Cantabria actualizará semanalmente el riesgo de cada municipio para fijar sus restricciones

De esta forma, cada semana se actualizarán también las medidas sanitarias que afectan a ámbitos como la hostelería, los eventos, la cultura o el deporte. Una de las consecuencias directas de este nuevo método de 'semáforo de riesgo' es que aquellas localidades que a partir de este este miércoles se encuentren en nivel 2 podrán abrir ya el interior de bares y restaurantes de acuerdo a unos aforos concretos. Lo que ocurre es que ese permiso municipal tendrá una vigencia de una semana y sólo se prorrogará si el martes siguiente los indicadores del coronavirus siguen controlados.

En la rueda de prensa conjunta del presidente regional, el vicepresidente y el consejero de Sanidad, Miguel Ángel Revilla ha recordado que, con el fin del estado de alarma y la desactivación por este motivo del toque de queda y el cierre perimetral de la región, Cantabria no se plantea por ahora utilizar las herramientas que tiene a su disposición para recuperar ambas medidas. Ante la disparidad de criterios que han demostrado los tribunales superiores de aquellos territorios que lo han intentado, el regionalista es partidario de esperar a que el Tribunal Supremo se pronuncie en los próximos días y establezca así doctrina.

Cuando llegue ese momento, en caso de que la curva epidémica vuelva a repuntar, se volvería a estudiar esta posibilidad. Lo que no requiere de una resolución del Supremo es el cierre perimetral de aquellas localidades o barrios en los que el covid se descontrole. Esta opción sí está sobre la mesa a partir de ya, aunque también requeriría un visto bueno del TSJC, que ya lo dio en el pasado, en distintos momentos, en el caso del bloque de la calle Nicolás Salmerón, el barrio de La Inmobiliaria de Torrelavega o toda Santoña.

De momento, los umbrales fijados por el Ejecutivo regional para diseñar estos niveles son los mismos que los acordados por el Consejo Interterritorial de Salud y se basan en dos indicadores: la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a 7 días de la población general de la localidad y la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a 7 días de la población mayor de 65 años.

De esta forma, para el primer indicador se entiende que está en nivel bajo cuando se encuentre por debajo de 25 casos por cada 100.000 habitantes, en nivel medio cuando vaya de 25 a 75, en nivel alto en la horquilla de 75 a 125 y en nivel muy alto por encima de 125. Para el segundo indicador, los límites son los siguientes: menos de 25 (nivel 1), entre 25 y 50 (nivel 2), entre 50 y 75 (nivel 3) y más de 75 (nivel 4). Eso sí, esta sistema funciona únicamente para los ayuntamientos de más de 5.000 vecinos. Para el resto, Salud Pública hará una evaluación individual semanal mirando muchos más factores como el número absoluto de casos, la distribución de ellos en el territorio, la situación de los pueblos limítrofes, el número de contactos por contagio o los positivos asociados a focos.

En caso un municipio tenga para ambos indicadores el mismo nivel no habrá problemas para saber en qué riesgo se encuentra. Si los datos de estos dos indicadores fueran discordantes, Sanidad utilizará la tendencia, la rapidez y evolución de los cambios para determinar si nivel y, por tanto, también las restricciones asociadas.

El consejero de Sanidad ha explicado que este sistema es necesario ante la nueva situación tras el fin del estado de alarma, en la que «se pierde totalmente el control de la movilidad», que ahora es interna y externa, y teniendo en cuenta la llegada de personas de otras comunidades, que se concentra tradicionalmente en determinadas áreas.

Por ahora sigue la incidencia «alta» en las zonas de Castro Urdiales y Campoo, ha reconocido el consejero, que, no obstante, no ha adelantado cuáles son los municipios con niveles de riesgo superiores porque se atribuirán en función de los datos a cierre de este lunes, y se publicarán en el listado mañana.

Este nuevo sistema municipalizado, ha remarcado Rodríguez, es «temporal», porque cuando la mayoría de la población este vacunada la situación será «completamente distinta».

Por su parte, el presidente ha aclarado que Cantabria estará a la espera de una doctrina del Tribunal Supremo que sirva de «guía» sobre cómo actuar ante el decaimiento de las medidas que estaban amparadas por el estado de alarma, tras las ultimas decisiones judiciales «muy dispares» de los tribunales de comunidades como Baleares, Valencia, País Vasco o Cataluña.

Así, Revilla ha destacado que siempre ha estado de acuerdo con la supresión del estado de alarma pero hubiera sido conveniente dotar a las comunidades de un instrumento jurídico «inequívoco, claro y contundente».

Por último, el vicepresidente ha añadido que la comunidad afronta el fin del estado de alarma «tratando de seguir velando por la salud de los cántabros», en un nuevo escenario consiste «no en hablar de cómo está Cantabria, que también lo haremos, sino de hablar de cómo está cada municipio».

Zuloaga ha pedido que las medidas que se apliquen a partir del miércoles se cumplan, porque «es la única forma» de asegurar que continúe la actual tendencia descendente del virus.