Después de ocho olas protagonizadas en solitario por el covid y de dos temporadas con la gripe casi desaparecida, la situación epidemiológica que le toca analizar al director de Salud Pública, Reinhard Wallmann, es nueva. Con cuatro virus respiratorios en circulación de forma simultánea y ... que aún no han llegado al momento de plena ebullición. «Lo peor vendrá en noviembre».
–Infecciones respiratorias en aumento, gripe anticipada y de nuevo covid... ¿en qué momento estamos y qué invierno se avecina?
–Las infecciones respiratorias siempre nos dan algunas sorpresas, lo hemos visto con covid, y ahora lo vemos con la gripe, con una onda bastante anticipada (debutó a principios de septiembre cuando lo normal es a mediados de diciembre). Además, tenemos signos de incremento de covid. En Cantabria aún no podemos hablar de nueva ola, pero hay comunidades que en la última semana están notando un aumento de la hospitalización. Añadido a esto, hay bastante circulación de rinovirus y adenovirus. Estamos ante una elevada incidencia de infecciones respiratorias. Y aún falta el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que hasta ahora no había entrado en escena. Acabamos de detectar los primeros casos, así que es probable que suba a partir de ahora.
–¿Va a ser difícil en las próximas semanas no contagiarse de algo?
–Sí, ahora mismo existe un riesgo elevado de contagiarse de una enfermedad respiratoria, más si uno tiene mucha vida social. Por eso, vemos que hay muchos niños afectados, por la gripe sobre todo.
–¿Están viéndose más complicaciones por gripe de lo normal?
–Vemos mucha casuística de gripe, pero de momento los indicios que tenemos es que no es más virulenta que otros años (hasta la fecha deja tres fallecidos). En Australia también hubo muchos casos, pero poco impacto hospitalario.
–¿Dice que no se puede hablar aún de novena ola de covid?
–En Cantabria, por ahora no, mientras no tenga impacto en hospitalización. Pero es probable que empiece porque en los países de alrededor han tenido un incremento potente y en España ya hay comunidades que lo están registrando. Seguramente, vendrá.
Campaña
«Si uno se vacuna hoy, se protege más para los próximos meses, no sabemos lo que va a venir»
–¿Hay alguna variante a la vista que pudiera complicar las cosas?
–De covid nos movemos todavía en el espectro Ómicron. Mientras no aparezca en el horizonte una nueva variante de preocupación (la próxima se llamará PI, siguiendo el orden del alfabeto griego), podemos contar con ondas, pero no de impacto extraordinario, sino más bien leves. Todas nuestras ondas han estado protagonizadas o por una variante nueva distinta o por una subvariante de Ómicron (las últimas tres), por lo que lo probable es que si viene otra onda sea causada por otra subvariante de Ómicron. Microbiología está detectando múltiples subvariantes nuevas, sin que ninguna esté empezando a dominar. En el radar de España están las identificadas como BQ1 o BA.2.75; puede que en las próximas semanas cojan algo más de protagonismo, pero eso es difícil de pronosticar.
–¿Es buen momento para recordar las recomendaciones aprendidas en los años de pandemia?
–Seguimos en la era de la autorresponsabilidad. Las personas vulnerables y los que conviven o tienen contacto estrecho con ellas deben intensificar las medidas de protección para evitar contagios y, obviamente, vacunarse con un segundo recuerdo todos los mayores de 60 años.
–Está costando más que la gente se vacune, ¿cómo van las campañas, ahora simultáneas?
–Nos ha costado arrancar la vacunación covid porque nos llegó la de la gripe más tarde; tuvimos que desplegar dos campañas, cuando lo suyo hubiera sido hacerlo a la vez, pero no fue posible. Así que tuvimos que empezar con la de covid y después seguir con la de gripe. Ahora ya ha cogido rumbo. Hemos vacunado a 23.356 personas de covid desde el 26 de septiembre, el 13,1% de los mayores de 60 años: si desglosamos por edad, tenemos vacunado al 32,9% de los mayores de 80 años, al 6,6% de los de 70 a 79 años y al 3% de 60 a 69 años. Prácticamente hemos acabado en las residencias de mayores, al 83% de los usuarios se les ha puesto ya el segundo recuerdo (algunos están excluidos porque han pasado recientemente la infección).
Recomendación
«Las personas vulnerables y sus contactos estrechos deben intensificar la protección»
–¿Y el personal sanitario cómo está respondiendo, hay rechazo a volver a vacunarse de covid?
–Aquí hablamos de datos provisionales, puesto que aún se está vacunando, pero hasta la fecha se ha vacunado de covid el 19% de los médicos y el 14% de las enfermeras; mientras que de gripe lo ha hecho el 36% y el 24%, respectivamente. Aunque hay casos que no se puedan vacunar porque han pasado el covid hace menos de cinco meses, sí que vemos que de los que se van a vacunar contra la gripe, un poco más de la mitad se pone la de covid. No sé si llamarlo rechazo, pero sí menos ganas de vacunarse de covid, lo cual no es bueno. En población general, iremos viendo que aumenta el rechazo a medida que baja la edad, porque están más sanos y no se sienten tan vulnerables.
–¿Por qué deberían vacunarse?
