La contrapartida de los eólicos

Biocantaber, la filial cántabra de Iberdrola, decidió en junio del año pasado comenzar a gastar parte del presupuesto comprometido para proyectos sociales antes de comenzar la instalación en los montes anexos de los 25 aerogeneradores aprobados definitivamente en el proyecto. Asegura que invertirá anualmente «más de 300.000 euros».

No es la única iniciativa que ya está en marcha. La acogida de estas megaestructuras no ha sido la que hubieran deseado los inversores. Por ello, idearon un plan para compensar a los vecinos. Biocantaber ha contratado a la empresa Crecimiento Rural Sostenible para que se encargue de canalizar el dinero y las necesidades de cada uno de los cuatro municipios. Campoo de Yuso ha sido el pionero. El año pasado comenzaron las clases de inglés gratuitas. Una hora, un día la semana. Este se ha ampliado a dos días y dos horas en total. También hay una clase de apoyo para los escolares que cursan Primaria, una de las necesidades reclamadas por los vecinos. Las plataformas antieólicos, que desde un principio se posicionaron totalmente en contra de estas instalaciones, critican que estas partidas son «migajas» en comparación con los beneficios que generarán los molinos. «Biocantaber es la primera empresa que invierte en Cantabria sin que ni siquiera se haya movido una piedra en el monte. Cualquiera puede venir a las clases, se puede estar en contra del parque y mandar a los niños. No es incompatible, ni se tiene en cuenta», explica Patricia Argos, coordinadora de Proyectos de la empresa Crecimiento Rural Sostenible.

Son casi las seis de la tarde y los niños de Primaria salen para que Olga pueda dar inglés a los de Infantil. Fuera se ha formado un corrillo de madres y abuelas. «Lo que sucede es que los que están en contra de los molinos hacen más ruido. Se les oye más», relata Mar, madre de Sonia de 5 años que acude a las clases. «La gente que está a favor, lo está y punto. Ya es hora de que alguien se acuerde de los que vivimos en los pueblos», añade Vanesa, madre de Elisa e Inés, de 8 y 4 años respectivamente. «Las mías vienen encantadas. Se lo pasan genial, aprenden mucho», recalca Pili, abuela de Claudia y Candela.

Las clases de inglés y de apoyo no son la única ventaja de la que disfrutará Campoo de Yuso. Además del pago de las licencias de obras y el canon municipal que ingresará el consistorio por la ocupación de los montes vecinales, la promotora se ha comprometido a una serie de acciones gratuitas durante toda la vida útil del parque. La intención es que se pongan en marchan una vez que los molinos comiencen a girar, pero algunas ya están en fase de estudio.

La más llamativa es el descuento en la factura de la luz. «Hemos realizado una campaña para difundir el tema de la electricidad. Hemos contactado, sobre todo, con establecimientos de hostelería y restauración para informarles de que cuando el parque entre en funcionamiento tendrán acceso, si así lo quieren, a una tarifa especial. Es para todos los puntos de suministro del municipio: la tarifa 2.0 y 3.0 que implica una reducción considerable en el precio de la energía», relata Argos. En su fichero lleva anotada la rebaja media. Los vecinos pagarán 0,086 el kilovatio/hora. En Molledo, otros de los municipios afectados, han calculado que la rebaja en la factura podría ser «de hasta el 60%», según explica su alcaldesa, Verónica Mantecón. «No se puede reducir a cero porque hay conceptos como los impuestos que no se pueden eliminar, esos hay que pagarlos», añade la regidora.

Otro de los proyectos sociales que la empresa contratada por Biocantaber explora es ayudar a las personas mayores y en situación de dependencia que no tengan cubiertas sus necesidades por la Administración. «Estamos recogiendo la información en los cuatro municipios. En el momento que haya una partida económica específica, la destinaremos», afirma Argos.

Otro de los compromisos es poner en marcha un plan de digitalización y turismo, que se encuentra en fase de estudio, y un escaparate digital en internet para que los productores y artesanos dispongan de un espacio web gratuito donde comercializar sus productos. La bolsa de empleo es otro de los reclamos, tanto para la construcción del parque eólico como para la fase de operación y mantenimiento –estas dos últimas apenas precisan de una decena de trabajadores, que necesitan un elevado nivel de cualificación–. «Hemos recepcionado los currículum, los hemos revisado y los que carecían de la formación básica en prevención de riesgos laborales hemos organizado unas jornadas formativas en la Fundación Laboral de la Construcción. No se ha podido celebrar aún porque sólo hemos recibido cuatro y en el curso que se imparte en Barreda es necesario que haya un mínimo de ocho personas», puntualiza Argos.

Cada municipio podrá gastar el dinero de proyectos sociales de manera diferente. Molledo, además de los 31.161 euros del canon de ocupación del monte Canales, ha negociado otros puntos con Biocantaber. «Además de la reducción del pago de la tarifa eléctrica, 45.000 euros para ampliar el centro cultural, 60.000 euros anuales durante la vida útil de la instalación y un porcentaje mínimo del 25% de los puestos de trabajo para los vecinos del municipio», enumera su alcaldesa.