«Nuestro día a día será muy parecido»

«Las categorías nacionales ya tenían salvoconducto para viajar por todo el país para competir; y los que no podían hacerlo han continuado jugando en Cantabria. Por eso no va a cambiar mucho la situación del deporte», explica José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol. «Los que juegan al aire libre, como sucede con el fútbol, podrán seguir jugando, y los que lo hacen en interiores, como los pabellones, continuarán sin poder hacerlo porque los interiores están clausurados para esto».

Así las cosas, nada será diferente en el deporte cántabro a partir de este domingo, olvidado ya el estado de alarma.

En otra de las dimensiones de la práctica deportiva, la de los gimnasios, la situación se plantea parecida. Nada indica un cambio en las restricciones a partir de hoy. «De momento no sabemos nada pero imagino que en cuanto tengan un plan nos lo comunicarán, porque sí que me consta que están pensando en nuevas medidas», avanza Isabel Vega, directora del gimnasio Marisma Wellness Center y representante del sector en la región.

Tal y como está la situación ahora, se permite sólo un tercio de los aforos y las clases dirigidas pueden reunir a cuatro personas. Los vestuarios están cerrados salvo para el uso de las piscinas.

«Lo que solicitamos, entre otras cosas, es la apertura de los vestuarios, porque eso es un detalle que lastra mucho la actividad deportiva. Hay gente que está acostumbrada a ir al gimnasio, ducharse, cambiarse e ir a trabajar. Si no puede hacerlo, no puede introducir esta rutina en su día a día», aclara Vega.

El colectivo ha presentado también una serie de peticiones de cara a este regreso paulatino a la normalidad, si es que puede calificarse como tal el fin del estado de alarma. «Necesitamos que la contratación de servicios deportivos se pueda deducir de la cuota autonómica del IRPF y que el deporte se prescriba en la receta deportiva».