–El segundo recuerdo tiene mucho sentido por dos razones: claramente, renueva la protección contra la enfermedad grave, y es algo que debemos de aprovechar; y segundo, porque es la primera vez que la vacuna está adaptada a una variante del coronavirus. Hasta ahora habíamos vacunado con un molde basado en virus original, el de Wuhan, el primero que se detectó. Si uno se vacuna hoy, también lo hace para los próximos seis meses, que no sabemos lo que va a venir, pero lo más probable es que si viene una nueva variante de preocupación (PI) probablemente parta de Ómicron, y teniendo esa vacuna adaptada la protección va a ser más efectiva.
–¿Pasará el pico de infecciones antes de las Navidades?
–La gripe siempre transcurre en una ventana de cuatro meses, así que es de esperar que para finales de año se haya calmado la situación. Y las olas de covid suelen ser tres meses también, lo que pasa es que estamos muy al principio, por lo que puede dar guerra justo en Navidad.
–Hay países de Europa que, en vista del aumento de covid, abogan por recuperar las mascarillas, ¿comparte la recomendación?
–Bueno, en España se mantuvo en el transporte público porque ya había indicios de ese aumento. Seguimos en el modo autorresponsabilidad, no hay una variante de preocupación que nos haga reaccionar de forma diferente a las últimas ondas de Ómicron. Si aparece PI es cuando volverá la incertidumbre y habrá que plantearse otra vez medidas, como la mascarilla en interiores.
–Volviendo a la gripe, ¿el alto impacto en niños se debe a que durante la pandemia se ha debilitado su sistema inmunitario?
–No hay nada llamativamente diferente a otras ondas de gripe. Es muy típico que circule mucho en niños, los más susceptibles cuando empiezan la escolarización, porque su sistema inmune jamás ha visto el virus de la gripe. ¿Qué pasa ahora? Que la última onda potente fue en el 2019-2020, por lo que hemos acumulado no una cohorte de niños que se escolarizan, sino que la del año anterior tampoco experimentó apenas contacto con la gripe. No es un debilitamiento del sistema inmunitario, sino falta de exposición, no ha tenido la oportunidad de enfrentarse al virus. Por eso no sorprende nada tener muchos casos en niños. En hospitalización, en cambio, es a la inversa, tenemos pocos jóvenes y muchos mayores.
–¿Son más frecuentes las complicaciones en los hombres?
–Sí, en la hospitalización por gripe, el 60% son hombres. Mientras que la transmisión se produce a partes iguales. Ocurre también con covid, pero no se ha podido concretar por qué.
–¿Ahora mismo cuál de los dos está causando más ingresos?
–Están a la par. De momento estamos muy bien en los hospitales, teniendo en cuenta la cantidad de virus en circulación. Podría ser peor, la verdad.
–¿Noviembre se espera peor?
–Sí, lo peor está por venir.
–Hace meses empezaron a distinguir los ingresos con y por covid para afinar también las causas de fallecimiento en estos pacientes. ¿Alguna conclusión?
–Hemos revisado todos los casos desde la llegada de Ómicron, porque vimos que muchos fallecían por otra causa principal, aunque tenían una infección adicional de covid. Según esa revisión, tendríamos que quitar muertes al recuento. En concreto, habría 145 fallecidos con covid, que consideramos que su principal causa de muerte es otra, aunque están contabilizados en el balance total.
–Cantabria está a punto de llegar a las mil muertes covid desde el inicio de la pandemia, ¿se ha podido escapar alguna víctima de ese recuento oficial?
–En Cantabria, al ser una comunidad pequeña, hay muy buen registro de defunciones. La gran mayoría fallece en el hospital, y es difícil que se nos escape alguno. Más bien, hemos contado de más, según esa revisión retrospectiva.
«El covid y enfermedades cardiovasculares por la ola de calor explican el exceso de mortalidad»
–¿Ya han analizado las causas del exceso de mortalidad registrado en Cantabria en el primer semestre de este año?
–Sí, hemos terminado un estudio exhaustivo. Si comparamos la serie temporal desde 2009 a 2022 (de enero a julio), vemos que 2021 fue el mejor, con menor mortalidad, y 2022, el peor. De ahí que saliéramos tan mal en la comparativa, porque se hizo sobre la diferencia de un año a otro, y no sobre la mortalidad en sí. Respecto a las causas principales de muerte, hemos cogido los datos preliminares de cada uno de los fallecidos y hemos visto dos cosas: un incremento de enfermedades respiratorias, que coincide con las tres olas de Ómicron, pero también un aumento muy llamativo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo en las semanas 29 y 30, justo en la época de ola de calor y que además coincide con la última onda de Ómicron. Se sabe que las personas con enfermedades cardiovasculares son más susceptibles a fallecer en una ola de calor, porque el trabajo de cardio para refrigerar al organismo es elevado. Ese pico de mortalidad por esta causa se ha visto en todas las comunidades, pero sobre todo en las del norte.
–¿Cuándo tendrán los resultados del estudio de covid persistente que están realizando?
–Esperamos que a finales de noviembre o principios de diciembre. Se ha encuestado a 1.357 personas, la mitad ha tenido covid y la otra mitad, no. Se trata de analizar si hay diferencias significativas en dolor de cabeza, fatiga, falta de concentración, etc. en la cohorte de covid y con ello determinar qué porcentaje puede sufrir covid persistente.
–¿Se está notando un aumento de infecciones por bacterias resistentes a antibióticos?
–Esa otra pandemia, que ya es un problema, lo será aún más en el futuro, pero va a un ritmo mucho más lento. Llevamos años advirtiendo de sus consecuencias. Si no se logra frenar, para el año 2050 puede ser una causa de muerte superior al cáncer. Todos los grandes logros de la medicina moderna se basan en el uso efectivo de los antibióticos.
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