender los productos y llenar las neveras de los establecimientos. Entre ellos están los distribuidores. «Hostelería y nosotros vamos de la mano, somos uno», explica Borja Peredo, de Argumosa-Benorsa. El «80%» del negocio de esta empresa es, precisamente, la hostelería. Por eso las restricciones impuestas al sector «nos afectan directamente», añade. Y se sumaron a la multitudinaria movilización en coche que la semana pasada llenó las calles de la capital cántabra. Con tanta restricción la consecuencia es clara: «Cierra un bar y nosotros no vendemos». Porque, junto con bares y restaurantes, los distribuidores forman algo así como «una cadena» y si caen unos, «nos hundimos todos», subraya Peredo.

«El 80% del trabajo es con este sector y la Navidad será catastrófica. Creemos que pasados los primeros seis meses de 2021, habrá una buena recuperación»

Ángel Gutiérrez | Bodegas Igarmi

Aunque han conseguido salvar el verano, al menos pasarlo mejor de lo esperado, la campaña de Navidad «es importante en cifras» por eventos como los cotillones y la previsión es que las restricciones también empañarán estas celebraciones. Al menos de momento, el negocio de las cestas de Navidad no ha caído tanto y les permite facturar. Eso en cuanto a lo que queda del año porque intentar adivinar cómo arrancará el 2021 es casi imposible. «El primer trimestre lo damos como igual. Y a partir de ahí no lo sabemos», reconoce el empresario. La esperanza repuntará conforme avance la vacuna y la situación sanitaria mejore. Con un poco de suerte esperan que el verano que viene «vaya mejor y que se pueda repuntar a partir de septiembre». Pero cualquier plan o previsión está siempre cogido con pinzas.

Un repartidor por las calles de Santander lleva un carro con cajas de botellas para distribuirlas a bares y restaurantes

«La hostelería es el 80% de nuestro negocio, vamos de la mano. Las medidas nos afectan de forma directa. Si cierra un bar, nosotros no vendemos. Somos uno»

Borja Peredo | Argumosa-Benorsa

Tener una parte del negocio en el reparto a la hostelería y otra en tiendas de alimentación como los supermercados, ha podido ayudar a algunas empresas a salvar los muebles. «Nos afectan mucho las restricciones porque un 30% de la facturación la hacemos en alimentación. Y el 70% en hostelería», comenta Ángel Polo, gerente de Exclusivas Apolo, distribuidores de alimentación y bebidas en Cantabria. Vender productos a supermercados, carnicerías, charcuterías... «nos ayuda a aguantar, a paliar el golpe», dice. A pesar de ello y de que el verano les ha ido bien, los números no son optimistas porque las Navidades suponen para ellos, aproximadamente, el «30%» de la facturación del año y para la empresa son «clave». Por meses, «en noviembre y diciembre se vende más de todo» a lo que hay que sumar productos extra como los turrones. Semana Santa es en torno al 13% y julio y agosto un 28%. Es decir, en seis meses hacen «más del 65% de la facturación del año». Y en este 2020 apenas han podido salvar el verano.

Una camioneta de reparto aparcado en las calles de Santander.

«La situación preocupa si no tengo clientes y además la gente consume menos. Sólo nos ayuda a paliar un poco el golpe el vender a tiendas de alimentación»

Ángel Polo | Exclusivas Apolo

Tener la hostelería abierta ya es un punto a favor y no afecta a tanto como el confinamiento de marzo, pero las ventas no dejan de resentirse. «Nos afecta al 35% y tenemos una parte de la plantilla en ERTE total», reconoce Ángel Gutiérrez de Bodegas Igarmi. El 80% del trabajo de su empresa es con la hostelería y ahora las ventas están «bajo mínimos», de la mano del consumo. ¿Previsiones? La Navidad será «catastrófica», anticipa. También serán muy flojos los primeros meses de 2021. Y a partir de ahí todo dependerá de si hay indicios de una vacuna y de que bajen los contagios. La estimación que maneja el empresario es que «pasado el primer trimestre, el resto del año -si no aumentan los contagios- creemos que habrá una muy buena recuperación». Esperan un «repunte». Pero de momento hay que «aguantar», sentencia.

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