El Ministerio sube a 1.252 millones el Plan de Cercanías tras el escándalo de los trenes

«Todo lo incluido en el documento del 20 de febrero se va cumpliendo con pulcritud y vigor», celebraba desde la sede del Gobierno del Principado el consejero Javier López Marcano como representante de la delegación cántabra. El regionalista se refería a los acuerdos –lo que se dio en llamar como el Pacto de la Castellana– firmados entre la ministra Sánchez y los presidentes Revilla y Barbón en Madrid para compensar el agravio por la chapuza de los trenes que no entraban por los túneles.

En aquel documento se hablaba de muchas cosas. De la extensión de la gratuidad de los abonos de las redes cántabra y asturiana ya confirmada, de la concreción y revisión de los Planes de Cercanías que ayer se dieron a conocer... Y también del nombramiento de un alto comisionado, una figura de nueva creación, encargado de hacer seguimiento de todas las inversiones y realizar labores de interlocución directa con los dos gobiernos autonómicos.

El elegido es Antonio Berrios, un alto cargo de Adif con larga experiencia en las empresas públicas ferroviarias que hasta ahora ejercía como director de Gabinete, Desarrollo y Coordinación dentro de la Dirección General de Planificación, Estrategia y proyectos de Adif. Él fue uno de los protagonistas de un encuentro en el que el antiguo departamento de Fomento quiso mostrar una imagen de compromiso con Asturias y Cantabria. Desde Madrid no solo se desplazó a Oviedo el nuevo secretario de Estado, David Lucas, también el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores; la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, y por el presidente de Renfe, Raül Blanco. Toda la cúpula. Este último también recién llegado, consecuencia de otra dimisión por el caso de los trenes.

Sobre el contrato de los trenes versó la última de las novedades. Después de que los técnicos de la empresa de ingeniería CAF se desplazaran hace tres semanas a Santander para tomar medidas de las máquinas que ya circulan por la vía y que servirán de modelo, la construcción de las 21 máquinas que llegarán a la red de FEVE en Cantabria empezarán a montarse a finales de año. Las primeras estarán en funcionamiento a lo largo de 2026 y el resto se irán incorporando a medida que se concluya el proceso de ensamblaje.

«Nunca se habían diseñado unos planes tan ambiciosos, con la cantidad de acciones que se llevan a cabo. Muchas obras se están ejecutando, muchas se están licitando y muchas están en redacción», defendió Lucas. En alguna de esas fases están los 1.132 millones de euros (el 90% del total, aunque solo el 5%ya finalizado)que ya está movilizado en Cantabria en las tres líneas de Cercanías (la de ancho ibérico Santander- Reinosa y las de ancho métrico. Santander-Cabezón y Santander-Liérganes). Las actuaciones van desde las obras discretas de renovación de vía y catenaria hasta los trabajos más vistosos y relevantes, como son los soterramientos y proyectos de integración de Santander, Torrelavega y Camargo.

Marcano reconoció que se iba de la cita con sensaciones gratas, con un documento debajo del brazo que «no tiene nada que ver con el que en 2017 se llamó también Plan de Cercanías», en referencia al presentado por el exministro popular Íñigo de la Serna. «Aquel no tenía ni dotación presupuestaria. Era una carta a los Reyes Magos. Este genera mucha confianza», concluyó.

El secretario de Estado subrayó que en ambos casos (Asturias y Cantabria), los planes de Cercanías buscan mejorar la fiabilidad del servicio, aumentar su capacidad, aumentar la integración urbana e incrementar la oferta. El Ministerio divide las actuaciones en tres grupos según la materia sobre la que se actúa:renovación de material rodante (232 millones), estaciones (29 millones), duplicación y mejora de vías e infraestructuras (990 millones).

Y también, para el caso de las infraestructuras, que se lleva el mayor montante respecto al presupuesto total, hay otra división en función de los plazos que manejan Renfe y Adif para la ejecución de los trabajos. Lucas habló de actuaciones «a corto plazo», que tendrán que estar funcionando antes de 2025, y «a medio plazo», que se planean para el horizonte de 2028-2030.

El primero de los grupos suma 56 proyectos concretos por valor total de 421 millones de euros e incluye puntos como la duplicación de la vía de ancho ibérico entre Torrelavega y Guarnizo, la de ancho ibérico entre Astillero y Orejo o la creación de la nueva subestación de Requejada, todos ellos en ejecución. También otros en licitación como la vía auxiliar para el soterramiento de Torrelavega, con el proyecto aprobado como la cubrición de Camargo y la subestación de Virgen de la Peña y otros en redacción de proyecto como las pantallas acústica de la C1 (línea de Renfe) entre Santander y Torrelavega, la supresión del paso a nivel de Molledo y las renovaciones integrales de vía Cabezón-Santander y Santander-Hoz de Anero.

Las infraestrucutras a medio plazo son otras 34 acciones por 519 millones de euros. La lista es igual o más larga. Actualización de los túneles, nuevas subestaciones de Santander y Pesquera, rehabilitación de las infraestructuras en el tramo Mataporquera-Torrelavega, duplicación del Torrelavega-Puente San Miguel, segunda fase del soterramiento de Torrelavega, integración ferroviaria de Santander, supresión de un gran número de pasos a nivel...

De los 29 millones de euros que van para estaciones, una parte importante ya está ejecutada. Corresponde a la mejora de la accesibilidad en 11 estaciones, 9 actuaciones de recrecidos de andenes Adarzo, Casar de Periedo, Mar, Requejada, Astillero, Barreda, Valle Real, Maliaño y Solares y dos mejoras de la iluminación y marquesinas en Gornazo y Ontoria, además de la remodelación del edificio de Sierrapando.

A partir de ahora, se va a continuar ejecutando acciones encaminadas a itinerarios accesibles en estaciones, recrecido de andenes, señalización y mobiliario y un plan de «pintura, cubiertas y carpinterías».