La reunión que este jueves mantuvieron las comunidades autónomas con el Gobierno de España sirvió para reafirmar que la inmediata vuelta a las aulas será presencial y bajo las normas de prevención del covid. Las autonomías asumieron 29 medidas y cinco recomendaciones para ... marcar el paso de sus centros educativos a partir de septiembre. Cantabria, reveló la consejera Marina Lombó, salió del encuentro con respaldo al protocolo organizativo que presentó hace un mes. «El acuerdo fija unos mínimos que, en su amplísima mayoría, estaban ya contempladas en el protocolo de Cantabria de una manera más concreta», defendió Lombó.
¿Cuáles? El uso obligatorio de mascarilla a partir de 1º de Primaria, que en la comunidad se recomienda además entre el alumnado de 3 a 6 años; la creación de 'grupos burbuja' -grupos de convivencia estable que no se relacionan con el resto- en las etapas iniciales, o el hecho de que la convivencia escolar transcurra a metro y medio de distancia entre compañeros, entre profesores, entre cualquier miembro del centro. Estas medidas forman parte del documento 'Actuaciones Coordinadas en Salud Pública frente al covid-19 para centros educativos', que las comunidades han asumido como guía de referencia para el curso 2020-21, un curso inédito. Son medidas que también instan a la higiene de manos y a la ventilación frecuentes -al menos, esta última, durante 10-15 minutos al inicio y al final de la jornada, durante el recreo, y siempre que sea posible entre clases-; a mantener abierto el servicio de comedor, donde se asignarán puestos fijos a los alumnos, o a priorizar en la medida de lo posible el uso de espacios al aire libre.
DIEZ MEDIDAS PARA LA VUELTA A CLASE EN CANTABRIA
Presencial.
La meta sigue siendo una regreso presencial. De no ser así, Cantabria lo priorizará en Infantil y Primaria, 1º y 2º de ESO, 2º de Bachillerato...
Distancia de seguridad.
La vida en los centros transcurrirá a 1,5 metros del compañero.
Mascarilla.
Es obligatoria a partir de los 6 años, esto es, a partir de Primaria. Cantabria, además, la recomienda entre los tres y los seis.
'Grupos burbuja'.
Son grupos de convivencia estable, cerrados al contacto con otros grupos, por lo que pueden funcionar sin mantener la distancia de seguridad. Se establecerán en las etapas de Infantil y Primaria. Cantabria, además, abre la puerta a que se creen en los dos primeros cursos de la ESO.
Higiene y limpieza.
La higiene de manos durante las jornadas lectiva será crucial, «frecuente y meticulosa, al menos cinco veces al día». La limpieza de los centros se intensificará en general, y en los baños, en particular.
Coordinador covid.
Todos los centros educativos asignarán un coordinador, que será el enlace directo en el colegio o el instituto y la Administración.
Comedor.
El servicio de comedor habrá de funcionar durante todo el curso escolar. Cada alumno tendrá asignado un lugar concreto durante el curso.
Positivos.
Cantabria recoge en su protocolo cómo actuar ante la aparición de síntomas en el centro (aislamiento, aviso a las autoridades sanitarias, etc.). Ayer se acordó, además, que sólo se cerrarán los centros en caso de que un positivo derive en transmisión comunitaria «no controlada».
Citas deportivas.
Los actos deportivos o celebraciones que tengan lugar en los centros se realizarán sin público .
Declaración responsable.
Las familias tendrán que presentarla para señalar que su hijo no está enfermo. Es polémica.
Todas ellas componen uno de los documentos que se trabajó este jueves en la Conferencia Multisectorial presidida por los ministros de Sanidad, Educación y Política Territorial, Salvador Illa, Isabel Celaá y Carolina Darias, respectivamente, y en la que Cantabria estuvo representada por Lombó y por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.
La cita de este jueves, tardía para algunos, importante para todos, sirvió además para despejar alguna de las dudas que todavía martillean en calles y despachos. Se resolvió la que tiene que ver con el cierre de aulas o centros en caso de confirmarse un positivo. Cantabria asume lo señalado en la reunión, es decir, que el cierre temporal de un colegio o instituto únicamente se valorará ante supuestos de «transmisión no controlada», no, por ejemplo, ante casos aislados y cuya trazabilidad esté bien definida.
Por tanto, explican desde la Consejería que «el positivo en un aula de convivencia estable conllevará el establecimiento de un periodo de cuarentena y la realización de pruebas PCR para toda la clase». En este sentido, se considerarán contactos estrechos del positivo a los alumnos -también de otras aulas- que hayan compartido espacio a menos de dos metros.
«Sabemos que habrá positivos en los centros, porque los hay en todos los ámbitos, pero la intención es coordinar una respuesta ágil, que permita cierres puntuales y concretos de aulas y tratar de evitar el cierre de centros», valoró Lombó al término de la reunión. La consejera añadió: «Mantener los centros abiertos con las debidas condiciones de seguridad es una prioridad para el Gobierno de Cantabria».
El cierre de colegios o institutos, en cualquier caso, será excepcional. Si una autonomía se decide a ello, tendrá que comunicárselo antes al Ministerio de Sanidad y, entre otros, esta medida tendrá que presentarse acompañada de otras que reduzcan las consecuencias negativas del cierre en las familias, en la comunidad. «Los centros educativos se mantendrán abiertos durante todo el curso escolar asegurando los servicios de comedor, así como apoyo lectivo a menores con necesidades especiales o pertenecientes a familias socialmente vulnerables, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, en base a las indicaciones de las autoridades sanitarias», incidió el Gobierno central.
