Secciones
Servicios
Destacamos
Si hace un mes se hablaba de la posibilidad de modificar la Ley de Caza para atajar el problema de la superpoblación de jabalíes en los municipios de la costa oriental de Cantabria, el empeoramiento de la situación ha llevado al Ejecutivo a cambiar ... el discurso. Y el protocolo. Lejos de modificar la normativa, la Consejería se plantea autorizar controles poblacionales en -al menos- los municipios de Ribamontán al Mar, Escalante, Noja y Ampuero, donde la presencia de los cerdos salvajes está ocasionando serios problemas a la población. La medida se traduce en que sean los agentes del Medio Natural quienes realicen batidas controladas, «teniendo en cuenta que los jabalíes se encuentran entre las casas habitadas, por lo que pegar tiros entraña cierto peligro».
La Consejería está a la espera de «recibir los informes de los agentes sobre la situación actual», tras lo cual activará el protocolo de urgencia «para intentar eliminar a los ejemplares» que merodean a sus anchas por las urbanizaciones de estos municipios de la costa.
Noticia relacionada
La presencia de los suidos mantiene en vilo a los vecinos de la zona, que casi cada mañana se encuentran con el «desagradable» rastro que deja el animal en sus terrenos, con vallas destrozadas y jardines dados vuelta. El último episodio lo protagonizó la propietaria de la Posada La Merced, María Luz Calvillo, en Loredo, quien tuvo que huir de un jabalí que corría hacia ella a toda velocidad. Eso «y la presencia de uno de estos animales cerca de un parque infantil en Noja» ha llevado a la Consejería a cambiar el rumbo de sus actuaciones y tomar una decisión «con la máxima inmediatez, antes de que pueda ocurrir un accidente de mayor envergadura». Y es que la aparición de los jabalíes en las zonas costeras era hasta hace poco algo testimonial, ya que habitaban más bien los valles del interior, por lo general menos poblados.
La Dirección General de Montes ya autoriza que se realicen extracciones en las inmediaciones de las autovías cuando los cerdos salvajes representen un peligro para la circulación, como sucede a menudo en puntos concretos. Se trata de excepciones que contempla la normativa, que impide actuar en las denominadas «zonas de seguridad», como los entornos urbanos o a los pies de la carretera. La intención de Desarrollo Rural era ejecutar una actuación «a mayor escala», pero la realidad se le ha adelantado. Los habitantes de estos pueblos, los cazadores y los propios ayuntamientos le han pedido a la Consejería que actúe con la mayor celeridad. Cada vez tienen más jabalíes al lado de casa y menos paciencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.