Las diferencias de PRC y PSOE se extienden a los municipios a 15 meses de las elecciones

La tensión fue evidente, como también fue evidente durante la celebración la semana pasada del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, donde las partes reconocieron la brecha abierta por la polémica sobre los fondos europeos. Los regionalistas hablaron de «deslealtad» e incluso deslizaron que la atmósfera en el bipartito era de «fin de ciclo». Parece que no. Que el episodio se sumará a la larga lista de desencuentros y que la sangre no llegará finalmente al río.

Esa es la intención del presidente de Cantabria, que ayer se esforzó por bajar el tono y quitar importancia al asunto. «¿Yo no veo ninguna crisis. En el Parlamento no es la primera vez que votamos en contra en asuntos que no tienen que ver con el pacto de Gobierno. Nada de lo que se habló ahí afecta a la gobernabilidad. El pacto goza de buena salud», defiende Miguel Ángel Revilla, que entiende que la situación ahora no tiene nada que ver con la que vivieron PRC y PSOE en enero de 2020, cuando el voto en contra del diputado Mazón a la investidura de Pedro Sánchez a punto estuvo de hacer saltar por los aires el bipartito.

A poco más de un año para que se celebren las elecciones autonómicas y municipales, previstas para mayo de 2023, los roces entre los socios por la gestión diaria en Peña Herbosa también se han visto salpicados por desencuentros en algunos ayuntamientos. El más reciente es el caso de Arredondo, donde los tres concejales del PSOE (ninguno afiliado a día de hoy) y un exedil del equipo de Gobierno regionalista han intentado una moción de censura contra Leoncio Carrascal. Lo intentaron, porque los técnicos municipales la echaron atrás por no cumplir «los requisitos legales exigidos».

Sí salió adelante la de Rionansa. Con cuatro concejales el PRC, cuatro el PP y uno el PSOE, socialistas y regionalistas no fueron capaces a principios de legislatura de cerrar un pacto y la Alcaldía cayó del lado popular. Todo por los choques entre los respectivos cabezas de lista. El PRC intentó durante más de dos años atraer al actual regidor socialista, que sólo aceptó echar a su antecesor cuando le ofrecieron a él el bastón de mando. Más difícil aún de explicar es lo de Guriezo, donde una moción de censura expulsó en junio de 2020 a Ángel Llano (PRC) con los votos de ediles ahora expulsados del PSOE y PP.

«Lo que pasa en los ayuntamientos no son crisis del pacto de gobierno, sino crisis personales, antagonismos que hay en los pueblos», razona Revilla. Antagonismos o decisiones estratégicas en clave local fue lo que, directamente tras la celebración de las elecciones, hizo que se firmaran alianzas opuestas a la regional en los ayuntamientos de Los Corrales de Buelna (PRC y PP) y Cabuérniga (PSOE y PP).

Y a futuro también hay escenarios abiertos. El PSOE tiene que todavía que aceptar el relevo en la Alcaldía de Medio Cudeyo -recuerdan que dieron inicialmente su apoyo a Juan José Perojo, no a la que se postula como su sucesora, la número dos de la lista del PRC, María Higuera- y deben planear juntos cómo seguir adelante gobernando en minoría en San Vicente de la Barquera tras la salida de Cs del equipo municipal.