![«Cuantos más protegidos de gripe, mejor»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202010/08/media/cortadas/GF4IVGS1-k78B--624x385@Diario%20Montanes.jpg)
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Ni siquiera la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, que es la gran experta en materia epidemiológica del Gobierno de Cantabria, se atreve a aventurar cómo vendrá la gripe este invierno, pero tiene claro que «si siempre es importante vacunarse, este año ... más si cabe». La baja incidencia de la enfermedad en el hemisferio sur hace albergar esperanzas de que dé menos guerra de lo habitual cuando llegue al norte, lo que ayudará a compensar, por otro lado, la de más que se prevé con la pandemia de covid. «Está claro que se aproxima un invierno en el que van a convivir los diferentes virus respiratorios, razón por la cual hay que tener más en cuenta que nunca la vacunación de la gripe, que es la enfermedad para la que podemos estar prevenidos», señala José Manuel Cifrián, jefe de Neumología de Valdecilla, uno de los servicios en los que más aprieta la presión durante el invierno.
«Incluso aunque la gripe sea más leve que otros años, supone un aumento de ingresos hospitalarios, al margen de los que se deriven del covid, que siguen un circuito diferenciado dentro del hospital», añade. Por eso defiende que «cuanta más población haya protegida de gripe, mejor». Henar Rebollo, jefa de Medicina Preventiva de Valdecilla, suscribe la afirmación y recuerda que «la vacuna es 100% eficaz para evitar complicaciones como neumonías e insuficiencias respiratorias. Puesto que para gripe sí tenemos protección, es muy importante que se vacune el mayor número de población posible», añade. El mensaje se repite cada otoño cuando se acerca la campaña de inmunización, que en Cantabria ha arrancado ya en las residencias de mayores y se extenderá a partir de la próxima semana en los centros de salud y hospitales. La 'ventaja' de este año, declara Rebollo, es que «las medidas impuestas para evitar el contagio de covid (mascarilla, distanciamiento social e higiene de manos) van a hacer de barrera también para la gripe». La mejor arma, la prevención. «Poder descartar la enfermedad en una persona vacunada cuando presenta un cuadro febril que puede hacer pensar en covid facilitará el diagnóstico y su rápido aislamiento, y con ello se puede evitar que se saturen las urgencias», apunta el neumólogo. La otra herramienta que, sin duda, determinará la gestión de los pacientes que ingresen son las nuevas pruebas (PCR) que valora incorporar el Servicio Cántabro de Salud.
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«Si diagnosticamos cuanto antes, podemos actuar lo antes posible. En los últimos años, con los test rápidos de gripe nos fue muy bien, no tuvimos contagios dentro del hospital», resalta la responsable de Medicina Preventiva, servicio enfocado al ámbito de los pacientes. El área de los profesionales sanitarios, destinatarios también de la campaña, lo gestiona Marco Gandarillas, jefe de servicio de Medicina del Trabajo, quien apela «al deber ético» para aumentar las tasas de vacunación entre la plantilla del hospital. «En los últimos años, hemos ido subiendo, hasta llegar a un 35%. En general, la sensibilidad en España es baja, aunque creo que este año la demanda sí va a aumentar de forma notable». Recuerda que «los trabajadores del ámbito sanitario somos un colectivo clave, no tanto por la afectación propia, que puede no pasar de unos días de malestar y fiebre, sino por el riesgo que suponemos como transmisores hacia los pacientes que atendemos. El 20% de la población general se infecta cada año, pero la mitad no sufre síntomas, aunque sí pueden contagiar. La vacunación ayuda a evitar brotes nosocomiales». Sin perder de vista, el impacto para el sistema de las bajas laborales.
José Manuel CifriánJefe de Neumología de Valdecilla
Henar RebolloJefa de Medicina Preventiva de Valdecilla
Marco Gandarillas -Jefe de Medicina del Trabajo de Valdecilla
La Consejería de Sanidad dispone de 182.000 vacunas, 60.000 más que otras temporadas. «Nunca Cantabria ha tenido tantas como este año», insistió ayer Navas, que garantizó que «hay de sobra para proteger a la población que lo necesita»: los grupos de riesgo, que incluyen los mayores de 60 años, los enfermos crónicos, inmunodeprimidos, embarazadas, niños nacidos de forma prematura y colectivos esenciales, desde los sanitarios a los trabajadores de residencias, fuerzas de seguridad, bomberos... y este año, como novedad, los docentes. Pero recordó también que la cobertura no alcanza a las personas que no se incluyen en ninguno de esos «grupos diana», que tendrán que adquirir a la inyección «de forma privada» si quieren protegerse o esperar a que se cierre la campaña de vacunación pública para acceder a las dosis sobrantes. Cierto es que nunca se ha agotado el suministro disponible. Pero tampoco nunca se había vivido un contexto de pandemia como el actual, que ha despertado una demanda que antes del covid prácticamente no existía.
La pandemia en Cantabria
Álvaro Machín
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