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Sanidad denunciará ante la Fiscalía a un restaurante de Comillas que reabrió con cinco trabajadores contagiados por Covid

El dueño del establecimiento se muestra indignado y asegura que «nadie nos ha dicho que cerráramos hasta el miércoles a última hora de la tarde»,

Gonzalo Sellers

Santander

Jueves, 6 de agosto 2020, 10:46

El Gobierno de Cantabria denunciará ante la Fiscalía al restaurante El Cantábrico, de Comillas, que ayer reabrió a pesar de que cinco de sus trabajadores habían dado positivo por covid y otros siete más debían guardar aislamiento por haber estado en contacto estrecho. La Guardia Civil detectó actividad y comprobó que el local estaba abierto al público con nueve de esos empleados trabajando con normalidad. «No cumplir con el aislamiento obligado puede constituir un delito contra la salud pública», subrayó el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, quien tramitará también un expediente sancionador contra el restaurante.

El propietario del restaurante El Cantábrico, en Comillas, Ricardo Montes, se ha mostrado este jueves indignado por las noticias publicadas en los medios de comunicación tras la detección de cinco positivos entre el personal de su establecimiento. «A nosotros nadie nos ha dicho que cerráramos hasta el miércoles a última hora de la tarde», asegura.

Montes ha relatado cómo sucedieron los hechos desde que el pasado viernes una de sus trabajadoras comenzara a encontrarse mal. «La envié para casa y acudió a Sierrallana a hacerse la prueba», explicó. «Acto seguido me llamó y me dijo que había dado positivo junto a su bebé de seis meses». Los rastreadores recogieron los datos sobre los empleados del restaurante con los que la camarera había mantenido contacto «y ese mismo día nos dieron cita en La Lechera, de Torrelavega, para hacernos la prueba el lunes».

El lunes acudió a la cita para hacerse la prueba PCR con el resto de sus empleados, pero hasta el miércoles por la mañana «no tuvimos noticias sobre el resultado». Mientras, el restaurante seguía abierto y los camareros trabajando.

La primera comunicación la recibió uno de sus empleados, «al que le dijeron que se quedara en casa porque había dado positivo. Después nos confirmaron que había otras tres personas que también habían dado positivo, pero que tenían que confirmarlo». Según el propietario, «entonces no nos dijeron nada de que teníamos que cerrar el local», y reconoció que a él tampoco se le ocurrió que las tres personas que seguían trabajando tras un supuesto positivo en covid pudieran suponer un problema.

Fue el miércoles al mediodía, siempre según la versión de Montes, «cuando personal de Sanidad se presentó en el local para verlo y recoger los datos de los empleados que tengo contratados». Aseguró que fue en ese momento cuando él mismo tomó la decisión de cesar la actividad, antes de que a media tarde la Policía Local de Comillas se presentara en el lugar. «Nosotros ya estábamos recogiendo», explicaba este jueves el hostelero. La tarea de clausurar el restaurante se alargó hasta las nueve de la noche. «Fue entonces cuando vino la Policía Judicial para comprobar que no estábamos abiertos; tan solo estábamos recogiendo el pescado, pero el local llevaba cerrado varias horas». El propietario insistía este jueves en que la decisión de cerrar fue suya. «A nosotros nadie nos ha dicho que teníamos que cerrar».

Por su parte, la alcaldesa de la localidad, Teresa Noceda, dijo que «aunque este brote nos preocupa, ya se han tomado las medidas oportunas y se ha seguido la ley de forma estricta, por lo que vamos a continuar muy vigilantes para que se cumplan las normas». Indicó también que Comillas no es una excepción: «Esto es algo que está sucediendo en muchos municipios cántabros».

Igual que ocurrió con el bar de Castro Urdiales afectado por covid esta semana, los clientes del restaurante de Comillas no deben hacerse la prueba ni guardar aislamiento. La sanidad cántabra, al contrario de lo que ocurre en Asturias o el País Vasco, no considera contacto estrecho al que se tiene con los clientes, solo al que se da entre trabajadores del establecimiento.

Otro de los brotes fuertes registrados en Cantabria es el de la Residencia de Liencres. Este periódico ya informó de que cuatro residentes habían dado positivo, y hoy se ha sabido que cuatro trabajadores también se han contagiado.

Además de estos dos focos, existen diez más en la región, todos ellos vinculados a reuniones familiares. «Este tipo de encuentros, a los que solo pueden asistir por ley 15 personas como máximo, generan focos y hay que evitarlos en la medida de lo posible», recomendó el consejero.

En total, se han producido 30 nuevos casos en Cantabria durante el último día, lo que eleva la cifra de casos activos a 252. De ellos, 16 están hospitalizados y uno en la UCI. «Hay una tendencia a la baja que espero que se consolide», señaló el consejero.

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