![El cribado de cáncer de colon en Cantabria se reactivará tras casi cuatro años de parón](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/01/11/90724874-khJH--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Después de casi cuatro años de parón -con amagos de reactivarlo que no prosperaron demasiado-, el programa de detección precoz de cáncer de colon de Cantabria volverá a echar a andar. Al menos así lo anunciará hoy el consejero de Salud, César Pascual, que ... tendrá que explicar cómo se realizarán todas las pruebas pendientes a la población diana (de 50 a 69 años) que no ha sido llamada en este tiempo para hacerse el test inicial de descarte -son decenas de miles los cántabros que no han recibido la invitación para participar en este cribado preventivo-, así como las colonoscopias que se deriven para los casos con sospecha de lesión, toda vez que la abultada lista de espera que tienen los servicios de Digestivo -especialmente el de Valdecilla, que asume el mayor volumen de actividad-, era el principal impedimento en esta última etapa para recuperar este programa.
La directora general de Salud Pública, María Isabel de Frutos, reconocía la semana pasada en declaraciones a El Diario Montañés que ya tenía hasta «el cartel preparado para sacarlo ya», pero que la traba estaba en la capacidad de los hospitales para realizar las colonoscopias a los pacientes procedentes del cribado poblacional. «Efectivamente, había mucha demora y nos ha parecido nada recomendable iniciar el programa del cáncer de colon cuando no estamos todavía en disposición de asumir esas colonoscopias que se generaban», apuntó.
1.300 colonoscopias procedentes del cribado recibía al año Valdecilla hasta 2019, antes del parón.
70.000 invitaciones para participar en el programa se enviaban cada año antes del covid.
El propio jefe de servicio de Digestivo de Valdecilla, Javier Crespo, ha expresado públicamente su disgusto por la paralización «del cribado más eficaz que existe», que se implantó en Cantabria en 2008 -fue una de las comunidades pioneras-. Una suspensión que fue generalizada en España cuando estalló el covid, pero con la diferencia de que otras autonomías consiguieron recuperar el ritmo cuando se dio por superada la pandemia, mientras que Cantabria aún tiene esa cuenta pendiente.
Como prueba, si hasta 2019 se podían remitir a Valdecilla hasta 1.300 pacientes para una colonoscopia desde el circuito del cribado de sangre oculta en heces, en el último año esa cifra no ha llegado ni a una décima parte. Crespo no solo ha reflejado la crítica públicamente en sus redes sociales sino que se lo ha transmitido en persona a los diferentes gestores sanitarios, a los actuales (PP) y a sus predecesores (PRC-PSOE)-. Y ligada a la queja ha ido también la reivindicación. «No podemos hacer más endoscopias de las que hacemos con el equipamiento que tenemos». Unas palabras con las que insiste en la necesidad de dotar a Valdecilla de una nueva unidad de endoscopias, un proyecto por el que lleva peleando desde hace más de una década, y que se ha anunciado tantas veces como se ha frustrado.
Las claves
El último obstáculo El año pasado, Sanidad achacó la interrupción del cribado a la falta de kits para la toma de muestras
Resultados de 2019 De las 1.367 colonoscopias realizadas a través de este programa se confirmaron 57 carcinomas invasivos
Sindicato médico «El retraso acumulado en este cribado de cáncer es un daño irreparable para la población cántabra»
El resultado de esa parálisis del cribado, como ha denunciado en más de una ocasión el Sindicato Médico, es que «la inmensa mayoría de los cántabros que han cumplido los 51 años desde 2020 no han recibido el kit para hacerse la prueba de detección precoz de cáncer de colon». Esos kits son los que se envían desde la Consejería de Salud a los domicilios con la carta de invitación para que cada persona se tome una muestra de heces (va acompañado de las instrucciones) y la entregue después en su respectivo centro de salud para su posterior envío al laboratorio. Si la prueba es positiva, se le cita con su médico de Atención Primaria para derivarlo a Digestivo, donde se le realizará una colonoscopia.
A principios del año pasado la situación del cribado llegó a tratarse incluso en el Pleno del Parlamento, cuando el portavoz del PP -ahora consejero de Salud- pedía explicaciones a su antecesor en el cargo, Raúl Pesquera, sobre la última interrupción del cribado, después de publicar este periódico que en agosto de 2022 se habían dejado de enviar las cartas de invitación para participar, cuando apenas se había empezado la distribución.
