

Secciones
Servicios
Destacamos
De entre todos los delitos comunes conocidos, tal vez los robos en viviendas son los más inquietantes para la población. Sólo en Cantabria ... se registraron el pasado año 979 denuncias relativas a este tipo de hurto, el más numeroso según la clasificación que publica anualmente el Ministerio de Interior, cuyos datos ha dado a conocer hace unos días. Lo más frustrante es que sólo el 18% -unos 178 casos- fueron esclarecidos. Conocido el 'modus operandi' de las bandas dedicadas a ello y la complejidad a la hora de estudiar este tipo de sucesos, se comprende mejor la dificultad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para resolverlos.
El primer escollo reside en la profesionalización del caco: «En las grandes poblaciones, sobre todo Santander y Torrelavega, estamos hablando de que nos enfrentamos a bandas extranjeras especializadas y perfectamente organizadas que se dedican a esto», explican fuentes de la Policía Nacional, quien tiene competencia para actuar en los grandes núcleos poblacionales.
Son pacientes, estudian las características de los vecinos, fijan el objetivo y aprovechan cualquier despiste para entrar en los domicilios, llevarse dinero, joyas y teléfonos móviles, para salir inmediatamente sin levantar sospechas. «Unos suelen vigilar y otros son los que entran en las viviendas. Procuran aprovechar las temporadas de vacaciones, en verano, y buscan pasar desapercibidos. No se van a llevar un televisor; sólo les interesan pequeñas cosas de valor, como joyas, dinero y teléfonos móviles de alta gama». Por suerte la violencia no se encuentra entre sus métodos. «Entran a la fuerza en las viviendas, pero nunca cuando están habitadas. Nunca barajan jugársela hasta ese punto, por suerte», aclaran fuentes de la policía.
Noticia Relacionada
Y a la hora de abandonar el lugar siempre priman los inmuebles que estén bien comunicados con una buena escapatoria. «En Santander, por ejemplo, un entorno que cumple con estas características de alto poder adquisitivo y que tenga buena salida por carretera está en el entorno de la S-20. Es allí donde registramos un mayor número de este tipo de sucesos».
Estos grupos de profesionales de la delincuencia llegan a España procedentes de Latinoamérica, en el mayor de los casos; en otros hay una actividad menor de colectivos de mujeres rumanas que tienen menos especialización, pero que engrosan la cifra de robos igualmente. «Sobre todo en el caso de los primeros es muy complicado seguirles la pista cuando abandonan la región, porque trabajan en toda España». Y más aún si dejan el país. Incluso llegan a fundir el oro robado en joyas para poder viajar con lingotes. «Una vez logrado eso, es complicadísimo seguirles la pista», se suma en la explicación otra fuente de la Guardia Civil, que en la región da cobertura a todo el entorno rural. «Es el menos poblado, pero también el que más extensión de territorio ocupa».
En la Cantabria verde el perfil de ladrón cambia un poco. Se convierte en un fenómeno más local, improvisado y poco profesional. «Es gente que no programa las acciones, que vive al día. Cuando necesitan para sus vicios o para vivir, roban», explican las mismas fuentes.
s-20, la zona preferida
Suelen esperar a que el sol se ponga y es por la tarde cuando encuentran más facilidades para entrar en las casas deshabitadas. Les vale cualquier cosa: «Incluso en uno de los últimos casos, en que entraron en una cuadra, se llevaron hasta los campanos». Encajan mucho más con el delincuente común que se encuentra en la región. Una persona sin trabajo, socialmente excluida y muchas veces drogodependiente. Se agrupan en colectivos de al menos dos colaboradores, donde uno vigila mientras otro roba, y siempre que se ha logrado sorprenderlos ha sido, de alguna manera, gracias a la colaboración ciudadana.
bandas organizadas
La primera inspección ocular ya sirve para recabar los indicios del delito. Luego la sección científica de la policía cuenta con métodos de lo más sofisticados para dar solución a cada robo. A los bien conocidos como las huellas dactilares, los restos de ADN o los registros de las cámaras de seguridad, se suman otros tan curiosos como el llamado otograma. Un sistema inventado por la Policía Nacional en Cantabria, que se ha exportado a todo el país y que desde hace décadas ayuda a identificar personas que han perpetrado robos. Consiste en identificar las huellas de las orejas en las puertas. «Aunque parezca una tontería es una acción muy típica de quienes entran en una casa. Lo primero que hacen es pegar el pabellón auditivo para escuchar a ver si hay alguien dentro», confirman fuentes de la científica en Santander.
colaboración ciudadana
Pero de cualquier manera lo que comparten Guardia Civil y Policía Nacional es la petición pública de la colaboración ciudadana. «Es crucial para identificar a los delincuentes en el momento de los hechos. Cualquier vecino que vea algo sospechoso debe llamar 091 o al 092. Que no se preocupe porque es una llamada que para nosotros permanecerá en el anonimato pero puede ayudarnos a solucionar casos y lo que es más importante, a prevenirlos. No nos sirve tanto que nos llamen cuando ya se ha perpetrado el robo. Basta con una sospecha. Lo idóneo es sorprenderlos antes de que cometan la acción, o espantarlos».
Prevenir es, de hecho, otro de los puntos sobre los que hacen mayor hincapié policía y Guardia Civil. Mantener el felpudo en su sitio, cerrar la puerta con doble vuelta de llave, pedir a alguien que recoja el correo cuando esté de vacaciones, no cerrar del todo las persianas y sobre todo tener un inventario de los objetos de valor para el caso de que haya que formular una denuncia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.