Dimiten el presidente de Renfe y la secretaria de Estado de Transportes por el escándalo de los trenes

La decisión, a la que ha tenido acceso este diario, llega pocas horas antes de la reunión que la propia ministra Sánchez va a mantener esta tarde con los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, respectivamente. Ambos gobiernos llevan varias semanas quejándose por el proyecto de los trenes que no caben por los túneles del norte del país. Ambos presidentes llegaron juntos a su cita en Madrid para escenificar el frente común que han formado Cantabria y Asturias para exigir compensaciones por el fiasco de estos contratos, que provocará que los 31 nuevos trenes que iban a llegar este año se retrasarán hasta 2026.

«Venimos profundamente heridos y humillados», señaló Revilla, que por el momento no quiso valorar las dimisiones de Táboas y Pardo de Vera a la espera de las explicaciones que les dé la ministra Sánchez. Además, pedirán que los trenes de Cercanías, tanto de Renfe como de Feve, sean gratuitos hasta que lleguen las nuevas máquinas. «Hasta que tengamos los nuevos trenes decentes, los viajes deben ser gratis en Asturias y Cantabria», exigió el regionalista.

Es relevante también la decisión de los sustitutos por parte del Ministerio de Transportes, que este martes se harán oficiales en el Consejo de Ministros. Fuentes del gabinete dirigido por Raquel Sánchez confirmaron que el nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana será David Lucas, hasta ahora secretario general de Vivienda del ministerio. Destaca el nombramiento del nuevo presidente de Renfe, que será Raül Blanco, hasta diciembre secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, y al que la ministra Reyes Maroto había cesado por el atasco de los Perte gestionados por su gabinete.

Desde el Ministerio de Transportes explicaron que este «relevo» permitirá «poner en marcha un cambio con el que el ministerio quiere comenzar una nueva etapa» tanto en la secretaría de Estado como en Adif. La ministra Sánchez trasladó a Táboas y Pardo de Vera su «reconocimiento y agradecimiento» por el trabajo desempeñado estos años en sus respectivos cargos. En una rueda de prensa tras la reunión con los presidentes autonómicos, Sánchez aseguró que desde que tuvo conocimiento de este «imprevisto», se ha «dejado la piel» para solucionarlo. «He pedido disculpas, reconozco el error y se han depurado responsabilidades», indicó, al tiempo que aseguró que se trabajará duro para acelerar la construcción de estos trenes lo antes posible aunque reconoció que se dilatará hasta 2026.

Según sus plazos, este verano ya estarán diseñados los trenes, lo que permitirá que a principios de 2024 se comiencen a fabricar y en los primeros meses de 2026 ya algunos estén en circulación. Para paliar las «expectativas frustradas», Sánchez aseguró que se reforzará el proceso de «acondicionamiento» de los actuales trenes para prestar un mejor servicio hasta que lleguen los nuevos.

Cantabria y Asturias trabajaron estas semanas en una lista de demandas conjuntas entre las que también figura la agilización al máximo del contrato para la llegada de los nuevos trenes (21 para Cantabria y diez para Asturias), la recuperación de las frecuencias perdidas por la instalación del sistema de seguridad ASFA, así como un calendario concreto para la ejecución del Plan de Inversiones en Cercanías, que solo en Cantabria suma 970 millones, en parte ya ejecutados.

Hace unos días el ministerio publicó en el BOE una orden para concretar la norma que permitirá la aplicación del llamado 'método comparativo' en el diseño y fabricación de los nuevos de trenes de ancho métrico para las redes de Cercanías de ambas comunidades. De esta forma, se diseñarán los nuevos trenes a partir de las medidas de los modelos que actualmente circulan por la red para que no vuelva a haber errores de este tipo.

Renfe y Adif ya anunciaron a mediados de febrero el cese de dos responsables de sendas compañías por el error en las dimensiones de los trenes. Sin embargo, desde algunos partidos de la oposición consideraron que estos ceses fueron un «maquillaje» con el objetivo de evitar dar más explicaciones sobre la pérdida de más de 250 millones de euros.