Doscientos perros abandonados este verano: «Se piensan que son juguetes»

En España se abandonan al día unos mil perros, según el partido Pacma. Una cifra que se reparte por las diferentes comunidades autónomas, entre ellas Cantabria. Desde junio han llegado 41 perros a la protectora de animales Asproan, en Santander. Pero hay más. En el Refugio Canino Torres, en Torrelavega, han recogido 42 perros y en la asociación Ascapan de Laredo, 17. Sin embargo, en este refugio solo recogen a perros que no tengan chip. «Si aceptásemos a perros de particulares las cifras serían descomunales. Recibimos al día más de diez solicitudes de abandonos responsables que al fin y al cabo son por tonterías. El último caso ha sido el de una mujer que quería abandonar a su cachorro porque jugando le hizo daño a su hijo pequeño. Lo que tendría que hacer es educarle porque es un cachorro», cuenta Ruth Castañeda, coordinadora de Aspacan.

Los datos son alarmantes, pero, aún así, el coordinador de Asproan, Eduardo Puertas, asegura que cuando más perros llegan es a comienzos de año. Durante las Navidades el regalo estrella de muchos padres, parejas o incluso amigos son los animales. En especial, los perros. El regalo perfecto con el que todo el mundo acierta. «Al principio todo es bonito. El niño juega con el perro y las fotos quedan preciosas. El problema viene cuando el niño vuelve al colegio o cuando el perro empieza a morder los muebles. No son juguetes y mucha gente piensa que sí», expone Puertas. Ahí es cuando el pico de abandonos crece en Cantabria, según su experiencia.

Por si fuera poco, a día de hoy se siguen produciendo episodios de abandonos callejeros: «Les dejan en las calles y los ayuntamientos con los que colaboramos nos llaman para ir a recogerlos». También se ha dado el caso de que les dejen atados a la puerta de la protectora. «Aunque cada vez pasa menos», apunta. El último ha sido Melendi, un mestizo de shar pei negro de unos 15 kilos. Se llama así porque Naiara y Noelia, voluntarias de Asproan, se lo encontraron amarrado a la puerta del refugio al volver del concierto que Melendi ofreció en Gijón el pasado 28 de julio. «Miramos por las cámaras para ver si podíamos identificar al dueño, pero iba tapado hasta las cejas», relatan.

El propietario de Melendi ha tenido suerte esta vez, porque abandonar sale caro. La denuncia por abandono es grave y oscila entre los 10.000 y los 50.000 euros. Por eso, la mayoría de perros abandonados no tiene microchip. Todos conocen las consecuencias.

Sin embargo, también existen los abandonos responsables. Esos en los que la propia familia lleva al perro hasta los refugios o protectoras porque no pueden hacerse cargo de él. «Es lo más común», confiesa Puertas. Según este coordinador, cada vez se ven más casos de personas que no pueden quedarse con su perro porque los alquileres de los pisos no lo permiten. «Llega un punto en el que tienes que escoger entre tu perro o tú y es duro, así que muchos les intentan buscar otra familia». Actualmente en Asproan hay 318 perros que esperan encontrar una familia. «Ya estamos por encima de nuestra capacidad», advierte. Eso sí, por suerte, el número de adopciones también está en auge. En lo que va de verano, esta protectora ha dado en adopción a 35 perros.

Es una evidencia que el principal motivo de abandono durante los meses de verano son las vacaciones. Al irse, hay personas que deciden prescindir de su perro antes que buscar una alternativa. La más práctica es que algún familiar o amigo cuide del animal, pero, si no existe esa posibilidad, en Cantabria hay más de diez hoteles caninos repartidos por todo el territorio.