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Qué diferente este inicio de curso político, educativo, sanitario, empresarial, cultural y deportivo del retorno de hace solo un año, cuando lo natural era pensar que nada nos podía parar. El vuelco tras el terremoto covid ha sido gigantesco y baste sólo un botón: ... hace justamente un año, en Cantabria se debatía si tenía o no fundamento la propuesta de la Asociación de Hostelería de traer 400 camareros de Perú y compensar así la carencia de vocaciones por la bandeja que detectaba el empresariado.
Con más de 30.000 parados en Cantabria, la idea indignó a los sindicatos e incluso el Gobierno regional se opuso a la propuesta. Un año después, este sector productivo (uno de los más sacudidos por la pandemia) está en un 'ay' con empresarios atenazados por las nuevas normas horarias y aforos, miles de empleados en ERTE y con todo un subsector (el ocio nocturno) dudando de su supervivencia.
Este septiembre, en Cantabria hay 4.219 afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, de los cuales 3.227 son 'por causa de fuerza mayor', es decir, se pueden considerar casi causa directa del coronavirus.
Educación
En un repaso a cualquier otra realidad sectorial vemos transformaciones parecidas. En la Educación, al inicio del ciclo escolar, en 2019 la noticia era casi la ausencia de noticia, con titulares como 'Cantabria empieza el curso sin conflicto', en referencia al calendario escolar que sí lo originó antes. Había un único nubarrón en el horizonte: los 1.500 infantes menos que correteaban hacia los colegios, una cifra que subrayaba el envejecimiento de la población y que preocupaba por la bomba de relojería que supone. Apenas doce meses después, la bomba de relojería se llama covid y ha obligado a reorganizar los espacios en los centros escolares de arriba abajo. Cualquier familia quiere 'menos compañeros' para sus hijos y se olvida antes del libro de Lengua que de la mascarilla y el gel hidroalcohólico. Las enseñanzas no universitarias empezaron con casi 300 profesores más para 2.700 alumnos menos. Y, si en 2019 se hablaba sólo de refilón de empujar la educación no presencial, este será el tema estrella en cuanto venga otra ola de contagios.
Sanidad
Comparar 2019 con 2020 en la Sanidad daría para un tratado completo. Sólo hay que recordar que, en otoño de 2019, al consejero Miguel Rodríguez básicamente le preocupaba reducir el gasto farmacéutico de la región, como explicó en una entrevista con El Diario Montañés, en la que también decía que en su Consejería «lo normal es no tener problemas, excepto cuando salen en Salud Pública, como ha pasado con la listeriosis». Además, seguíamos el caso de los niños a los que, en lugar de Omeprazol, se les había recetado un crecepelo.
Hoy hablamos de un coronavirus que ha traído a Cantabria 233 muertes prematuras, de inquietud por el número de pacientes que entran en las UCI, de profesionales de la Sanidad angustiados y de decenas de personas haciendo fila en su coche para hacerse una prueba. Aunque si hay algo llamativo al confrontar un año con otro, es lo poco que se miraba antes hacia las residencias de mayores, convertidas hoy en motivo de desvelo social.
Cultura y Deportes
En el área cultural, hace doce meses el reto era ir aterrizando los grandes planes de nuevas infraestructuras, (Mupac, sede asociada del Reina Sofía, Biblioteca Menéndez Pelayo, naves de Gamazo, Proyecto Pereda...). Pero con la pandemia el foco está sobre los aforos, sobre la respuesta del público a las convocatorias y sobre la supervivencia de creadores y trabajadores. Porque hay miedo a las aglomeraciones y a los lugares cerrados y los gestores culturales se preguntan si sus propuestas serán rentables con la mitad de espectadores y existe la sensación de que todo pende de un hilo. En el deporte también los aforos son el quid de la cuestión. Las grandes competiciones continúan (pero con contados seguidores en las gradas: el Racing tiene más de 22.000 asientos de los que solo 1.000 pueden ocuparse a día de hoy) y se han anulado los campeonatos de niños y jóvenes, lo que puede afectar a unos 14.000 deportistas, teniendo en cuenta que en Cantabria existen unas 20.000 licencias y se estima que el 70% corresponde al deporte base. Han vuelto las competiciones en su máxima categoría (en balonmano y hockey, también con restricciones).
Política
También el ambiente político se ha dado la vuelta. El Ejecutivo regional se afanaba hace un año en buscar cómo cobrar por los rescates, porque hubo un verano movido gracias a las imprudencias. Seguíamos con lupa, además, el vete y ven de Miguel Ángel Revilla y Pedro Sánchez porque el socialista le prometió al presidente cántabro una fórmula para no asfixiar a Cantabria con recortes. Aunque Revilla sigue insistiendo ante la Administración con su repertorio de viejas reivindicaciones (pago de las anualidades de Valdecilla, Alta Velocidad ferroviaria, etc) y las metas de la Administración regional siguen ahí (Ley del Suelo, el polígono industrial en La Pasiega, el fin del papel en la Justicia, el pago por las inundaciones sufridas en enero de 2019), la verdadera lucha es 'la caja', que «está vacía». El presidente ha cifrado en 177 millones de euros el agujero que ha dejado el covid en la región, una cantidad que alcanzará los 400 millones a final de año «porque entra menos dinero y hemos gastado más en Sanidad y Educación». En este contexto, el Presupuesto nacional y los fondos europeos serán casi las únicas claves para la recuperación económica de la comunidad.
1. Sanidad Se ha pasado de tener proyectos de mejora parciales a tener toda la red enfocada a la prevención y la lucha contra el covid-19.
2. Política De un Ejecutivo que pensaba en cómo cobrar los rescates a otro que mira al Estado y a la UE para lograr los 400 millones del 'agujero covid' .
3. Educación Ahora la preocupación está en tener aulas seguras y en ser capaces de impartir clases no presenciales si la pandemia se ceba con el sistema.
4. Hostelería De preocuparse por la falta de camareros en 2019, el sector ha pasado a estar atenazado por las restricciones de horarios y aforos.
5. Cultura Mientras las grandes infraestructuras culturales avanzan sus trámites, en juego está la supervivencia del tejido cultural por los aforos reducidos.
6. Deportes Niños y jóvenes estarán 'parados' hasta enero de 2021. Las grandes competiciones están lastradas por los cortos aforos de espectadores.
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