Entonces, Sanidad achacó el problema precisamente a la falta de esos kits para la toma de muestras. La respuesta que dio es que esperaba que se pudiera reanudar entre marzo y abril de 2023, «a través de contratos menores para la compra de kits», dado que la adjudicación no estaba prevista antes de mayo. Mientras tanto, desde Salud Pública se apuntaba que «se venía produciendo un goteo de entrega de muestras de personas que, habiendo recibido en su día la invitación, decidieron tomar la muestra más tarde».
El caso es que el cribado (revisiones periódicas cada dos años) acumulaba entonces un retraso que afectaba a toda una vuelta completa de invitaciones, es decir, a casi todos los nacidos en los años pares entre 1952 y 1970, que deberían de haber sido convocados en 2021, y a todos los de los impares (entre 1953 y 1971), a quienes les hubiera tocado el turno en 2022 y tampoco habían recibido la correspondiente carta. Y del anuncio que hoy hará Pascual se deduce que aquella reactivación que aseguró Pesquera que ya estaba en marcha no llegó nunca a ser una realidad.
En circunstancias normales, desde Sanidad se invita cada año a participar en el programa de detección precoz de cáncer de color en torno a 70.000 personas, después de realizar exclusiones definitivas: por ejemplo, estarían exentos quienes ya se hubieran realizado una colonoscopia en los últimos cinco años. En concreto, el número de personas convocadas en el último año completo fueron 71.526 (nacidos 1951-1969), de los cuales respondieron a la llamada 36.028 (19.455 mujeres y 16.573 hombres), lo que representa una participación del 50,3%.
La respuesta está muy por debajo de la que alcanza el mismo programa en otras comunidades, caso del País Vasco, donde la adherencia llega hasta el 80%. Una diferencia que desde el ámbito médico achacan a «la escasa divulgación» que se hace en Cantabria de las ventajas de este cribado, «el más útil, porque permite detectar lesiones precancerosas, en las que se puede alcanzar una tasa de supervivencia del 100%».
De hecho, cada día que pasa sin cribado colorrectal se dejan sin detectar casos que a la larga pueden acabar en cáncer. «Este retraso acumulado desde 2020 es un daño irreparable para la población cántabra», a juicio del Sindicato Médico, porque «muchos de esos tumores no detectados a tiempo acabarán en quimioterapia y serán causa de muerte». Según el último balance publicado por la Consejería, en 2019 se remitieron desde este programa a los servicios de Digestivo a 1.367 personas para realizarse una colonoscopia, confirmando la presencia de carcinoma invasivo en 57 casos. Pero, además, se hallaron 153 adenomas de alto riesgo, otros 294 de riesgo medio, 300 de riesgo bajo y 81 que quedaron en pólipos que no representaban peligro, además de 75 casos que resultaron ser falsos positivos.
Hace un año, desde la Consejería de Sanidad se apuntaba la intención de poner en marcha el cribado de cáncer de cérvix o cuello para estas fechas. Pero el nuevo equipo de Salud Pública, con María Isabel de Frutos al frente, reconoce que no va a poder ser por ahora. «Queríamos hacer un piloto en el primer semestre para garantizar que en el año 2024 lo tenemos. Pero yo creo que va a ser más en el segundo semestre, no me atrevo a dar fechas porque no depende solo de la Dirección General, sino de más protagonistas que tenemos para cualquier cribado. En este caso, tenemos una empresa externa y luego los dispositivos que realizan las pruebas, que son el Servicio Cántabro de Salud», explica. Se tratará de una revisión abierta a todas las mujeres de 35 a 65 años –se estima una población diana de 134.000 cántabras– para detectar de forma precoz al causante del cáncer de cérvix, el Virus del Papiloma Humano (VPH); aumentar así las posibilidades de curación y reducir la tasa de mortalidad de esta enfermedad que en 2022 sumó 2.480 diagnósticos nuevos en España. «Tenemos como margen para ponerlo en marcha este 2024. Sí que queríamos dejar los cribados de cérvix, de mama y de colon bajo un mismo paraguas y estamos trabajando con una empresa de Galicia en ese proyecto», señala De Frutos.
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