El Cormorán y el Balneario de La Magdalena se salvan de la quema al obtener la prórroga

El Balneario de la Magdalena y el restaurante El Cormorán, ambos situados en Santander, se han salvado ya de la quema y han conseguido regularizar la concesión y adaptarla completamente a la Ley de Costas. La primera es de titularidad municipal (está en manos del Ayuntamiento de Santander), en tanto que el negocio de hostelería situado en la Segunda Playa de El Sardinero está en manos de los herederos de Ángel Gutiérrez y José Gándara, sus primeros titulares.

Hace escasos meses que ambos expedientes obtuvieron el visto bueno de la Demarcación de Costas. Forman parte de las siete concesiones que conseguido regularizar su situación entre marzo y julio, evitando así que los bienes pasen al Estado.

La concesión para explotación del edificio de El Cormorán fue concedida por Costas en 1961. Los titulares fueron Ángel Gutiérrez y José Gándara, y hoy lo son sus viudas y sus hijos. Sus fundadores tenían experiencia en hostelería y pidieron permiso a Costas para construir un edificio en la playa y poder explotarlo. Abrió sus puertas poco después, en julio de 1963. Después de distintos avatares, El Cormorán reabrió sus puertas hace un año.

En el caso del Balneario de La Magdalena, el pasado mes de abril el Ayuntamiento de Santander y Demarcación de Costas alcanzaron un acuerdo para prorrogar la concesión por 15 años, ampliables por otros 15, manteniendo las condiciones económicas que se venían aplicando hasta ahora, es decir, el Consistorio pagará un canon anual de 41.300 euros. Dos meses después, el Ayuntamiento adjudicó la explotación de las instalaciones a la unión temporal de empresas conformada por el Club Náutico La Horadada y Noja Aventura, única oferta presentada.