Debajo de Cantur se halla fuego latente. Rugen las entrañas de la principal empresa pública, con más de 400 trabajadores, y que gestiona los principales atractivos turísticos de la región. El comité de empresa ha levantado el hacha de guerra contra el director, Javier ... Carrión, al que acusa de hacer una «persecución personal a los trabajadores», de «atemorizar» a la plantilla por la «actitud arbitraria, discriminatoria, irrespetuosa y prepotente» y pide al consejo de administración, el máximo órgano de control, que tome cartas en el asunto ante la amenaza de promover movilizaciones o las medidas que estimen oportunas.
En un demoledor escrito remitido al consejo de administración, un órgano confeccionado en su mayoría por políticos, los trabajadores explican que «la gota que ha colmado el vaso es la situación que nos encontramos, una plantilla atemorizada por un director que se ha ganado a pulso desde su llegada (con su actitud, sus acciones y sus decisiones) la repulsa generalizada de la gran mayoría de la masa social». «No somos ni esclavos de un faraón, ni siervos de un señor, ni criados bajo un amo», critican en una misiva de los representantes sindicales de CSIF, USO, SIEP y UGT, entre los que se encuentra el sobrino del vicesecretario general del PRC y exresponsable de Cantur, Francisco Javier López Marcano. Una cuestión que no es baladí por el predicamento que el regionalista tiene dentro de la empresa pública y dado que el PRC nombró a Carrión.
«No somos ni esclavos de un faraón, ni siervos de un señor, ni criados bajo un amo. Nos atemoriza»
Comité de Empresa de Cantur
A preguntas de este periódico, el director considera que son las críticas de unos pocos representantes de los trabajadores, que no han querido asumir que pusiese coto a un «reino de taifas». «Me encontré un Cantur en el que no había orden ni control, en el que hubo hasta tres directores generales en la pasada legislatura», explica Carrión, quien achaca el comunicado a una 'vendetta' por expedientar con tres meses de empleo al expresidente del comité de empresa, Alberto Terán, «el mismo que firmó un ERE para echar a más de 45 trabajadores a la calle», porque hacía «caso omiso a las peticiones que se le hacían desde la dirección».
Aunque defiende que «la mayoría de los trabajadores son buenísimos profesionales», cree que «no ha gustado que haya puesto orden, actuando con criterios profesionales» y les acusa de intentar hacer una «campaña de desprestigio en los medios a las puertas de las elecciones sindicales», lo que ve «sospechoso». Además insiste en que le acusan de cumplir una sentencia judicial que obligaba a varios empleados a devolver cuantías cobradas indebidamente y recalca que, a pesar de eso, no han perdido «poder adquisitivo» porque se ha firmado un acuerdo con ellos.
«Todo ha empezado por abrir un expediente al expresidente del comité de empresa»
Javier carrión, director de Cantur
El comité dibuja en la carta, que se registró el 18 de enero, una situación «tan delicada» debido a las últimas actuaciones y al «hartazgo de la plantilla», que pide llevar a cabo actuaciones contundentes como movilizaciones, paros y denuncias en los medios de comunicación, con el fin de frenar «las arbitrariedades» que reciben desde hace tres años, «los abusos de poder», «las faltas de respeto» y la «persecución» de varios trabajadores. Asimismo quieren recordar al consejero de Turismo, Francisco Martín, y, en última instancia, al presidente, Miguel Ángel Revilla, que «deberían haber procedido a erradicar las prácticas abusivas y arbitrarias instaladas en la empresa desde la llegada de la actual dirección».
Los trabajadores, sin citarle expresamente, apuntan directamente a la cabeza de Carrión, recalcan que todas las acusaciones «son demostrables» y alertan a los miembros del consejo de administración de Cantur de las «graves consecuencias que pueden devenir por el desconcierto, la desilusión y el hartazgo que ha provocado a los trabajadores». Así reprochan su «incapacidad en la gestión del personal», ya que «por primera vez en la historia ha sido incapaz de negociarse el convenio colectivo», al que denuncian que ha dedicado dos reuniones.
Los únicos integrantes del comité de empresa que no han firmado son los de Comisiones Obreras. Sus representantes respetan la decisión de sus compañeros, niegan rotundamente que «exista tal persecución ni temor» y recalcan que no rubricaron este documento porque no incluye «ninguna reivindicación salarial».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.