Un día de enero con los termómetros por encima de los 20 grados en Cantabria

Esta circunstancia motivó que los cántabros y quienes decidieron visitar la región para pasar su tiempo de ocio se echaran a la calle en busca de los rayos del sol y de temperaturas que permitieron guardar al abrigo por un día.

Según los datos registrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), San Roque de Riomiera ha sido el punto del mapa nacional con la temperatura más alta –28,9 grados centígrados a la una y media de la madrugada del sábado–, por delante incluso de varios municipios de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas.

De entrada, llama tanto la atención ese récord, sobre todo por la hora a la que se marca –en plena noche–, que no es descartable que pudiera tratarse de un error de medición. Incluso vecinos de San Roque cuestionaban, extrañados, esa máxima. «Sí que ha hecho más calor de lo normal para esta época del año, pero no creo que hayamos alcanzado esa temperatura», afirmaba Aitor Lobato, de La Lleldiría-Fermentería de los Valles Pasiegos.

Ya por el día, los municipios que alcanzaron las temperaturas más altas de la jornada en Cantabria, a las dos de la tarde, fueron Tama (24,8 grados), Ramales de la Victoria (24,2 ºC) y San Felices de Buelna (24,1 ºC).

La información registrada por la Aemet también situó a Alto Campoo, que sigue a la espera de que vuelva la nieve para que su estación de esquí recupere la actividad, con las terceras rachas de viento más altas de España (72 km/h); mientras que la velocidad máxima del viento se alcanzó en San Roque de Riomiera (45 km/h).

Más allá de los fríos datos, la jornada veraniega dejó diferentes estampas llamativas en un enero que empieza a dar sus últimos coletazos. Como muestran las fotografías captadas por este periódico en Santander, decenas de personas se echaron a la calle para disfrutar del domingo de diferentes maneras. Unos optaron por tomar el aperitivo en una de las numerosas terrazas de la capital cántabra. Otros prefirieron aprovechar para dar un buen paseo por la costa o para hacer deporte en los arenales del Sardinero.

Y los más valientes se decantaron por darse un baño en aguas del Cantábrico, como los integrantes del Club de Natación San José Obrero, de Zamora, que participaron este fin de semana en una competición en Maliaño. «No podíamos irnos de Santander sin bañarnos en sus playas», comentaban en pleno chapuzón.