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A los efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que investigan la autoría de los incendios forestales les tocará ... estos próximos días caminar entre cenizas. Recorrerán el camino inverso que han seguido las llamas, hasta llegar a la mecha que lo prendió todo. En lo que va de año estos profesionales han logrado llevar ante la justicia a doce acusados de prender fuego a bosques y pastos cántabros; más que los investigados en los cuatro años anteriores juntos. «Nos hemos puesto muy en serio a trabajar porque es fundamental que atajemos esta lacra de una vez por todas», afirma contundente Guillermo Blanco. El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente los califica de «terroristas ambientales». Muchos de ellos se pusieron manos a la obra este pasado fin de semana para actuar en la mayoría de los más de 80 incendios que arrasaron decenas de hectáreas de monte.
Sucede casi siempre que el viento sur sopla con fuerza, y como el recién terminado atípico mes de octubre ha venido marcado por las altas temperaturas y las fuertes rachas de este aire seco, se han multiplicado los focos. De los 835 incendios registrados este año, hasta 142 se produjeron durante este último mes, 83 de ellos en el pasado fin de semana. «Suerte que la superficie quemada ha sido inferior a la normal cuando se cuenta este número de focos», cuenta Blanco. La rápida reacción de los más de 400 efectivos dedicados en la región a velar por la seguridad en los montes ha dado sus frutos. Bomberos, emisoristas, técnicos y agentes del Medio Natural han sofocado incendios apenas minutos después de que ardiera la primera llama.
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Tuvieron que trabajar a destajo en municipios como Rionansa, donde en el último mes se han registrado hasta trece fuegos;Lamasón, con ocho incendios;Bárcena de Pie de Concha (siete);Valdáliga (siete), Arenas de Iguña (seis o Los Corrales de Buelna (seis). En conjunto, según fuentes de la Consejería, en lo que va de año ha habido incendios en 51 municipios cántabros. «Se puede decir que ha habido llamas en la mitad de Cantabria. No podemos permitirlo», insiste el consejero.
Suerte que en ninguno de ellos hubo que lamentar daños personales, porque una vez el fuego toma el monte, la intensidad del viento lo convierte en un animal imposible de domar. Sí tuvieron que lamentar daños materiales en Udías, donde tras arrasar los terrenos mancomunales, el fuego cruzó la carretera y alcanzó la cuadra que está al lado de la casa de la familia Calderón Rivero. «Acababa de marcharme después de arreglar a los animales», contaba su propietaria a El Diario Montañés el pasado jueves.
Extensión El fuego ha asolado en lo que va de año montes en 51 municipios, la mitad de los que conforman Cantabria.
Colaboración ciudadana En las 48 horas que duró el Plan Especial de Incendios Forestales (Infocant) el fin de semana se recibieron 1.542 llamadas de aviso.
Equipo Son 400 efectivos, entre bomberos, emisoristas, técnicos y agentes del Medio Natural, los que luchan contra el fuego.
Balance Las llamas no han causado daños personales, pero sí materiales, como la cuadra calcinada el pasado jueves en Udías.
En Caranceja, los trabajadores de Mantenimiento de Carreteras se vieron obligados a cerrar al tráfico hasta ayer la N-634 ante la caída de rocas sobre el asfalto. El fuego había eliminado la capa vegetal en el monte sobre el que discurre la carretera y todo ese material se precipitó con el peligro que eso acarreaba al tráfico.
«Lo hemos pasado mal. Se ha trabajado mucho porque nunca tienes claro si un fuego puede descontrolarse y afectar a las casas, a las personas o a infraestructuras importantes. No podemos tolerar que continúe habiendo personas que tengan como único fin hacer el mal», enfatiza Blanco, que asegura que continuará trabajando «en todos los sentidos y con todos los recursos» para sorprender a los autores de estos atentados contra la naturaleza.
«La colaboración este año entre los agentes del Medio Natural y la Guardia Civil ha sido muy estrecha. Juntos vigilan el monte y esto está dando sus frutos porque estos doce acusados que llevamos en 2022 son un hito en la investigación de este tipo de delitos». Hay agentes patrullando los montes todos los días del año, especialmente cuando llegan estos días de sur y las condiciones son más proclives para quienes buscan hacer daño con el fuego. Se utilizan drones, cámaras termográficas para identificar posibles focos de calor producidos por la ignición...«Pero la colaboración ciudadana continúa siendo clave», remarca el consejero.
En los pueblos, mucha gente sabe quién está detrás de estos hechos. Y aunque a veces las técnicas utilizadas por el pirómano son sofisticadas –se han encontrado mechas de retardo y otros ingenios– es fácil llegar al autor o autores de un incidente de estas características si se habla con los vecinos. También son los residentes los primeros en intervenir para frenar el avance de las llamas. «En el incendio reciente que calcinó un monte en Loredo fueron los ganaderos de la zona los que actuaron en los primeros minutos con grandes cisternas que llenaron de agua para apagarlo».
La gente es la primera en avisar. En las 48 horas que duró la alerta del Plan Especial de Incendios Forestales (Infocant) declarada este pasado fin de semana, el 112 recibió 1.542 avisos de personas para avisar sobre la presencia de llamas en los montes. Ahora vendrá el trabajo investigador de la Guardia Civil. «Tenemos que esperar a que los fuegos se extingan para actuar», informan fuentes de la Benemérita. Y este año los resultados están siendo halagüeños.
Municipios Número de fuegos
Rionansa 13
Lamasón 8
Bárcena de Pie de Concha 7
Valdáliga 7
Arenas de Iguña 6
Los Corrales de Buelna 6
Por ejemplo, a finales del pasado septiembre, el Cuerpo informó del caso de dos hombres, de 23 y 32 años, que fueron identificados como presuntos autores del incendio forestal de Carasa que afectó a 4,5 hectáreas. Ambos pasaron a disposición judicial.
Luego existe otra estadística: «Estamos hablando de que analizando los datos, resolvemos que una de cada 10.000 personas prende fuego al monte en esta región. Si extrapolamos eso a la población cántabra, tenemos que hay sesenta potenciales incendiarios que están dispuestos a atentar contra lo que es de todos», asegura Blanco.
A última hora de la tarde de ayer, el Gobierno informó de que se mantenía la vigilancia de tres incendios:uno en San Sebastián de Garabandal (Rionansa),otro en Roza (Peñarrubia) y un tercero en Obios (Los Tojos). Los efectivos continuaron enfriando las zonas donde se habían apagado estos últimos focos para evitar que el viento sur pudiera avivar algún fuego. No obstante, las lluvias caídas por la tarde sirvieron para poner punto y final a una racha en que el fuego ha dejado decenas de hectáreas calcinadas. «Conoceremos el alcance del daño a final de mes, cuando nuestros técnicos puedan hacer balance con las imágenes de satélite», informa Blanco.
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