Los compañeros arropan a la familia de Mario Fuentes, el universitario asesinado en León

«Estamos aquí para rechazar la violencia y tener un momento de recuerdo a Mario, un estudiante que nos deja, y es algo que no podemos sobrellevar», dijo el decano de la Facultad, Juan García, antes del minuto de silencio en memoria del joven y antes de que los estudiantes se fundieran en largos y emocionados abrazos con sus padres.

El vicerrector de profesorado de la Universidad de León, Miguel Ángel Tesouro, que participó en la concentración, se mostró «sorprendido y angustiado» en nombre de toda la comunidad universitaria «por lo ocurrido en el campus y por el fallecimiento del estudiante de Educación Física». En nombre la Universidad de León, Tesouro se sumó al pésame a «familiares, amigos, compañeros y profesores del estudiante».

A kilómetros de distancia, en Colindres, quienes habían compartido clase con Mario el pasado año en el instituto Valentín Turienzo también recordaron a su compañero. Pasadas las doce del mediodía, con los ojos vidriosos, decenas de estudiantes salieron al patio del centro para rendir homenaje a su amigo. Fue un acto sobrio, en el que se leyeron tres poemas. 'Ausencia', de Jorge Luis Borges;'Elegía', de Miguel Hernández, y el momento más emocionante llegó con la lectura de 'Canción de cuna para dormir a un preso', de José Hierro, al que cambiaron el título por el de 'Canción de cuna para dormir a un amigo'.

«Ha sido muy emotivo y creo que nos hacía falta para sentirnos unidos frente a la pérdida de Mario», resumió el director del centro, Gerardo Carbajo. Los jóvenes hincharon globos de tres colores, dorado, oscuro y blanco, y los colgaron de las verjas del patio. Uno por cada alumno. «Es nuestra forma de simbolizar que estamos todos», dijo un excompañero de Mario.

Este lunes no hubo clase en muchos de los cursos. «Prefiero salir con ellos a dar un paseo por las marismas de Santoña», resumió un profesor, consciente de que, con el corazón encogido y lágrimas en los ojos, ninguno de los jóvenes estaba en condiciones de atender a ninguna clase. En el interior del centro, prudencia y silencio, tan hondos que se hicieron incómodos. «Es algo sobrecogedor lo que se siente hoy en el instituto», resumió el director.

El Ayuntamiento de Colindres decretó este lues luto oficial durará tres días y convocó una concentración frente al Consistorio, que tendrá lugar este martes, a las doce del mediodía. «Lo único que podemos hacer es arropar a la familia y respetar su intimidad. Estamos consternados con esta mezcla de dolor y rabia ante una situación inexplicable como es que un niño de 19 años fallezca en un episodio tan trágico», recalcó Javier Incera, alcalde de Colindres. El funeral será mañana, miércoles, a las 17.00 horas, en la iglesia El Carmen de Colindres.

La conmoción aumentó en la Universidad de León al conocer que el asesino de Mario cursa 3º de Derecho. Se trata de Jorge C., de 21 años, que mantiene abiertas causas judiciales por otros incidentes recientes. El agresor fue detenido el domingo en torno a las dos de la tarde. Su arresto duró horas, porque tras pertrecharse en su casa del barrio Eras de Renueva, contactó con un abogado. Los agentes trataron de acceder a su piso, pero no les abrió la puerta. Cuando llegó el letrado, los uniformados le impidieron el paso. Según la investigación, Jorge C. asestó un puñalada mortal a Mario con una navaja de 17 centímetros de longitud en torno a las 3.50 horas, en la calle Encinar, en la zona de la Universidad. En la declaración que prestó a los agentes que practicaron su detención, aseguró que «antes de todo, él me agredió en la zona de los merenderos». Añadió que recibió «un puñetazo» en la cara por parte de Mario Fuentes y, tras eso, «les seguimos hasta la zona del Lidl». Pero la Policía otorga poca credibilidad a sus palabras. De hecho, los propios compañeros de clase lo tienen claro: «Apuntaba maneras». «Nadie sale de fiesta con una navaja. Si lo haces es porque no te importa liarla», remarcaron.

Jorge C. pasó este lunes a disposición judicial, aunque aún no ha prestado declaración ante el juez, que ha decretado el secreto de sumario.