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La Guardia Civil de Cantabria ha detenido a cinco menores e instruido diligencias en calidad de investigados a otros tres, todos ellos con edades comprendidas entre los 15 y 17 años de edad, como presuntos autores de la agresión a otro menor en Puente ... San Miguel el pasado día 13 de mayo.
La víctima se encontraba de paseo con su pareja por la zona denominada como 'Skate Park', situada en la citada localidad, cuando un grupo de menores, «sin motivación alguna», según indica la Benemérita, «propinó al varón una brutal agresión, debido a la cual tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario donde fue atendido de heridas de gravedad». Minutos más tarde, y una vez la Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos, se personaron en el lugar diversas patrullas, pero los presuntos agresores ya habían huido.
Vecinos del lugar donde se produjo la paliza, en los alrededores de la Casa de Juventud, en La Veguilla, vieron a los agresores la misma tarde de los hechos llegar en grupo al lugar cargados con bolsas llenas de botellas de alcohol. «Iban a hacer botellón. Es lo que hacen siempre en esta zona y nadie hace nada para solucionarlo. Estamos hartos», denuncia un residente en la zona que prefiere omitir su nombre.
La víctima, el chico de 16 años, fue increpado por los agresores, según explican fuentes cercanas a la familia. La pareja decidió marcharse hacia Puente San Miguel, pero el grupo que presuntamente le propinó la paliza, que según los testigos había llegado caminando desde Torrelavega, «les siguió y se ensañaron con él». Lo primero fue tirarle al suelo cuando uno de ellos le golpeó por la espalda. Después se sumaron los acompañantes.
Tras semanas de laboriosa investigación, los agentes lograron identificar a nueve menores participantes en diferente medida en el ataque. Uno de ellos es menor de 14 años y todos han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Santander.
El pasado viernes, día 20 de mayo, centenares de personas -entre ellos muchos menores- se concentraron frente al Ayuntamiento de Reocín para mostrar su repulsa a la violenta paliza. El alcalde de la localidad, Pablo Diestro, leyó unas palabras que fueron un llamamiento a alzar la voz ante «cualquier acto de esta naturaleza que veamos en nuestro entorno». «No a la violencia. Por una vida sin miedo», apuntó.
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