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Coser cicatrices entre Maliaño y Muriedas. Integrar y humanizar el espacio público, generar grandes espacios verdes que sean accesibles y atender a esa arquitectura de género (en la que no existen muros ni zonas que se escapan a la vista). Ese lugar atractivo para el ... peatón que aspira ser el casco urbano de Maliaño y Muriedas, proyectado en el cubrimiento de las vías del tren, fue presentado ayer en un concurrido salón de actos de La Vidriera y ante una amplia representación institucional. La cita, que «vistió de largo» a Camargo, aportó novedades. De entrada, los 17.500 metros cuadrados de nuevos espacios públicos que se generarán con este proyecto y los cinco años en los que está previsto que la primera fase se convierta en una realidad.
«Hoy comienza un antes y un después para Maliaño y Muriedas y, por ende para todos los ciudadanos», expresó ayer la alcaldesa, Esther Bolado, que presidió la mesa junto al jefe del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), María Luisa Domínguez, y la directora general de Planificación de Proyectos de esta institución, Montserrat Rallo.
El acto de presentación del proyecto más ambicioso del municipio –unos 12 millones de euros– y más importante de la legislatura que acaba y la que está por llegar, sirvió para dejar atado el compromiso tanto por parte de la regidora como de la presidenta de ADIF de que para 2028 ya estarán ejecutadas las obras de la primera fase de este proyecto. Eso sí, teniendo en cuenta que el convenio, que supone el verdadero pistoletazo de salida de las obras, está aún por firmar entre el Gobierno de Cantabria, Adif y el Ayuntamiento.
Sonaba la versión de una de las canciones más conocidas de Adele ('Rolling in the Deep') por el hilo musical del salón de actos de La Vidriera, cuando todavía faltaban minutos para dar comienzo al acto. La melodía acompañaba la espera de quienes ya contaban los segundos sentados en sus butacas y quienes todavía buscaban su sitio. Había expectación y por eso, el acto se llenó de vecinos, principales interesados en conocer cómo sería el futuro del epicentro neurálgico de su municipio. Miguel Ángel Revilla, Pablo Zuloaga, Esther Bolado y las directivas de Adif llegaron juntos a la sala. Con la puntualidad que precisa uno de los actos más relevantes de los últimos años en el municipio.
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Bolado fue la primera en intervenir y, después lo hizo Pablo Zuloaga, que comenzó su discurso felicitando a la regidora por partida doble: por haber luchado de manera «ardua» por este proyecto y por haber conseguido que los tribunales la hayan dado la razón por el caso de los pagos de la Junta Vecinal de Escobedo al club de fútbol local. «Es un proyecto completo e integrador que consigue unir las dos partes: la trama urbana y la unión entre barrios mejora y las zonas verdes, se amplían», expresó Zuloaga.
Las cuestiones técnicas fueron presentadas por Domínguez y Rallo, con infografías que ilustraban la transformación que sufrirá el casco urbano. También se dieron a conocer detalles de la futura transformación del casco urbano que integrará a Maliaño y Muriedas como la cubrición de un tramo de las calles Francisco Rivas y Julio de Pablo. «Se creará un parque potente, con espacio suficiente para hacer esa naturalidad y resolver la permeabilidad con cajones; se procederá a la eliminación de los muros y el ferrocarril dejará de ser protagonista con conexiones peatonales entre barrios y recorridos longitudinales y transversales», defendieron Domínguez y Rallo durante su exposición.
El proyecto plantea el cubrimiento de la línea Torrelavega-Santander en un tramo de 275 metros, además de unos 140 metros de las calles Francisco Rivas y Julio de Pablo, a través de dos estructuras que permitirán suprimir la barrera ferroviaria. La rasante de estos viales se rebajará en los tramos cubiertos, facilitando la integración urbana, minimizando la afección al Parque de Cros y manteniendo los accesos a los dos aparcamientos públicos existentes.
El cubrimiento en sí de las vías generará un nuevo espacio público de aproximadamente 17.500 metros cuadrados, que será accesible. Además, se urbanizará con mobiliario y dotaciones urbanas e integrará en el entorno mediante itinerarios peatonales aptos para personas con movilidad reducida. Ese nuevo espacio verde conectará con los parques de Cros y Lorenzo Cagigas.
Todas estas actuaciones serán compatibles con la futura duplicación de la línea ferroviaria, así como con el desarrollo urbanístico de la localidad, de acuerdo con el Plan Integral de Reforma Interior (PERI) Varona. Eso sí, la puesta en marcha de las obras depende del convenio que deberán rubricar el Gobierno de Cantabria, Adify el Ayuntamiento, sobre el que ya se está trabajando.
Tras el anuncio de la inversión de 1.250 millones que el Gobierno de España destinará a Cantabria dentro de su Plan de Cercanías, el acto de ayer favoreció que el presidente del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla, insistiera a Adifsobre lo que aún le queda pendiente, que es la adjudicación de dos tramos de alta velocidad –el de Osorno-Calahorra de Boedo y el que va de ahí a Alar del Rey– de la conexión con Madrid. «Que nos des una solución pronto...», dijo Revilla dirigiéndose a la presidenta de Adif, a quien sugirió si podía llevarlo a cabo «en el plazo de un mes». «No es tanto pedir», exclamó.
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