La crisis diplomática con Argelia amenaza a una decena de empresas cántabras

Hay un «bloqueo que hace imposible cualquier tipo de transacción» con un país en el que están presentes desde 2010. Para la empresa cántabra, este «corte total» de la actividad ha venido acompañado de la cancelación de pedidos que ya estaban cursados y que suponían una facturación total de 200.000 euros. Mercancía que intentarán vender en otras zonas donde también tienen negocios, aunque «será difícil».

Pero no es la única empresa regional afectada por una decisión que llegó tras la defensa que hizo Pedro Sánchez en el Congreso sobre el giro histórico del Gobierno respecto a la autonomía del Sáhara Occidental. Lo cierto es que, a nivel cuantitativo, «el peso que tiene Argelia en el agregado de la exportación de Cantabria es pequeño, no llega al 2%», explica Manuel Blanco Madrazo, director territorial del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). No obstante, esa cifra recoge el mapa de la comunidad autónoma a nivel general. Sin embargo, para algunas empresas «sí es un cliente relevante», añade. Y la ruptura de relaciones supone un golpe importante.

Según las reuniones que mantuvo Blanco durante toda la mañana de ayer a raíz de la crisis, el conflicto con el país africano afecta «al menos a diez empresas que tienen a Argelia como un cliente importante». Todas de diferentes sectores productivos.

El bloqueo ha supuesto para algunas firmas perder mercancía enviada «porque los pedidos ya hechos van a encontrar dificultades para cobrar. Esto no se esperaba». En cuanto a las importaciones, el peso de Argelia como proveedor «es todavía menos importante» para Cantabria, dice, aunque es una lectura incompleta porque puede haber productos que se utilicen y sean necesarios para las empresas regionales pero que entren a España por otra comunidad autónoma.

Otra de las firmas cántabras afectadas es el Grupo Oran, dedicado a la fabricación de piezas de automoción. Para ellos Argelia es «un mercado muy importante», reconoce Ángel Fernández Ortiz, director de exportaciones. A falta de números concretos que reflejen el impacto, la decisión «cierra las puertas» a cualquier exportación de productos. Un hecho que, sumado al contexto actual, aumenta «la preocupación de cara a la situación de después del verano», añade. También para IMEM Ascensores de Santander, Argelia era un «cliente habitual que nos compraba millones de euros anuales», señala Antonio Pérez Ruiz, director de la firma. Un ingreso económico que «por este dislate político perdemos de modo súbito», añade.

Y es que el bloqueo comercial llega tras «la cancelación de pedidos en el mercado ucraniano y ruso», valora también Garay, de Vitrinor. Justo en un momento en el que, además, se enfrentan a una subida de costes y a una bajada del consumo: «El contexto general no es favorable». Sin olvidar que actualmente Cantabria se encuentra también inmersa en plena huelga del metal y después de haber dejado atrás el parón del sector del transporte. Por eso lo ocurrido esta semana «es muy grave».

Aunque no haya datos más concretos del impacto de la crisis y de las empresas afectadas, según la información recogida por la Cámara de Comercio de Cantabria en su página web, es posible saber que a lo largo de 2020 hubo siete empresas regionales que realizaron exportaciones a Argelia. Un listado en el que está incluida, entre otras, Aspla Plásticos Españoles, cuya fábrica está situada en Torrelavega y que ha declinado valorar la situación actual. La decisión ha sido inesperada. Sobre todo porque «hace dos días iba todo bien», admite el director general de Vitrinor. Y las perspectivas a corto plazo, al menos de momento, «no son positivas».

El bloqueo es total y «elimina totalmente» cualquier posibilidad de que una empresa española exporte mercancía porque no se va a cobrar por la transacción, resume Manuel Blanco, director territorial del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Por eso la «esperanza» que manejan las firmas de Cantabria «es que el país se retracte o reduzca el impacto de la decisión», añade Blanco, que recuerda que el tratado de amistad que ha decidido suspender el Gobierno de Argelia «no habla de aspectos comerciales» porque es un punto que no está incluido. Esto significa que al cortar la actividad con España, el país africano está incumpliendo un acuerdo suscrito «con toda la Unión Europea» y, por tanto, «la presión y la respuesta no la dará solo España sino toda la UE», aclara.