Se disparan a 170 los ingresados y el efecto de la Nochevieja se traduce en 1.679 contagios

Desde las Gerencias de los centros cruzan los dedos para que la demanda siga siendo «asumible» en este enero que auguran «complicado». A favor, la menor virulencia de Ómicron y la protección de la vacuna en la mayor parte de la población (83,5%). En contra, el hecho de que se detecte más de un millar de positivos cada día (el dato conocido este martes refleja un aluvión nunca visto de casos nuevos: 1.679, cuando el día anterior habían sido 999), lo que aumente las probabilidades de complicaciones por pura cuestión estadística; y las consecuencias derivadas para el resto de la actividad hospitalaria, porque cuantos más recursos se lleve la atención a la pandemia, más repercutirá en las patologías no covid, empezando por la reducción de las cirugías programadas, que en Valdecilla ya ha sido inevitable.

El dato facilitado por Sanidad, correspondiente al lunes, suma 170 hospitalizaciones por complicaciones de coronavirus: en un solo día acabaron en el hospital 21 contagiados. De ellos 26 en la Unidad de Cuidados Intensivos de Valdecilla, donde empiezan a ser más los pacientes sin vacunar que los que tienen la pauta completa. Una comparativa muy significativa puesto que hay que tener en cuenta que los primeros salen de un colectivo de población minoritario (7%). A falta de actualizar la cifra con el balance del cierre del año, la última que se había aportado desde el Servicio Cántabro de Salud de personas que habían rechazado la vacuna o que ni siquiera habían sido localizadas para emplazarles a ponérsela rondaba entre las 30.000 y las 35.000, frente a las casi 487.000 vacunadas. Hasta ahora se había visto que éstos últimos eran mayoría en las camas de críticos por el simple hecho de tener más candidatos susceptibles de infectarse (15 veces más que los no vacunados), sobre todo desde la llegada de Ómicron, que esquiva con facilidad los anticuerpos. Sin embargo, con el tiempo la protección de los sueros anticovid ha demostrado el mayor riesgo de enfermedad grave en aquellos que en su momento rehusaron administrarse sus dosis. De hecho, aunque en general esta nueva variante cursa de forma más leve, entre otras cosas por la barrera vacunal, ya son al menos dos los pacientes infectados por Ómicron atendidos en la UCI de Valdecilla, donde constan al menos 13 contagiados por la variante Delta.

Sin contar los 21 hospitalizados notificados hoy, de los 149 casos que ingresaron el domingo se han podido identificar 23 casos de Ómicron y 47 de Delta, aunque en el resto no se ha podido concretar el tipo de virus porque para poder aplicarla técnica específica de PCR tiene que haber suficiente carga viral, y no siempre ocurre así.

El lunes se notificaron otros dos fallecimientos correspondientes a la jornada del domingo, uno en Valdecilla –una mujer de 89 años– y otro en Laredo –un hombre de 92–, ambos vacunados, aunque no se ha precisado desde el SCS cuál había sido la cepa causante de estas infecciones

Extrapolando los resultados de las PCR específicas que realiza el servicio de Microbiología de las muestras de positivos para poner nombre al virus, la semana pasada Ómicron representaba ya el 80% de los contagios. Un porcentaje que se acrecienta cada día que pasa –el domingo ya estaba cerca del 90%, según confirmaron desde el laboratorio de Valdecilla–. Y con él, las probabilidades de que los nuevos ingresados se vean afectados por la variante mutada en Sudáfrica. En menos de un mes se ha convertido en la predominante, aunque aún no ha desaparecido su antecesora, Delta, que sigue siendo a día de hoy la responsable del mayor número de enfermos hospitalizados por covid. De hecho, desde Salud Pública apuntan que, aplicando los porcentajes que maneja Microbiología de la presencia de Ómicron en Cantabria, se puede concluir que aún la semana pasada se detectaron más de 1.500 contagios originados por Delta.

Valdecilla inició ayer la jornada con 139 ingresados (14 más que el día anterior), mientras que Sierrallana sumaba 25 (9 más en un solo día) y Laredo, 6 (aquí se anota un descenso de 5 pacientes). No obstante, hay que tener en cuenta el efecto del fin de semana festivo, que implica menor rotación de camas por altas médicas. Esta es también una de las razones por la que los lunes suelen ser días de atasco en los servicios de Urgencias, porque hay que esperar a que se liberen camas en las plantas de hospitalización para subir los nuevos ingresos. Y esto cuando los hospitales están con unos niveles de ocupación altos –tanto de covid como de todo lo no covid– (como ocurre ahora) resulta más complicado aún de gestionar. Aunque el lunes la UCI ingresó a un nuevo paciente, y ya son 26 –repartidos entre el pabellón 15 y el 17, con capacidad para 30 enfermos–, por el momento Valdecilla no se plantea abrir la tercera sala prevista en el plan de contingencia.