La empresa cántabra teme que el cierre de Madrid dificulte tramitaciones o suministros

«Entendemos que el impacto será, más bien, manejable. Sin embargo, más que lo que va a ser, nosotros tenemos claro lo que no tiene que ser», reflexiona en primera instancia Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, que agrupa a buena parte de las empresas cántabras. Hay cierta incertidumbre, porque la incertidumbre es algo así como consustancial a la crisis sanitaria, pero Conde confía en que el impacto sobre Cantabria del cierre de la capital va a ser «manejable».

Conde confía en que la nueva situación no dificulte dos pasos, dos necesidades de las empresas cántabras: por un lado, la gestión burocrática, y, por otro, los suministros. El presidente de CEOE recuerda que en Madrid, como gran sede ministerial, se tramitan cuestiones que afectan al día a día de las empresas cántabras -y de la industria de cualquier otro punto del estado-; y recuerda, además, que esta situación ya la han padecido las empresas durante los meses de pandemia y desconfinamiento: «Ya hemos sufrido esa falta de diligencia».

Por tanto, Conde entiende que lo que ocurra en Madrid puede dejar huella en el funcionamiento de las empresas cántabras, «en su modus operandi», quizá retrasando algunas gestiones. Desea que esto no ocurra. Seguirán de cerca las consecuencias en el sector servicios, en el de la restauración; las consecuencias en las filiales o en los empleos indirectos que pueda ocasionar el parón de las empresas ubicadas en Madrid. CEOE-Cepyme Cantabria, por tanto, tiene ahora puestas las miras en que las tramitaciones relacionadas con los ministerios sean fluidas, y que no haya problemas en el ámbito de los suministros.

Más allá de la crisis sanitaria, CEOE-Cepyme apuesta por que Cantabria cambie su modelo productivo para ser competitiva, para posicionarse. Conde, que en 2019 se impuso en las elecciones de la CEOE y sustituyó al frente de la organización empresarial a Lorenzo Vidal de la Peña, incide en que es una idea que la patronal ha puesto sobre la mesa hace tiempo. «El tejido empresarial cántabro ha de cambiar. Antes de que la crisis sanitaria, ya avisamos de que el sector industrial estaba sufriendo mucho, y ahora, es esta situación, entendemos que tenemos que hacer una transformación del sector productivo», indica Enrique Conde. De no hacerse, augura, el sufrimiento será mayor.

La idea de la patronal es que Cantabria, más allá de atender a cuestiones transversales, como «la digitalización», tiene que cambiar su modelo económico. «CEOE está convencida de que, de manera genérica, hay que darle una vuelta a esta región. Y, tal vez, hay sectores que van a sufrir mucho si no nos ponemos las pilas, como el sector de la automoción», entiende Conde, que añade que hay que desarrollar e impulsar, además, el sector agroalimentario.

El pasado jueves, la CEOE volvió a insistir en la necesidad de cambiar el modelo productivo local, al mismo tiempo que aprobó el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales para prorrogar los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE).

Conde y su equipo agradecen que se recondujeran las negociaciones y no quedasen fuera de los expedientes sectores como hostelería o el comercio. «Lógicamente existe mucha incertidumbre. Administración, empresas y trabajadores ponerse al servicio de los ciudadanos. Es el momento de trabajar todos juntos».