Estas medidas están recogidas en la 'Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos', vista este jueves en el seno de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, otra de las patas del encuentro.
La consejera Lombó acudió al encuentro en busca de respuestas, de marcos de acción común. El relativo al cierre del aulas o colegios salió adelante, no así el que daría respuesta a las familias que, a pesar de que sus hijos están en edad obligatoria de escolarización -en España, de los 6 a los 16 años-, no quieren enviarles a un centro en septiembre.
Si bien Cantabria ha decidido que en Infantil (etapa no obligatoria) se guarde la plaza a los alumnos 'ausentes' sin más consecuencias, en los siguientes tramos educativos no tiene potestad para intervenir, ha señalado Lombó.
¿Qué hacer, qué respuestas darles a familias que tienen dudas o que rechazan el regreso a clase, que reclaman educación a distancia? Más allá del supuesto de absentismo que entraña esta situación, habrá que esperar para tener una respuesta común y ajustada a las circunstancias covid.
El Ministerio ha encargado un informe para analizar el absentismo escolar, informó este jueves la ministra Isabel Celaá. «Hemos encargado un informe jurídico que será puesto a disposición de las comunidades autónomas en una próxima reunión con ellas», anunció. Su departamento esperará al resultado del documento ante de tomar medidas. «El Ministerio no va a hablar todavía de medidas coercitivas, estamos seguros de que las familias van a ser responsables», expresó Celaá, pero al mismo tiempo, incidió: «Hay que ir a clase».
Cortar la transmisión
Celaá insistió en que las aulas son espacios, si no totalmente seguros, sí de los que más garantías 'anticontagio' ofrecen: «Obviamente no existe el riesgo cero en ningún ámbito social, pero la escuela, tal y como se está preparando, es mucho más segura que otros ámbitos de socialización».
El consejero Miguel Rodríguez también incidió este jueves en esta idea: da por seguro que habrá positivos en la comunidad educativa, por lo que «lo importante es frenar las cadenas de transmisión», evitar que los brotes se descontrolen. Apeló el consejero a la evidencia científica para asegurar que los centros educativos no son focos de especial transmisión, sino que reflejan lo que sucede en el resto de la sociedad. Alentó por tanto la vuelta la escuela: «Hemos de aprender a vivir con este virus, y los centros educativos son un elemento esencial para la educación, la cohesión social, el bienestar y la salud tanto física como mental de la infancia y la adolescencia que deben permanecer abiertos».
Frenar la transmisión exigirá que los centros, la Consejería y Salud Pública se coordinen. El protocolo cántabro ya recoge que será necesario crear la figurar del coordinador covid en colegios e institutos a modo de enlace con la Administración, pero también se ha activado un grupo de trabajo, con personal de Educación y de Sanidad, para lidiar con la crisis sanitaria en los centros. «Está plenamente operativo», aseguró Lombó, «y coordinará cada paso».
Declaración responsable
Cantabria volvió este jueves a celebrar la apuesta por la educación presencial. Si no pudiera ser generalizada, el orden de prioridades sería: Infantil y Primaria; 1º y 2º de ESO; 2º de Bachillerato (son alumnos que, mayoritariamente, concurren a la EBAU); segundos cursos de FP, etc.
Una de las medidas para acotar el contagio defendidas en el protocolo pasa por la presentación, a manos de las familias, de una declaración responsable que avale, tras la toma de temperatura, que sus hijos no están enfermos. Es una medida, en cualquier caso, polémica. El ministro Salvador Illa se molestó ayer ante un eventual comportamiento erróneo de las familias en este sentido, si bien, en el encuentro no se habló de medidas de conciliación: «¿A quién se le puede ocurrir llevar a un niño sabiendo que no reúne condiciones para ir a un centro educativo cuando hay una serie de medidas que permiten tomar las decisiones más adecuadas?», comentó tras la reunión.
Sin solución para los padres que cuiden a sus hijos en cuarentena
El Gobierno central aún no sabe cómo ayudará a los padres que dejen su trabajo para cuidar a hijos en cuarentena. La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, planteó el miércoles un permiso retribuido o una baja, pero ayer afirmó que está trabajando en fórmulas alternativas con otros ministerios, después de que la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, se limitara a decir que prorrogará el programa 'Mecuida', que faculta al trabajador para adaptar su jornada laboral o por otro lado a reducirla hasta el cien por cien para así dedicarse al cuidado de familiares en cuarentena.
De este modo, en el documento acordado ayer en el seno de la conferencia entre consejeros y ministros –que contempla 29 medidas y cinco recomendaciones sanitarias– no se ha quedado ningún punto recogido sobre conciliación laboral. «En relación a la conciliación, este documento que hemos acordado no recoge el tema de conciliación, pero pueden tener la plena seguridad de que este Gobierno siempre está, ha estado y estará preocupado por dar una respuesta a las familias acorde a las necesidades», comentó la ministra Celáa al término de la reunión.
La conciliación, indicó, es un asunto que depende tanto del Ministerio de Sanidad, como del de Educación, al igual que del Ministerio de Trabajo y Economía Social y en de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. «Todos estos ministerios pensaremos las respuestas acordes a las necesidades de las familias», señaló la ministra.
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