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En las últimas 24 horas, Cantabria ha registrado cuatro muertes por Covid-19 y la cifra de fallecidos asciende a 21. Según la información que manejaba anoche la Administración regional, la comunidad contabiliza desde el inicio de la crisis sanitaria un total de 810 casos, de los que 770 permanecen activos y 19 se han curado. Las cifras de este viernes reflejan un progresivo aumento de casos, ya que los datos que facilitó ayer Sanidad, correspondientes a los contabilizados la noche anterior, eran de: 276 personas hospitalizadas de las 671 confirmadas en la región con coronavirus y 17 fallecidos.
De total de casos que siguen en positivo, 329 están hospitalizados (25 en la Unidad de Cuidados Intensivos) y, el resto, 441, en aislamiento domiciliario. Entre ellos, hay 109 casos confirmados de personas de residencias de mayores (este número se ha doblado desde el martes) y 79 positivos por coronavirus en profesionales sanitarios.
Los 329 hospitalizados se encuentran repartidos en los hospitales cántabros. Un total de 182 están en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (de los cuales 19 están en la Unidad de Cuidados Intensivos); 77 en el Hospital Sierrallana (seis están en la Unidad de Reanimación y Cuidados Especiales); 58 más contabiliza el Hospital de Laredo y el Hospital Tres Mares de Reinosa tiene 12 ingresados.
El teléfono habilitado en Cantabria para las personas que tienen síntomas compatibles con el coronavirus es el 900 612 112, que ofrece a la ciudadanía toda la información que precise.
Para obtener información general relacionada con el coronavirus se pueden consultar las páginas web del Ministerio de Sanidad, Consejería de Sanidad o Servicio Cántabro de Salud o sus perfiles en redes sociales, con el fin de no colapsar los servicios telefónicos y obtener información de fuentes fiables y veraces.
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha empezado a movilizar a profesionales de la atención primaria a los hospitales por la crisis de la COVID-19, en concreto profesionales con experiencia en UCI y reanimación, y se va a trabajar de forma coordinada con la sanidad privada. Uno de los próximos pasos que van a dar las autoridades sanitarias de Cantabria es la intensificación del trabajo con la sanidad privada.
La idea que manejaba la Consejería de Sanidad era recurrir a la sanidad privada como apoyo de la pública, pero no para tratar pacientes con la COVID-19.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, lo explicó así hace una semana en una entrevista con Efe, en la que dijo que se contaría con el sector privado, «más que para derivar pacientes» con el coronavirus, para enviar casos sin esa enfermedad para recibir la asistencia necesaria.
La Consejería y el SCS van a coordinarse con la sanidad privada para combatir el virus y trabajan para avanzar en ese sentido, con derivación de pacientes y uso de sus instalaciones.
Además, el Servicio Cántabro de Salud ya tiene un inventario de los recursos sanitarios de la sanidad privada de la región (Mompía, Padre Menni y Santa Clotilde) que podrían emplearse en esta crisis del coronavirus, y ese inventario ya se ha trasladado al Ministerio de Sanidad.
Por otro lado, los profesionales de la atención primaria que se movilizarán a hospitales son personas que ya han prestado sus servicios en esos centros y que habían pasado a la atención primaria, confirman a Efe fuentes sanitarias.
Mañana van a empezar enfermeras de atención primaria que tienen esa experiencia previa en UCI.
Además, se va a mover a especialistas de hospitales que no atendían la COVID-19 a plantas con esos pacientes para que pasen a hacerlo.
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