La duplicación de la vía entre Santander y Muriedas obligará a hacer transbordos en autobús hasta 2024

Renfe establecerá un plan alternativo -por un importe de 1.086.081 millones- para las líneas afectadas desde el 29 de mayo, curiosamente un día después de las elecciones municipales y autonómicas, y se prolongará durante siete meses. Los pasajeros que viajen a Madrid tendrán que desplazarse hasta Torrelavega en autobús y, una vez allí, comenzarán el viaje en tren. Lo mismo ocurre en el sentido contrario. Los usuarios que quieran llegar desde la capital de España hasta Santander tendrán que hacer transbordo en Torrelavega. Además, habrá dos tramos adicionales que también se verán afectados. Los días 17 y 18 de junio y los días 1 y 2 de julio se ampliará el corte de la vía hasta Boo de Piélagos -municipio desde el que se hará el transbordo-. Igualmente, entre el 5 y el 20 de agosto se cortará la circulación hasta Renedo.

Así, Adif avanza en la ejecución de las obras de duplicación de vía en el trayecto entre Torrelavega y Santander con las que, según explica la empresa, «se incrementará la capacidad de la infraestructura y, con ello, aumentará la fiabilidad y eficacia de la explotación ferroviaria», además de reducir tiempos de viaje y «agilizar las maniobras y cruces de los diferentes servicios, tanto en el interior de Cantabria como en sus conexiones con la meseta».

De hecho, desde la entidad pública reconocen que las incidencias diarias que padecen los usuarios de las Cercanías -en general, no solo en esta línea- están asociadas a la antigüedad de la infraestructura, la orografía del terreno y el trazado, con curvas de radio reducido, taludes y trincheras complejas (tres vías en forma de triángulo que permiten el cambio de sentido en la circulación de los trenes). Algo que mejorará con esta actuación. Como también mejorará el servicio con la renovación de la flota de Cercanías, que traerá nuevos trenes para la línea de la antigua FEVE -no de Renfe, como ocurre con la obra Muriedas-Santander-. Pero eso no sucederá hasta 2026.

Este proyecto, explica Adif, también supone, además de la construcción de una vía en paralelo a la existente -con la consiguiente adaptación o mejora de pasos inferiores, superiores, puentes y sistemas de drenaje-, la adecuación o renovación de las instalaciones de electrificación, como es el caso de las subestaciones eléctricas de tracción en Sierrapando y Guarnizo.

A pesar de que se trata de una obra necesaria, no está exenta de polémicas. En primer lugar, porque los trabajos se acometen justo un día después de las elecciones. Y también porque pillan de lleno los tres meses de verano, en los que numerosos usuarios hacen uso del 'tren playero'.

Porque los principales afectados por las obras y el corte de las vías serán los usuarios. Luis Cuena, portavoz de la Mesa de Movilidad de Santander, entiende que es una consecuencia «inevitable» de la actuación. Porque cree que son necesarias para así mejorar la infraestructura: «Es un peaje social que tenemos que pagar». Sin embargo, a Javier Polanco, portavoz de la Mesa de Movilidad del Besaya, le surgen dudas de esta iniciativa. «En todo caso la estación de Torrelavega no está preparada para gestionar semejante volumen de viajeros», apunta.

A su juicio, son necesarias una serie de medidas para hacer frente al previsible aumento de usuarios como consecuencia de los cortes: refuerzo de conexiones en autobús con la estación de Tanos, reapertura de la oficina de información y la cafetería, dotación de consignas, reapertura de aseos, instalación de más mobiliario y control de equipajes, así como la construcción de una marquesina decente en el segundo andén. «Además, hay una sala anexa que podría utilizarse como sala de espera para los viajeros que tengan que esperar», concluye.