Las doce horas más tensas del PSOE cántabro

La suma de los votos dio la victoria a la alcaldesa de Castro Urdiales por 29 ajustadísimas papeletas, pero el secretario general anunció la presentación de un recurso por irregularidades en Cartes, lo que provocó una enorme confusión que solo aclaró la intervención de Ferraz, dando a Herrán como ganadora.

Para cuando llegó ese momento, ya había quedado claro que el PSOE cántabro estaba completamente partido por la mitad. Y la fractura que ha revelado el recuento de votos -51% para Herrán, 49% para Zuloaga- puede hacerse aún más grande si se acentúa la lucha intestina entres sus dirigentes con el Congreso Regional en el horizonte de la próxima primavera. Una cita en la que está en juego el control del partido en Cantabria los próximos años.

Pero, ¿qué fue lo que ocurrió en Cartes para que los dos candidatos se proclamaran vencedores y Ferraz se viese obligada a intervenir? Como recoge el acta al que ha tenido acceso El Diario Montañés (imagen de la derecha), la mesa se constituyó a las 10.00 horas y los militantes empezaron a votar. Tiempo después, a las 13.45 horas, se confirmó que una de las vocales que controlaban el proceso no estaba en el censo. Ella nunca llegó a votar, pero Zuloaga basa su recurso, precisamente, en que «una persona no militante ha participado en la jornada de votación». Susana Herrán ganó claramente en Cartes con 36 votos frente a los 5 de la candidatura oficialista. Cuando terminó el recuento, el acta se firmó y se dio por válida la votación, sin constar ningún escrito de impugnación allí.

El documento, tal y como hicieron los otros 35 centros repartidos por toda Cantabria, se envió a la sede autonómica, situada en la calle Vargas de Santander. Allí se recibió con normalidad el acta a las 19.20 horas, haciendo constar que la votación se había realizado con normalidad y dejando en blanco las casillas de 'papeletas impugnadas' y 'Escritos de reclamación, protesta o impugnación'.

Poco después, a las nueve de la noche, empezaron a llegar los resultados de las plazas más grandes (Santander, Castro, Camargo, Torrelavega, El Astillero...), en las que Herrán fue remontando la ligera ventaja que Zuloaga había cogido por la mañana en agrupaciones más pequeñas. El recuento oficial daba por ganadora a Susana Herrán con 1.004 votos frente a los 975 de Zuloaga.

Con la noticia ya en todos los medios de comunicación, la fiesta en la sede de la agrupación local de Santander era total a esas horas de la noche. Allí se había reunido todo el equipo de Herrán, incluido el diputado en el Congreso Pedro Casares, impulsor de esta candidatura como primer paso a la batalla que presentará en primavera por el control del partido en Cantabria. Entre besos y abrazos, ambos dieron las gracias a los militantes por la victoria: «Es muchísima la alegría que tenemos. A los que decían que no tocaba les hemos demostrado que era el momento de devolver la voz y el voto a la militancia. Empezamos a recuperar el PSOE donde nunca debió dejar de estar, que es con la militancia».

Pero a las 21.56 horas se acabaron las risas. La Ejecutiva regional del PSOE enviaba un comunicado oficial anunciando a Pablo Zuloaga como ganador con el 50,05% de los votos debido a la anulación del censo en Cartes. La incredulidad se abrió paso en la filas de Herrán, donde entendían la maniobra del secretario general como un intento por ocultar su derrota. Desde el sector oficialista no se dio más explicación que los dos párrafos del comunicado.

Pasadas las diez de la noche, con un desconcierto total entre la militancia y con los dos candidatos proclamándose vencedores, este periódico se puso en contacto con Ferraz para que aclarara una situación totalmente anómala y a la que ni los más veteranos socialistas le recordaban un precedente parecido.

La dirección nacional del PSOE explicó que nadie puede anular de su mano mayor el resultado de una mesa electoral, que el voto de los militantes es sagrado y que la ganadora del proceso era Susana Herrán. En Madrid, también sorprendidos de que el secretario general hubiera emitido un comunicado en esos términos, aclararon que cualquier impugnación se resuelve «a posteriori» y, además, esta no había llegado aún a la Comisión de Ética y Garantías de Cantabria, que vela por el correcto funcionamiento del proceso, y que a su vez podría elevarla a la Comisión Federal. En todo caso, el proceso puede llevar «unos días». A pesar de esta desautorización de la Ejecutiva federal, Zuloaga aún no se ha retractado públicamente y ayer mismo insistió en la necesidad de revisar lo sucedido en Cartes.