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Carmen Fariñas es una de las grandes expertas en Enfermedades Infecciosas de Valdecilla, especialidad que lidera desde 1990, y forma parte del comité que gestiona la crisis del coronavirus en la sanidad cántabra. Habla con cautela de la evolución de la epidemia, porque «lo que ... hoy estamos comentando mañana o incluso hoy mismo puede cambiar».
-¿Cuál es en realidad la situación a la que nos enfrentamos?
-Hace algún tiempo ya la Organización Mundial de la Salud decía que probablemente nos enfrentábamos a una emergencia sanitaria y a la amenaza de una pandemia. Hoy la emergencia es una realidad y la pandemia, según vaya afectando a más países, se declarará en un tiempo no muy lejano.
-¿Qué diferencia al Covid-19 de otros virus que han causado otras epidemias a nivel mundial?
-La mayoría son virus respiratorios que pueden causar una infección muy leve y producen síntomas parecidos (fiebre, tos, problemas para respirar...). En un pequeño porcentaje estos cuadros pueden complicarse de forma grave, como una neumonía, que puede producir el fallecimiento, sobre todo en pacientes con otras enfermedades asociadas. Sin embargo, la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine ha publicado que Covid-19 tiene particularidades en relación con otros virus ya conocidos.
-¿Qué particularidades?
-Covid-19 se diferencia de la gripe estacional (H1N1) o de otros coronavirus, como el SARS o el MERS, en que se transmite más, la mortalidad que causa se produce más en pacientes con enfermedades previas, y el periodo de incubación es algo mayor. No obstante, estos datos pueden cambiar a medida que se infecta más población. Cada día aprendemos un poco más de Covid-19 según avanzan las investigaciones.
-¿Qué diferencia hay con respecto a la pandemia de gripe A?
-Podríamos decir que se comporta de forma parecida a la gripe pandémica, pero con una diferencia importante, que este virus se está encontrando con una población que no tiene anticuerpos porque nunca ha estado expuesta a este coronavirus.
-¿Con qué otra situación es comparable la crisis del coronavirus?
-Es difícil compararla con situaciones previas, porque la sociedad ha cambiado mucho en los últimos años. Nada comparable, por ejemplo, a cómo actuábamos en redes sociales en 2009 cuando tuvo lugar la pandemia de gripe A. Los profesionales lo vivimos parecido, pero la repercusión mediática ahora es mucho mayor.
-Se han tomado medidas drásticas e infrecuentes en una crisis sanitaria, ¿están justificadas?
-Están totalmente justificadas, hay que contener todo lo que podamos la expansión del virus, porque ello nos da tiempo a que avancen las investigaciones en vacunas y en tratamientos, y también para que nuestro sistema sanitario vaya adaptándose a las necesidades de los pacientes.
-¿Se inclina por el argumento de quienes dicen que hay que estar tranquilos 'porque es como una gripe' o por los que insisten en que hay motivos de sobra para estar preocupados?
-No podemos ser alarmistas si tenemos en cuenta que más del 80% de los pacientes, según las estadísticas actuales, presentan una infección leve. No obstante, debemos ser cautos en pronósticos y es muy importante que todos sigamos las medidas de prevención, como lavado de manos frecuente y cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo que se tirará inmediatamente al toser o estornudar. Y tener especial cuidado con las personas mayores o aquellas con las defensas bajas.
-¿Covid-19 llega para quedarse?
-No sabemos, y todas las predicciones que hagamos serán meramente especulativas. Lo que sabemos sobre Covid-19 es que, debido a la falta de inmunidad, va a infectar a mucha gente. Dicen los virólogos que hay una diferencia fundamental con la gripe, y es que los coronavirus no cambian tanto cada año y que son capaces de reinventarse a partir de un reservorio animal de forma periódica.
-¿Puede haber gente infectada por coronavirus sin saberlo?
-Se han descrito casos de personas que no pasan la enfermedad o lo hacen sin enterarse y pueden transmitir la infección. A veces, los síntomas son muy leves (una tos, un estornudo y sin fiebre) y es casi imposible pensar en una infección por coronavirus si no se ha estado en contacto con algún paciente que lo haya tenido o venga de una zona donde hay un foco. No obstante, si se sabe que los enfermos tienen más capacidad para contagiar que los pacientes asintomáticos.
-Hay expertos que dicen que el virus afectará al 80% de la población mundial. ¿Qué opina?
-Todo pronóstico que pueda hacer ahora, sin lugar a duda, será erróneo. Es una epidemia viva y eso hace que puedan cambiar continuamente las predicciones.
-¿Hasta cuándo seguirá subiendo la curva de la epidemia?
-No se sabe, se ha hablado que, como pasa con otros virus respiratorios, quizás su transmisión pueda disminuir con la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas y que volvería a aumentar en invierno como la gripe. Pero hay otras teorías que preconizan que el Covid-19 se transformará en una infección constante hasta que la mayoría de la población esté infectada.
-¿Tenemos alguna buena noticia contra el coronavirus?
-Claro que sí: sabemos quién la produce, cada vez hay métodos más rápidos para detectar la infección; como he mencionado el 80% de los casos son leves, las personas se curan; el virus se inactiva fácilmente con el lavado de manos o desinfectando las superficies con soluciones como la lejía, y las investigaciones en prevención y tratamiento están muy avanzadas.
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Ana Rosa García
Icíar Ochoa de Olano
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