Cruz Roja espera «un montón de dificultades» en las playas debido al covid este verano

El secretario autonómico de Cruz Roja en Cantabria, Alfonso Alonso, espera «un montón de dificultades» en el servicio de salvamento de este verano en las playas, por el esparcimiento de las personas por los arenales o las medidas de prevención, así como otros problemas 'extra' que todavía desconocen. La organización operará este verano en unas 50 playas de la región, desde San Vicente de la Barquera a Laredo, con 270 personas, lo que, según Alonso, conforma el mayor operativo que ha montado la organización hasta la fecha.

El portavoz ha hablado sobre el salvamento en las playas cántabras durante la visita a las instalaciones de Cruz Roja de la delegada del Gobierno en la comunidad, Ainoa Quiñones, y el diputado nacional del PSOE por Cantabria, Pedro Casares, a quienes ha expresado que éste es un «verano atípico porque el covid contamina todas las actividades. Hay un montón de dificultades extra y el problema es que todavía no las hemos descubierto todas», ha dicho.

Los socorristas, según ha explicado, están más centrados en las labores propias del salvamento, aunque -ha añadido- mucha gente pregunta por el aforo de las playas y cómo se van a controlar. «Intentamos evitar ese tipo de cosas para no desviarnos de lo realmente importante para los socorristas, que es el salvamento», ha incidido, antes de agregar que «los peligros que tenían siguen existiendo», por lo que no pueden volcar su atención hacia una parte de los problemas y desatender los que ya estaban.

El secretario autonómico de Cruz Roja ha manifestado la preocupación de la organización por cómo afrontar el salvamento en la playa, que también se ve condicionado por el virus. En este sentido, ha señalado que el esparcimiento en los arenales derivado de la necesidad de guardar distancia entre usuarios hace que el riesgo «se expanda por las playas». Además, otros aspectos que se verán condicionados serán los baños adaptados y los utensilios que usan que, por los protocolos de desinfección, obligarán al socorrista a estar «atento a muchos detalles», lo que «ralentiza las cosas».

También ha apuntado a dificultades del personal, que ahora tiene que trabajar con mascarillas, distancias y tienen que pasar reconocimientos médicos extraordinarios por el virus. «Un montón de variables que hay que tener en cuenta. Hemos intentado detectar los principales, pero seguramente a lo largo del verano van a surgir nuevas dificultades que desconocemos», ha apostillado.