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El día que el lobo entró en el Lespre, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, allá por septiembre del pasado año, se rompió «la paz social». Así ha empezado este jueves Guillermo Blanco el repaso de las cifras de ataques desde ... entonces en una rueda de prensa para mostrar su disconformidad con el Gobierno central y su gestión del cánido en España. El consejero de Desarrollo Rural de Cantabria ha dado los números cerrados hasta julio, «unos diez meses», teniendo en cuenta que la certificación de los animales muertos por ataques de lobos lleva un proceso. En total, 941 ataques, 1.350 reses muertas y 86 heridas (de las que algunas acaban muriendo a los pocos días) en esta comunidad autónoma.
«Ese es –ha dicho el consejero tras especificar las bajas por especies (como puede verse en la ficha que acompaña este texto)– el resultado del 'estupendo' plan en el que nos ha metido el Gobierno de España. ¿Hacen falta controles? Obviamente». A su juicio, los números justifican la intervención sobre la población de lobos. Matar (como pide el Ejecutivo regional) un número concreto de animales en unas zonas determinadas. Las más afectadas por los embates. «Porque esas extracciones con cirugía hacen, además, que el resto de la manada no vuelva», defiende Blanco.
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«Lo peor que le puede pasar a la especie y al medio natural es que nos priven a la Administración de las herramientas de la gestión», ha insistido, como ya ha hecho en numerosas ocasiones. Lo ha dicho más de una vez. Que allí donde prohibieron cazar lobos –puso de ejemplo Portugal– «no quedan». «Flaco favor les hacen». Una referencia al furtivismo y a los que se tomarían la justicia por su mano, sin mencionar directamente esas expresiones.
Ataques. 941.
Reses muertas. 1.350
Heridas. 86 (algunas mueren al cabo de unos días).
Desglose de víctimas por especies. Ovejas (497 muertas y 30 heridas). Ganado equino (384 potros muertos y 41 heridos). Terneros (310 y 12). Cabras (155 y 3) y asnos (cuatro animales muertos).
«Y, si no, que se los lleven a otra parte. A alguna de esas comunidades autónomas que no tienen lobos y que fueron las que aprobaron esta decisión. Que se los lleven. No hay problema. A nosotros nos sobran lobos –ha asegurado que hay 'cuatro veces más manadas que hace 22 años'–. Pero no se puede. Y lo que cada vez nos sobra menos son ganaderos y ganado. Porque –y ha declarado esto subiendo el tono de voz, con un ambiente más de acto público de reivindicación que de rueda de prensa informativa en la sede del Ejecutivo en Peña Herbosa– los ganaderos no son turistas que suben al monte».
Blanco se refirió a las medidas preventivas que deben tomar los ganaderos para evitar los ataques (perros, cercados...). Y contó el caso de Gabi, «cabrero en el Dobra, con Torrelavega a sus pies». «Hace diez días me contó que estaba librando porque tenía dos mastines. Anteayer me mandó dos vídeos de dos cabras muertas. Sólo le quedaban los sellos en las orejas». Los perros, dijo, se ponen, «pero también mueren». «Cincuenta caballos en el monte se dispersan cinco kilómetros cuadrados. ¿Cuántos perros ponemos? ¿Qué medidas tomamos?».
Respecto a los comentarios en torno a una posible aprobación de las extracciones de lobos puntuales en otros territorios (habló de Asturias), dijo que no sabía «si en los próximos días» el Ministerio emitirá informes o autorizaciones, «pero hasta la fecha, no». «Nosotros estamos reclamando respuestas desde hace meses y ni informes, ni contestaciones». En ese sentido, exigió –utilizó ese verbo– al Ministerio «que cumpla» y habló de una carta remitida el pasado miércoles al Secretario de Estado en este sentido. «Porque no vamos a permitir al Gobierno que utilice excusas de mal pagador».
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