«Si no hay dosis para todos, será un problemón»

El colectivo de policías locales y bomberos de Cantabria, que se agrupan bajo la misma asociación, lo tiene claro: «Hemos hecho una doble encuesta y la mayoría de nosotros, más de un 90%, apuesta por completar la pauta de vacunación con AstraZeneca», explica Félix Quintana, secretario general de APLB. «Lo que no entendemos, por más que le demos vuelta, es que nos hagan firmar un consentimiento en el caso de que alguien quiera optar por otra marca diferente. Lo lógico sería al revés», añade. «Además, ni siquiera nos han dicho la fecha y seguro que cuando nos llamen, como ocurrió la anterior vez, es con tanta premura que nos descuadran todos los turnos de trabajo», explica.

Pero esa no es la única preocupación de un colectivo que, como el resto de esenciales, estuvo «al pie del cañón» en los momentos más duros de la pandemia. «Hay entre 20 y 25 compañeros policías de Santander que no han recibido el primer pinchazo. Son los únicos de la región, muchos pasan de los cincuenta años. Nos consta que el Ayuntamiento ha hecho todo lo posible, que ha mandado la lista, pero ellos siguen sin vacunarse», revela Quintana.

La Asociación de Policías Locales y Bomberos de Cantabria se ha cansado de tanto esperar: «Somos un colectivo que no arma jaleo, que es obediente..., pero va a llegar el momento en el que vamos a tener que poner el pie en la pared».

Por su cercanía con la medicina, los farmacéuticos siguen muy de cerca «las noticias nada tranquilizadoras» que les llegan sobre las existencias regionales del suero inglés. «Lo que se filtra de que puede que no haya vacunas para todos nos preocupa enormemente. Es que ni siquiera tenemos cita para ponernos la segunda dosis y ya estamos todos fuera de los plazos que marca la ficha técnica de la vacuna. Nos encontramos en un situación de total desprotección», sentencia Javier Rapado, secretario del Colegio Oficial de Farmacéuticos.

«También nosotros hemos hecho una consulta interna. La mayor parte de los colegiados opta por completar la pauta con AstraZeneca, puesto que es lo que contempla la ficha técnica de la vacuna, lo que recomienda la Agencia Española del Medicamento y lo que nos dicta nuestro sentido común», añade. «Si ahora nos dicen que no hay para todos, pues tendríamos un poblemón», afirma. El Colegio de Farmacéuticos se queja de que las indicaciones marcaban una espera máxima de «entre 4 y 12 semanas, pero nosotros ya llevamos en unos casos 14 y en otros 15».

A lo que no tienen miedo es a los efectos secundarios que, en forma de trombos, ha alertado a la opinión pública. «Todos los medicamentos presentan un riesgo, pero está perfectamente estudiado cuando se aprueba su uso. No se puede negar que hay casos en los que la vacuna está relacionada, pero la incidencia es tan pequeña que la ecuación beneficio-riesgo se despeja a favor de completar la pauta con AstraZeneca», asegura Rapado.

Al igual que el resto de colectivos esenciales, el de los profesores no sabe cuándo le llamarán para ponerse la segunda dosis. Y eso le inquieta. «Si no hay stock suficiente, no sé como Sanidad y Salud Pública van a solventar el problema», afirma Belén González, presidenta de la Junta de Personal Docente. «Igual es que la posibilidad que nos iban a dar de elegir qué segunda dosis ponernos no es tan real», analiza. Lo que si tiene claro el colectivo de la enseñanza es que el deseo, «al menos de una gran mayoría», es repetir con el suero inglés. «Mi percepción es que los que quieren mezclar vacunas son los menos. No creo que los estudios hechos sean suficientes, si no habrían dicho desde un primer momento que no había ningún tipo de problema en combinar las diferentes fórmulas», considera.

Pero lo que más preocupa al colectivo docente es el tiempo de espera al que están siendo sometidos entre la primera y la segunda dosis. «Tenemos de todo entre nosotros. Hay quien ya ha superado el margen, otros, entre los que me encuentro yo, que aún no y también hay quien le queda muy poco para pasarse», subraya. Respecto a los efectos secundarios, González considera que «el riesgo de trombos también existe con otros medicamentos».

Los fisioterapeutas se quejan de su situación. «Hay un 25% del colectivo que está pendiente de recibir la segunda dosis, pero lo más preocupante es que entre un 20 y un 25% no ha recibido todavía la primera», explica Simón Pedro Simón, decano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Cantabria. «A la mayoría se nos ha ido pasando el plazo, pero claro, como cada dos por tres lo han ido subiendo, sería la semana que viene cuando agotemos esta nueva prórroga», incide.

«La intención mayoritaria es continuar con la misma pauta de vacunación: inyectarse AstraZeneca», recalca. «La seguridad, consideramos, es mayor al riesgo y confiamos en lo que recomienda la Agencia Europea del Medicamento», continúa. «Estamos preocupados porque no queremos convertirnos en un elemento transmisor del coronavirus al no estar vacunados por completo. Hay que tener en cuenta que, por nuestro trabajo, en la mayoría de las ocasiones, por no decir todas, nos resulta imposible mantener la distancia de seguridad. Es imposible tratar a un paciente a tres metros, por eso la vacunación es tan importante para nuestro colectivo».