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S. Sánchez / A. Bringas
Soba
Domingo, 16 de marzo 2025, 07:17
Cuatro personas han muerto en un accidente de tráfico ocurrido en el Puerto de Lunada a última hora de ayer, sábado. Según las primeras informaciones, el coche en el que viajaban se despeñó por una ladera y han muerto sus ocupantes. «Hacía más de 20 años que no sucedía un accidente de tráfico tan grave con tantas víctimas en Cantabria», ha subrayado la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, durante la rueda de prensa convocada de urgencia esta mañana en la Delegación de Gobierno.
El Gobierno regional y la Delegación del Gobierno informan que los fallecidos son los cuatro ocupantes del vehículo, dos mujeres y dos hombres de entre 20 y 21 años naturales de Madrid, que venían de viaje a Cantabria a pasar el fin de semana y perdieron la vida después de que su coche, que circulaba por la CA-643, se saliera de la vía en el kilómetro 12,700, a la altura de Soba, y se despeñara por una ladera de entre 200 y 300 metros de altura. Los cuatro integrantes del vehículo llevaban el cinturón de seguridad puesto en el momento del accidente. Ahora los cuerpos están en el Instituto de Medicina Legal a la espera de que se les practique la autopsia.
Transitar por esta carretera es muy complicado debido a la nieve. De hecho, desde esta mañana está señalada en rojo en el mapa de la DGT, desde el kilómetro 2 en La Concha al 13,9 en Valdició, lo que implica que los turismos deben contar con cadenas o neumáticos de invierno, mientras que los camiones y vehículos articulados tienen prohibido el paso.
En la rueda de prensa, el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, ha explicado que los que conocen esta carretera saben que hay un precipicio bastante pronunciado. Dice que, con una salida de vía, como fue el caso, «el vehículo ya cayó en tonel, dando ya muchas vueltas de campana. Por lo que todas las consecuencias del accidente tenían que ser muy graves, como así realmente fueron después», ha lamentado. Para Tolosa, la nieve que había no suponía el mayor problema en ese momento. Más bien, pudo ser una confluencia de factores: «Es una carretera muy estrecha y entonces pues cualquier maniobra, cualquier distracción, podría haber algo de hielo en la calzada (...) pero quizá eso es lo que tiene que estudiar la Guardia Civil con detalle y es lo que provocó la salida de la vía. Quizá en otro tipo de carretera pues hubiera tenido unas consecuencias mucho más pequeñas, pero en este caso concreto, provocó el despeñamiento del vehículo».
El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso en torno a las 22.00 horas de ayer desde el teléfono móvil de uno de los ocupantes del vehículo siniestrado, que envió una alerta automática tras detectar el impacto, y hasta el lugar de los hechos se desplazaron para atender el incidente bomberos del parque de emergencias de Villacarriedo, bomberos de Santander, personal de mantenimiento de carreteras, la Guardia Civil de Tráfico y el 061.
Además, participaron en las labores de rescate del vehículo siniestrado y de los ocupantes fallecidos técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria debido a que el vehículo siniestrado se encontraba en una zona de muy difícil acceso.
Ante la gravedad del siniestro y la dificultad de acceso a la zona en la que se encontraba el vehículo siniestrado, fue necesaria la participación de bomberos de Santander y técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria para proceder al rescate de los cuerpos a las 01.25 horas tras la autorización de la Guardia Civil, una vez certificada la muerte de los 4 ocupantes del vehículo siniestrado.
El rescate se prolongó hasta las 06.00 horas ante la dificultad de acceso, siendo un equipo de entre 9 y 10 personas las que realizaron las maniobras tanto de excarcelación como de reporte de los cuatro ocupantes.
Al lugar del siniestro también se movilizó por parte del Gobierno de Cantabria al equipo de psicólogos para atender a los cuatro jóvenes que viajaban en un vehículo que acompañaba al siniestrado y que resultaron ilesos trasladados a un alojamiento rural cercano al lugar del accidente.
El tramo en el que ocurrió el fatal accidente es una peligrosa trampa cuando hay nieve. Tanto es así que el alcalde de Soba, Julián Fuentecilla, considera que «debería cerrarse al tráfico, para que nadie se acerque». Además, justo en estos días en el que la zona está nevada acuden numerosas personas a Lunada, tanto de día como de noche, para disfrutar de la nieve, y más en un fin de semana como este, que podría ser el último de la temporada. Este domingo por la mañana la carretera de acceso a Lunada desde Soba está intransitable por la cantidad de hielo y nieve que hay.
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