José María Mazón cree que ha llegado la hora del relevo y expresa su deseo de abandonar la política

-¿Qué resumen hace de su paso por el Congreso?

-El balance ha sido muy satisfactorio porque, más allá de que algunos plazos no se hayan alcanzado, primero a causa de la pandemia y luego de la crisis energética, hemos logrado que se cumplan la mayoría de los compromisos del Gobierno central; las obras en materia ferroviaria, La Pasiega, el Mupac, el pago de la deuda de Valdecilla...

-El famoso 'papeluco'.

-El famoso 'papeluco', sí.

-¿Lo conserva?

-¡Hombre, claro! Lo tengo escaneado en mi ordenador personal y creo que tengo el original guardado por ahí.

-No lo pierda. Va para pieza de museo.

-Jajaja, puede ser, sí.

-¿Ha sido rentable tener un diputado en Madrid?

-¿Para Cantabria? Por supuesto. Mire, en esta legislatura he intervenido en el Congreso 200 veces, más del doble que todos los demás diputados cántabros juntos, que además de intervenir menos cuando lo han hecho ha sido para hablar de asuntos nacionales, nunca de asuntos regionales. Según dicen nuestras encuestas, el 63% de los cántabros consideran muy positivo que haya un diputado del PRC en el Congreso de los Diputados.

-Resulta paradójico que opinando así luego no les voten.

-Es paradójico, sí.

-Ahora va a dejar de haberlo porque ustedes han decidido no presentarse a las generales. Dice Revilla que el partido corría «un enorme riesgo» de no revalidar su escaño.

-Tenemos que ser realistas. El PP ha reunido casi un 36% de los votos en las autonómicas y en las generales no va a bajar de ahí. Y el PSOE tampoco va a ceder. Y la polarización es tan grande que ello obligaría al PRC a realizar un enorme esfuerzo económico y humano que no nos garantiza que vayamos a conseguir ese diputado.

-No vale la pena ni quemar la caja ni quemar las siglas.

-No. Claro que no vale la pena. Y luego, además, hay que tener en cuenta que ese diputado tendría menos peso en Madrid sin un gobierno de coalición aquí que facilite poder presionar en los dos sitios a la vez.

-¿Qué razón podría haber para que el PRC no obtuviera los apoyos necesarios para lograrlo? ¿Que Revilla sea lo mismo que Sánchez, como decía el PP en la última campaña?

-Bueno, bueno. Eso es un bulo... Decir que éramos la muleta del 'sanchismo'...

-¿No lo han sido?

-A ver. Para que se haga una idea, nosotros hemos votado en contra del Gobierno hasta 157 veces. Nosotros hemos votado en contra de la supresión de la sedición, de la rebaja de las condenas por malversación, de la desprotección de los ganaderos del país, de la Ley de Identidad Sexual, de la Ley de la Memoria Histórica, de la Ley del 'solo sí es sí', de todas las concesiones hechas a los independentistas... ¡Por favor! Y hemos votado a favor de la reforma laboral pactada, de la subida de las pensiones, del salario mínimo... de asuntos que eran de sentido común.

-Pues, por lo visto, ese mensaje ha calado.

-En parte, sí. Los medios de comunicación nos han hecho bastante daño en ese sentido, oiga, porque lo han repetido tanto... Los medios y la candidata del PP, que no ha parado de repetir en sus mítines que habíamos votado a favor de las decisiones del Gobierno el 93% de las veces. Un bulo que ha corrido y ha calado en un momento en el que mucha gente lo único que quiere es votar contra Sánchez aunque les dé una paga extra.

-¿Qué lectura extrae de los resultados que ha obtenido el PRC en estas elecciones?

-Que han sido muy malos porque hemos bajado muchísimo y porque hemos perdido el Gobierno, pero, a ver, objetivamente, tampoco es para rasgarse las vestiduras ni pegarse un tiro porque seguimos siendo la segunda fuerza política y en un momento así eso no está mal.

-¿Hasta qué punto ha influido sobre ellos el caso de corrupción detectado en la Consejería de Obras Públicas?

-Muchísimo. Esto nos ha destrozado anímica y electoralmente. Creo que el tratamiento mediático ha sido muy injusto, porque ha ocupado más portadas que la guerra de Ucrania, y aunque no hay ningún político implicado, algunos se han aprovechado de ese asunto para hacernos daño. Y nos lo han hecho.

-Usted fue consejero de ese departamento.

-Sí. Y créame si le digo que esos no son casos que un político pueda detectar tan fácilmente. Lo que pasa es que ahora hay mucho listo que, a toro pasado, dice que esto se tenía que haber detectado, pero...

-¿Teme esas auditorías con las que amenaza el PP?

-El PP puede hacer todas las auditorías que crea convenientes. Desde luego, no va a encontrar la más mínima sombra de corrupción ni en lo que a mí me toca ni en lo que toca a lo que he tenido a mi alrededor.

-A la vista de los resultados, ¿diría que estamos ante el fin del 'revillismo'?

-Bueno, él ya ha dicho que esta va a ser su última legislatura y que quiere iniciar una transición, y no creo que vaya a esperar hasta el último día para empezarla. Revilla es nuestro principal activo, de eso no cabe ninguna duda. Hay que reconocer que el partido está ahí gracias a él porque muchos de nuestros votos provienen de su tirón personal, de su popularidad y, por supuesto, de lo que ha hecho por la región. Pero, lógicamente, el PRC necesita un recambio.

-¿Quién va a ser?

-¡Ay! Eso no lo sé.

-¿En serio que no lo sabe?

-En nuestro partido hay ahora cuatro o cinco personas muy capaces para ocupar ese puesto, pero prefiero no pronunciarme. Ya cuando llegue el momento se valorarán sus cualidades y se decidirá cuál es la mejor para tomar el relevo.

-¿Usted se descarta?

-Absolutamente.

-¿Qué piensa hacer?

-30 años en política son suficientes, así que... echarme a un lado. Seré un militante de base más, sin ningún cargo y sin ninguna responsabilidad.