Secciones
Servicios
Destacamos
El abismo que divide en dos a los diputados de Vox en el Parlamento es cada vez más profundo y, sin embargo, nadie en la formación parece dispuesto a hablar claro sobre unas diferencias que se han materializado en el hemiciclo con una butaca vacía ... en la bancada para separar a las dos parlamentarias, Leticia Díaz y Natividad Pérez, de sus dos compañeros de siglas, Cristóbal Palacio y Armando Blanco. El último recado llegó en el Pleno del lunes, cuando ellas votaron en contra de mantener la dedicación total de su compañero en el punto en que se debatía sobre las posibles incompatibilidades entre la actividad laboral privada que declaran sus señorías y su labor política en la Cámara. Palacio, sin embargo, no ha querido entrar al capote: «No hay división en Vox Cantabria, hay libertad de voto».
Pase lo que pase, ni unos ni otros parecen dispuestos a verbalizar la división del partido en la región. «Uno de los grandes valores de Vox es el ensalzamiento de la libertad individual y en este caso no hay nada personal, sino una interpretación diferente del reglamento», afirma Palacio, que junto con su compañero de filas Armando Blanco fueron los únicos que el lunes mantuvieron el voto que ya mostraron en 2019 a favor de mantener esta dedicación parlamentaria total y, por ende, la retribución que le corresponde.
«Aquí lo que ocurre es que Leticia y Natividad tienen una opinión sobre la interpretación que se puede hacer del reglamento del Parlamento en este punto, que además coincide con lo que dice el resto de diputados de PP, PSOE y PRC; pero que es diferente a la que tenemos Armando y yo. No hay mayor conflicto», insiste Palacio. «Creo que la dedicación total es algo que el reglamento contempla en una coletilla al final de las opciones que propone como posibles y que lo único que hay que hacer es solicitarlo. Entiendo que lo lógico, si se pide, es que se apoye al compañero. Es lo que pensaba en la anterior legislatura y sigo siendo coherente con la opinión que tenía entonces», argumenta Palacio.
Consultadas por este periódico, ninguna de las dos diputadas de Vox quisieron manifestarse; pero con sus hechos han dejado claro que no van a prestar ese «apoyo al compañero» que reclama Palacio.
La votación del pasado lunes proponía retirar la dedicación absoluta a Cristóbal Palacio y sustituirla por una parcial al 50% -con la consecuente pérdida de sueldo como parlamentario-. Para mantener la dedicación total debería abandonar su actividad profesional como abogado, algo a lo que no está dispuesto.
Tampoco parece dispuesto a volver a ocupar esa butaca que le corresponde junto a Natividad Pérez. «No es una cuestión de división del partido, es solo cuestión de comodidad. Es un sitio que utilizamos para depositar papeles, para poner el ordenador... Lo cómodo es disponer de más espacio», argumenta Palacio, que en todo caso confiesa que «en ningún momento hemos hablado con ellas sobre este asunto».
Lo que defiende el diputado es «abrir el debate sobre el tipo de parlamentario que queremos». «Políticos que tienen la política como profesión o profesionales de prestigio que puedan venir al Parlamento porque pueda resultarles rentable», cuestionó antes de lanzar un dardo envenenado. «Creo que se puede constatar que el nivel de muchos diputados es muy mejorable en este Parlamento», aseguró para incidir en que la manera de poder atraer a profesionales de prestigio «que puedan aportar conocimiento de verdad» al debate político, es permitiendo una remuneración «acorde con su prestigio». «No vamos a poder traer al hemiciclo a un jefe de servicio de Valdecilla si le hacemos perder su tiempo y no le remuneramos; porque siempre va a preferir trabajar en su consulta privada. Y eso va en detrimento de la calidad de la política», sentenció Palacio.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.