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El barro fue lo primero que cayó a la carretera, después algunos eucaliptos que poblaban la ladera y por último las piedras. «Nos ha llamado mucho la atención porque el monte se ha venido abajo donde no había vuelto a haber problemas desde ... hacía mucho, aunque es verdad que es una zona que estaba con malla para asegurar la carretera por posibles desprendimientos». El alcalde de Cabuérniga, el socialista Nicolás Toral, se desplazó en la noche de ayer hasta l kilómetro 6 de la CA-180, que une Barcenillas con Sopeña, para coordinar la intervención de acondicionamiento del vial tras el argayo.
«Estamos trabajando de forma conjunta los operarios municipales y los de mantenimiento de carreteras. Ellos se ocupan del argayo y nosotros estamos informando de la situación a los vecinos». Se acondicionó pronto uno de los viales para permitir la comunicación entre ambas poblaciones «porque es la única que existe»;pero los trabajos para asegurar el monte tardarán varios días. «Están desprendiéndose piedras todavía y por eso imagino que van a tener que hacer una obra importante para que todo quede afianzado», aseguró Toral.
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La zona afectada queda queda justo al lado del puente que salva el río Saja entre Barcenillas y Sopeña:«Ahora queda esperar a que evalúen bien los daños y lo arreglen, pero por lo menos parece que vamos a tener un carril abierto», apuntó el regidor.
No se pudo abrir al tráfico, sin embargo, la N-611 a su paso por Villasuso de Cieza (kilómetro 167). Allí, un desprendimiento cerró el vial por la tarde y los trabajadores de mantenimiento de carreteras decidieron aguardar hasta hoy para evaluar los daños a la luz del día. No es una carretera que corte el acceso a ninguna población ya que existen alternativas desde Los Corrales de Buelna.
El susto se lo llevó en la tarde de una familia que quedó atrapada en su vehículo cuando trataba de atravesar una gran balsa de agua en la CA-930, en la zona de Villaverde de Pontones. Hasta el lugar tuvieron que desplazarse efectivos de la Guardia Civil y también de los bomberos para sacar de allí a los cinco pasajeros del coche.
No hubo que lamentar heridos y el automóvil pudo también ser extraído de la gran charca que se formó por culpa de las intensas lluvias que durante toda la jornada dejaron varias incidencias en las carreteras de toda la región.
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