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Santander
Domingo, 5 de abril 2020, 14:02
El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha solicitado al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que «para finales de mayo o junio», si la evolución de la pandemia continúa mejorando, se comiencen a flexibilizar las medidas de confinamiento a la población, y que, incluso, se permita que las comunidades con mejor evolución, como es el caso de Cantabria, puedan comenzar a adoptarlas antes que otras. Ha asegurado que la pandemia le ha costado ya a la sanidad pública regional 450 millones de euros.
Revilla ha explicado que, según un estudio científico, hay cinco comunidades, entre ellas Cantabria, que presentan una «mejor proyección» que otras.
Por ello, Cantabria y otros presidentes autonómicos de estas comunidades han pedido a Sánchez que las medidas de confinamiento puedan flexibilizarse antes en estos territorios que en otros. «Y no ha dicho que no», ha avanzado Revilla, que insiste en que habrá que mantener restricciones y medidas de seguridad. «Podemos acabar con el bicho, pero si no abrimos la economía, los ciudadanos morimos también con el bicho», ha enfatizado.
El presidente de Cantabria ha explicado que en la conferencia celebrada este domingo entre Sánchez y las CC.AA ha imperado un «optimismo relativo» sobre la evolución de la pandemia, más que la semana pasada.
Ha señalado que Sánchez piensa que «la situación empieza a estar controlada». Revilla también comparte, que en lo sanitario, «se empieza a ver la luz al final de túnel» y que «lo peor ya ha pasado» y cree que las «mayores dificultades» se verán luego en el plano económico.
Por otra parte, Revilla se ha mostrado «contento» de que el Gobierno de España no vaya a prolongar más allá del 9 de abril las restricciones a las actividades económicas no esenciales.
El presidente cántabro, que ya protestó cuando se adoptó la semana pasada esta medida, ha subrayado la importancia de que se pueda retomar actividades como, por ejemplo, la obra pública o la construcción.
«Podemos acabar con el bicho pero si no abrimos la economía, morimos con él», ha dicho Revilla, que espera que se pueda salvar ya algo de julio y agosto.
El presidente ha vuelto a lamentar que no llega material sanitario a las regiones y ha incidido en reclamar la llegada de test para detectar a los infectados por el coronavirus y respiradores, además de material de protección.
Ha asegurado que «no es cierto» que esté llegando material sanitario a las comunidades autónomas, aunque confía en que eso cambie a partir de mañana, lunes, cuando Sánchez ha anunciado el envió de un millón de test a las regiones.
«Lo que ha recibido Cantabria no es ni siquiera el 10 por ciento de lo que ha aportado el Gobierno de Cantabria«, ha recaldado Revilla, que ha señalado que si no fuera porque las comunidades autónomas «se han buscado la vida», no tendrían mascarillas.
El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha reclamado al Estado medidas económicas «excepcionales» ante la «grave» situación generada por el coronavirus, y ha estimado que la pandemia supondrá para Cantabria una recesión «un poco menor» del «10 por ciento» que calcula para el conjunto del país
Durante este encuentro ha insistido en que la Unión Europea debe aclarar si van a emitir bonos y, así, ha abogado por que en un plazo máximo de quince días haya una solución para este asunto.
En caso contrario, cree que debe ser el Gobierno central el que, por «su cuenta y riesgo», tome la decisión de emitir deuda, o bien que deje a las comunidades autónomas endeudarse ellas mismas.
«Una de esas fórmulas tiene que estar encima de la mesa antes de quince días», ha advertido, antes de añadir que si las autonomías no disponen de esa opción, habría servicios que se tendrían que dejar de prestar.
A su juicio la renta básica hay que implantarla «sí o sí porque no se puede dejar tirada a la gente» y, si no los ciudadanos no tienen para comer, ha vaticinado que habría «un estallido social».
Revilla ha destacado que en Cantabria se han dejado de ingresar otros 29,5 millones de euros por las medidas fiscales y moratorias adoptadas por la Administración regional.
Así, ha defendido que el Gobierno cántabro está haciendo todo lo que puede dentro de sus competencias. Sin embargo, ha dicho que no se pueden dejar de cobrar los impuestos porque «no se podría pagar nada, ni siquiera a los funcionarios, que son los que mantienen la actividad».
Preguntado por el «cheque de resistencia» habilitado por el Ejecutivo de Cantabria para ayudar a las empresas a afrontar sus costes fijos mientras permanezcan cerradas con motivo del estado de alarma, Revilla ha explicado que se han presentado unas 5.000 solicitudes para acogerse a esta ayuda.
Por ello, y aunque todavía se está estudiando cuáles cumplen los requisitos, Miguel Ángel Revilla ha subrayado que la partida habilitada de 10 millones de euros va a ser «insuficiente» y ha abogado por una ampliación de esa cuantía.
«No sería justo que, teniendo todos derecho y cumpliendo las condiciones, unos los reciban y otros no porque se haya adelantado alguno», ha agregado.
Cuestionado por si la dirección de Sniace ha contactado con él para reabrir la fábrica produciendo material sanitario de protección, Revilla ha confirmado que sí, y de hecho mantendrá este martes una nueva reunión con los accionistas minoritarios.
Sin embargo, lo ve «muy complicado» porque el interventor concursal le ha trasladado, por un lado que eso sería una medida excepcional que tendría que apoyar un juez, y por otro que reabrir Sniace costaría unos 6 millones de euros y, para que diera resultado la fabricación de este material, se tardarían cerca de cinco meses.
«No tiene buena pinta la cosa, es muy complicado. Ya me gustaría», ha lamentado.
El presidente de Cantabria cree que unos nuevos Pactos de la Moncloa serían una «solución» para España ante la situación generada por la pandemia y ha asegurado que se apuntaría a ellos, aunque cree que los políticos que los impulsaron en 1973 tenían «otra talla» que los actuales.
«Sería una maravilla. Yo me apunto», ha valorado Revilla a preguntas de los periodistas.
El jefe del Ejecutivo cántabro ha opinado que los políticos que participaron en esos pactos tenían «otro nivel», mientras que ahora, aunque se está en una «pausa», hay un «cainismo brutal» y algunos ya empiezan a usar esta situación «como causa política».
«Primero hay que salir de este atolladero y ya llegará el momento luego de dar leña», ha opinado Revilla, quien considera que la situación actual es «mucho más grave» que la de 1973.
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