Un cumpleaños entre cuevas y pinturas rupestres

Quince años después, con motivo de ese acontecimiento, el centro se ha propuesto enunciar ese hechizo de nuevo: acercar este campo a la sociedad, sus últimos avances y su desafío a través de un programa divulgativo y cultural -exposiciones, conferencias, visitas guiadas y jornadas de puertas abiertas- que se extenderá durante todo el mes de noviembre. ¿Qué esconden los yacimientos y cavidades a nuestros pies? ¿Cómo eran las comunidades que habitaron el territorio? ¿Por qué es importante estudiar y proteger este patrimonio?. La prehistoria más presente que nunca.

Como director del IIIPC, Jesús González Urquijo sabe que el margen de investigación del organismo va más allá del fuego y la rueda: «Trata de conocer el origen de multitud de fenómenos sustanciales para comprender las sociedades de hoy en día. Hablamos de la simbología, del arte, de la figura del Estado, el comercio, la desigualdad, la solidaridad...». En definitiva, características y cualidades que pertenecen a la humanidad y a la que los investigadores del organismo tratan de dar respuesta todos los días. En términos de patrimonio arqueológico - especialmente del paleolítico-, ya es conocido que la región y toda la cornisa Cantábrica son lugares más que privilegiados para realizar esas indagaciones. Pero, ¿por qué? «Fundamentalmente gracias a las condiciones climáticas y, en consecuencia, a la función que entonces cumplía el sur de Europa para estas familias, como refugio contra el frío. Igualmente, las formaciones karsticas y las cuevas de la zona han conservado especialmente bien los yacimientos que conocemos hoy», responde González.

De esta riqueza nace buena parte del impulso que hoy caracteriza a la labor que ejerce la comunidad autónoma, «una tradición historiográfica» que ha desembocado en la creación de organismos como el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas. «Su creación no es casual. Tiene que ver con que haya yacimientos importantes pero también con una tradición de investigación que no ha nacido hace 15 años sino mucho más tiempo atrás», apostilla el responsable.

Para celebrar el aniversario, el IIIPC ha organizado una lista de actividades recogiendo los hitos y resultados más destacados de su investigación. Objetivo: acercar el conocimiento sobre estos periodos a la sociedad de Cantabria. Para el director del instituto, hay tres etapas a destacar y sobre las que ha girado buena parte del trabajo llevado a cabo en el organismo en estos últimos quince años. El primero, los pobladores neandertales que habitaron el Cantábrico de forma inicial; en segundo lugar, los cazadores paleolíticos, próximos a la época de Altamira y, por último y fundamental, la revolución neolítica y la aparición de la ganadería y la agricultura como conjunto de actividades asentadas entre estas comunidades. Igual de importante es la conservación de todo lo anterior, un ámbito en el que el IIIPC también se ha querido centrar. Preservar la estructura de las cavernas -métodos de control de temperaturas, condiciones...-, el estudio del arte paleolítico o la conservación de estos entornos más allá de nuestras fronteras.

Sobre estos grandes ejes gira la exposición 'Prehistoria en Vanguardia' que, hasta el 24 de noviembre, convoca a la ciudadanía en el Palacete del Embarcadero a través de una muestra centrada en los orígenes del Paleolítico y los primeros pobladores de la región cantábrica, los últimos grupos de cazadores recolectores durante el Paleolítico superior y la revolución neolítica. La presentación no pasa por alto la importancia del arte y aborda igualmente la presencia de pinturas, grabados y estudios sobre el contexto de esos artistas y la aplicación de nuevas tecnologías en los procesos de investigación.

Pero la apuesta no se queda ahí. El instituto ha organizado una línea paralela de actividades con ciclos de conferencias y varias visitas guiadas a cuevas prehistóricas que se están desarrollando en todo el mes de noviembre y, además, en diferentes puntos de la región, desde Santander hasta Santillana del Mar, pasando por Ribamontán al Monte, Val de San Vicente, Puente Viesgo o Ramales de la Victoria.

De ahí las conferencias sobre la prehistoria en Cantabria que, entre el viernes y el sábado, acogerán el Ateneo de Santander y el Paraninfo de la UC. La lista de ponentes está conformada al completo por investigadores del Instituto de Prehistoria (IIIPC) y abordarán el estudio del período más antiguo de la historia de la humanidad desde muy diferentes ámbitos del conocimiento: arqueología, física, química, geología... La máquina del tiempo está abierta a todos los públicos.

Después de dos semanas aprendiendo sobre Altamira, el arte parietal o los ritos y prácticas funerarias que hacían nuestros ancestros, tanto este fin de semana como el siguiente llegarán con nuevas propuestas para los interesados. La primera será este viernes a las 19.00 horas en el Paraninfo de la UC para abordar los '30 años de Investigaciones en la cuenca del Asón', de la mano del Catedrático de Prehistoria (UC) Manuel R. González Morales. Al día siguiente, el sábado, el propio Morales hablará sobre 'La Cueva de la Fuente del Salín: arte rupestre y vida cotidiana hace 27.000 años', esta vez a las 20.00 horas en la Casa de la Cultura, en Unquera. Por último, el ciclo de conferencias se clausurará en el Paraninfo el viernes 29 de noviembre, a las 19.00 horas, con 'El enigma neandertal: sociedades neandertales en la Región Cantábrica', charla impartida por el director del IIIPC, González Urquijo.

Pero las actividades no quedan ahí. La institución cierra el círculo del aniversario con una serie de visitas centradas en la labor del centro en toda la geografía cántabra. Después de visitar la Cueva de Covalanas, en Ramales de la Victoria; y el Complejo Arqueológico de la Garma, en Omoño (Ribamontán al Monte), el Instituto de Prehistoria organiza un pase único de ocho personas para una visita guiada a la Cueva del Castillo, en Puente Viesgo, el sábado 23 de noviembre a las 09.45 horas. «Todos son lugares que han propiciado hallazgos muy importantes», agrega Urquijo.

¿Y qué pasa con el futuro? Preguntado por los retos y objetivos que se marca el IIIPC para los próximos años, el director aseguró que, en el ámbito de estas investigaciones, «una parte importante de nuestra labor y propósitos suelen ser continuistas». Para hacerse a la idea, explica el experto, «los objetivos y las tareas en las que estamos embarcados son cuestiones que se resuelven a largo plazo, por una parte porque son muy complejas y, por otra, porque nuestros medios son escasos». Y añade, de hecho, que desde que un investigador se plantea una cuestión hasta que consigue excavar u obtener un material del que sacar una conclusión o una interpretación «pueden pasar fácilmente de seis a ocho años».

De una cosa sí que está seguro el dirigente, que asegura que «los próximos diez años de las investigaciones en el sector serán cruciales». A Urquijo le gusta rescatar los manuales de prehistoria de hace décadas para comprobar la evolución que llevan las indagaciones. «Aquellas ideas parecen ingenuas porque ahora hemos acumulado mucha información y métodos de conocer mejor cómo eran aquellas sociedades pero es posible que dentro de 30 años nos lean a nosotros con esa sensación. Una cosa es segura: queda muchísimo por descubrir y nos vamos a llevar muchas sorpresas».