El covid se cobra otras cuatro vidas en Cantabria, que ya supera el centenar en esta segunda ola

Los datos relativos a la jornada del lunes, que ha dado a conocer este mediodía la Consejería de Sanidad, dan cuenta de 105 positivos, aunque no mejora aún en la misma proporción la presión hospitalaria y el goteo de fallecimientos no cesa. El último balance informa de cuatro muertes más, tres hombres de 73, 75 y 91 años y una mujer de 82, todos con comorbilidades, que elevan el negro contador de la pandemia hasta 316 víctimas, más de cien registradas en el marco de esta segunda ola iniciada en agosto y que repuntó con fuerza en octubre.

La cifra actual de hospitalizados es de 166, tres menos que el domingo, de ellos 29 en la Unidad de Cuidados Intensivos de Valdecilla, que ha podido asumir a los enfermos críticos derivados desde Sierrallana y el Hospital de Laredo pese al pico de ingresos de esta segunda ola, que a punto estuvo de modificar la estrategia del Servicio Cántabro de Salud. Así las cosas, Valdecilla atiende al grueso de los pacientes con complicaciones (96), mientras que en el hospital de Torrelavega continúan ingresados 41; en Laredo, otros 19; y en Tres Mares (Reinosa), 10.

Junto a todos ellos, que son los que presentan pronósticos más preocupantes, el informe de incidencia apunta que otras 4.022 personas están pasando la enfermedad en cuarentena domiciliaria, por lo que son 4.188 los casos activos en la región. No obstante, en las últimas 24 horas se han añadido también 179 curados, elevando el total desde el comienzo de la pandemia hasta 11.979.

El progresivo descenso de PCR positivas de cada recuento diario ha situado la tasa de incidencia acumulada en 14 días en 338 casos por cada 100.000 habitantes y la de positividad se ha reducido al 8,8%. De la misma forma que la rápida propagación del virus produce un efecto cascada sobre el resto de indicadores que miden el impacto del covid y el riesgo de colapso hospitalario, se produce a la inversa cuando el nivel de contagios cae, aunque aún no lo ha hecho lo suficiente para rebajar la presión hospitalaria (la tasa de ocupación en planta está en el 11,2%; y en UCI, en el 26,6%) y dar el paso al nivel 3 de alerta.

La favorable evolución de la pandemia a nivel regional tiene su reflejo en el análisis por municipios, salvo en núcleos concretos –como Laredo o Castro, que se mantienen con tasas superiores a la media–, en aquellos azotados por brotes en residencias de mayores –como ocurre en Potes o Rionansa– o en el ámbito educativo, caso de Medio Cudeyo, donde el domingo se registraron 14 positivos, casi los mismos que arrojaron los test en Santander, con una población más de veinte veces superior. Sin duda, es el efecto de la cadena de contagios detectados en el colegio Torreánaz, cerrado en su totalidad desde el lunes tras ordenar Salud Pública su cuarentena preventiva y la realización de PCR a sus 913 alumnos y a todo el personal del centro.

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ratificó el lunes que las restricciones a la movilidad se mantendrán hasta el 16 de diciembre y, aunque matizó que si se pueden quitar antes, «se adelantaría», a renglón seguido dijo que esa posibilidad es improbable. Rodríguez admitió que es «doloroso» mantener las medidas restrictivas, pero también recordó que «hay personas que están pagando esta epidemia con su vida». En concreto, ascienden a 316 las víctimas mortales en Cantabria desde que el coronavirus irrumpió a finales de febrero. El consejero señaló que una media de cien contagios diarios es «una cifra muy alta» y avanzó que la prohibición de moverse por la comunidad y fuera de ella –excepto para trabajo, ayuda a dependientes y otras gestiones detalladas en el decreto– se prolongará hasta «justo antes de las Navidades».