Las cifras de turismo de agosto permiten salvar un verano «inestable»
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Las altas temperaturas de este mes han ayudado a compensar la bajada de visitantes experimentada en julio por las lluviasÁNGELA CASADO
Santander
Viernes, 31 de agosto 2018, 07:21
Las cambiantes temperaturas que se están sucediendo durante este verano no han dejado de dar sorpresas. Mientras los días de julio transcurrían sin que las nubes dejasen espacio al sol, agosto llegó con una ola de calor asfixiante. Una vez finalizada la primera semana ... del mes, el tiempo se moderó y dejó paso a unos valores agradables y a un cielo despejado que ha invitado a pisar la playa la mayor parte de las jornadas. El sector del turismo y de la hostelería fueron los grandes perjudicados a inicios de la temporada estival, que parecía insalvable en su ecuador. «Por muy bien que se comporte agosto, es prácticamente imposible alcanzar las cifras del año pasado», se lamentaba el presidente de la Asociación de Hosteleros, Ángel Cuevas.
Todavía no hay cifras exactas de este mes, pero las sensaciones son inmejorables. «Ha habido muchísimas reservas y turistas, y los números se van a mantener este primer fin de semana de septiembre», asegura. El 15 de agosto es el punto álgido del turismo y, a partir de ese momento, la dinámica habitual es que los visitantes comiencen a disminuir. Para alegría -y sorpresa- de los hosteleros, no es lo que ha ocurrido este año. En la segunda quincena, es la meteorología la principal determinante de la ocupación del resto del verano. Y en 2018 está siendo «perfecto».
Además, ha coincidido que los valores más altos del termómetro han caído en los fines de semana, lo que ha aumentado las reservas de última hora. «Ha sido un mes redondo» que se alargará hasta el inicio del curso escolar. O más. «No todo el mundo viaja con niños y mucha gente elige septiembre para viajar por múltiples razones: Los precios son más bajos y las buenas temperaturas se mantienen».
Aunque sí es cierto que la ocupación comienza a descender respecto al mes de agosto, los viajes de ocio no son los únicos que se desarrollan estos días, es el que continúa el ajetreo de visitantes. «Se mezclan los viajes de placer con los congresos de trabajo», apunta el director del Hotel Santemar, Francisco Agudo. En los hoteles céntricos, el final de las vacaciones y el inicio de la temporada baja suele salvarse en términos de ocupación gracias a las reuniones laborales, ya que los empresarios tienden a concentrarse en este tipo de espacios para organizar las actividades de los últimos meses del año.
Ángel Cuevas | Hosteleros de Cantabria
Aunque las sensaciones de Agudo son buenas, estas fechas son impredecibles. Los clientes son conscientes de que ya no existe tanta demanda y, por ello, no van a tener problemas para adquirir habitaciones si hacen las reservas a última hora. «De cara al fin de semana, las cifras de ocupación pueden subir drásticamente del martes al propio viernes», afirma. Aunque ya no llegan al lleno, la previsión para este mes es buena. «Si la temperatura acompaña, nos ayuda mucho».
El turismo extrahotelero comienza a resentirse en septiembre, aunque este primer fin de semana aguanta con la fuerza de agosto. «Los bungalows van a rozar el lleno», garantiza el presidente de la Asociación de Camping de Cantabria, Pablo Alonso. Son los alojamientos con más éxito entre los clientes y se espera una ocupación alta hasta la mitad del mes. Los espacios para tiendas de campaña sí notan una bajada mayor. «Estarán en torno al 50%». Es lo habitual en estas fechas. El turismo nacional se rige mucho por el curso escolar y, a partir de la segunda semana de septiembre, comienza su descenso. Su marcha coincide con la llegada de extranjeros. «Normalmente jubilados que han cuidado de sus nietos durante julio y agosto y ahora hacen el relevo con los padres», bromea Alonso. Suelen elegir este mes y junio para sus desplazamientos que, en muchas ocasiones, realizan en autocaravana.
Jesús Blanco | Turismo Rural
Los dos primeros días del mes «tienen buena pinta» porque los turistas tienen la sensación de que es «el último fin de semana de agosto». Las casas rurales siguen la misma línea. Esta última semana las cifras rondan el 50% de ocupación, aunque durante el fin de semana superarán el 65%. «Es un fin de semana de transición» entre las altas ocupaciones de agosto y las más moderadas de la temporada baja, declara el presidente de Turismo Rural, Jesús Blanco.
Que agosto ha superado todas las expectativas es un hecho en el que coinciden todos los empresarios dedicados al turismo. José Carlos Campos, director de los Paradores de Limpias y Santillana del Mar, añade que «2017 parecía inmejorable, pero las cifras de este año son prácticamente idénticas». De hecho, la última semana se está comportando incluso mejor que durante ese «año idílico». Para el fin de semana, la ocupación de sus habitaciones va a mantenerse muy cerca del 100%. Septiembre lleva varios años siendo un periodo de tiempo fundamental para el turismo. Sus cifras son similares a las de julio. Al igual que en el sector del camping, los turistas nacionales comienzan a disminuir pero se aprecia un despunte de europeos. «Viajan mucho por esta zona al inicio y al final de la época estival, puede ser porque la meteorología no es muy extrema».
José Carlos Campos | Paradores
A estas alturas, el tiempo es el factor que determina las cifras del turismo. «Cuanto más avanza el mes, más decisivo es», afirma Campos. Y la previsión de la Aemet no puede ser más positiva para los próximos días. Ángel Cuevas compara el 15 de agosto con «el pico del Everest» y, a partir de ahí, comienza la bajada al «campamento base». Este año, la bajada está siendo mucho más lenta y la ocupación ha sido alta y estable hasta el último día. «Además de igualar el agosto anterior, que fue buenísimo, ha permitido compensar los malos números de julio». Algo inesperado teniendo en cuenta que el verano comenzó con las perores cifras de los últimos años.
Las predicciones meteorológicas han traído verdaderos quebraderos de cabeza al sector. El pronóstico de la Aemet aseguró lluvias para días en los que lució un sol de justicia. En muchos otros -demasiados-, sí se hizo realidad. Especialmente en julio, mes en el que hubo precipitaciones durante 27 largas jornadas. Parecía insalvable, especialmente si se pretendía superar al 2017, el año con las mejores cifras de ocupación de los últimos años. Ahora, dejando atrás agosto, los hosteleros se muestran asombrados. No sólo se ha alcanzado la ocupación de ese año redondo, sino que las últimas semanas han sido mejores. «Gracias al tiempo», se empeñan en recalcar. Agosto ha pasado sin que las nubes -salvo algunas excepciones- perturben el azul del cielo. Además, los días más idóneos para disfrutar de la playa se han alineado con los sábados y domingos. Como si la meteorología quisiera compensar un mes con el otro. Queda por delante septiembre, que empieza con buen pie y con la previsión de, por lo menos, un par de semanas buenas para el turismo y su ocupación.
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