La Policía detiene a cinco individuos involucrados en un tiroteo en Cazoña

Según ha podido saber este periódico, el suceso se produjo en torno a eso de las cinco de la madrugada junto al número 58, adosado al 56, donde en la Nochevieja del año 2015 se produjo otro tiroteo en el que se vieron envueltos dos individuos. Uno, el autor de los disparos, fue detenido días después en Barcelona y el otro, su víctima, quedó gravemente herido.

Al parecer, la refriega se desencadenó cuando dos hombres que viajaban a bordo de una furgoneta –un padre y su hijo, los dos con antecedentes– detuvieron el vehículo a la altura de una tercera persona –un hombre también con antecedentes– que paseaba con su perro y al que conocían por haberles suministrado sustancias estupefacientes en varias ocasiones.

Se produjo entonces una discusión entre ellos que este último elevó de grado desenfundando un revólver y efectuando dos disparos. Bien porque sólo pretendía intimidarles bien porque erró ambos tiros, lo cierto es que el autor no consiguió herir a nadie.

Lo que sí consiguió fue alertar a una dotación de la Policía Nacional que patrullaba por las inmediaciones y que, al oír las detonaciones, se dirigió rápidamente al lugar, donde los agentes lograron interceptar a los dos ocupantes de la furgoneta –al padre y su hijo– antes de que se dieran a la fuga.

Después de asegurar a ambos, comunicar lo sucedido por radio y aguardar la llegada de refuerzos, los policías se lanzaron a la búsqueda del autor material de los disparos, que, al contrario de los otros dos, consiguió huir del lugar tras desprenderse del arma.

Los agentes no tardaron en averiguar que el sospechoso se había refugiado dentro de una vivienda que está situada en esa misma calle –en el portal número 58, concretamente– y en la que, según parece, vive un conocido que en ese momento estaba acompañado por una quinta persona.

Comoquiera que ninguno de los tres accedió a abrir la puerta a los agentes, y ante la probabilidad de que alguno de los ocupantes de la vivienda estuviera armado, los policías optaron por poner la situación en conocimiento de sus superiores, que, siguiendo el protocolo de actuación previsto para este tipo de sucesos, y para evitar que la cosa fuera a más, ordenaron la intervención de una unidad del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES).

Considerados los hermanos pequeños de los 'geos', los 'goes' forman una brigada de policías de élite creada en 1989 precisamente para desahogar el trabajo de sus mayores. Como ellos, están entrenados para resolver este tipo de conflictos, que, si llegaran a agravarse en extremo, dejarían ya en las manos de los 'boinas granates'.

Distribuidas estratégicamente, las bases operativas de los 'goes' están en Barcelona, Valencia, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Zaragoza, Madrid y Bilbao, que es, precisamente, la que ayer se desplazó hasta Santander.

Lo hizo por carretera y para nada, porque, al final, afortunadamente, no tuvo que intervenir.

La mediación de un negociador de la Policía Nacional, que consiguió convencer a los ocupantes del piso para que desatrancaran la puerta (antes de que los 'goes' la derribaran a patadas) fue suficiente para resolver un conflicto que se saldó sin heridos y con un total de cinco detenidos que fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición judicial.

Entonces sí, Francisco Iturrino recobró el pulso que perdió durante cinco largas horas.