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A los niños de Infantil en los colegios de Cantabria les enseñan en los cursillos de primeros auxilios que lo más importante ante una emergencia es dar el aviso al 112. Para que lo interioricen mejor, les ayudan a memorizar el número con un sencillo ... juego: primero les señalan la boca (1), luego la nariz (1) y a continuación los ojos (2). Así les resultará más fácil marcarlo. El resto de la población no lo necesita, porque el servicio telefónico del Servicio de Emergencias del Gobierno regional está totalmente asimilado 24 años después de su entrada en vigor. El 10 de mayo de 1999 descolgaron el auricular por primera vez. Aunque no hay registros, sí recuerdan que fue «una equivocación, un error», algo muy habitual en aquellos primeros tiempos.
Todo ha cambiado mucho desde entonces. Ahora se reciben de media unas 757 llamadas diarias. En los inicios, fueron esporádicas. De aquella época aún quedan dos agentes de sala en activo. «Al principio fue un poco caos. Entraban llamadas por error, otros se equivocaban», explican desde el 112. «Luego, comenzaron las llamadas que nosotros apodamos 'maliciosas'. Son aquellas que se hacían para gastar bromas o para inducir a errores. Afortunadamente, se puede decir que están prácticamente erradicadas», señalan.
La antigua sede del Gobierno de Cantabria en Santander, en Puertochico, donde ahora se construye el Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac), acogió la primera sede. Una sala pequeña en la que trabajaban cinco personas más un jefe. Tampoco disponían de las posibilidades tecnológicas de ahora. Los ordenadores no eran tan potentes e incluso el uso de internet no estaba tan desarrollado. Tenían mapas de papel para localizar donde estaban las incidencias. Nada de geolocalización por satélite como ahora. Así que si se producía un accidente al inicio de la CA-712, el agente no tenía más remedio que encontrar en el mapa el vial que comunica la localidad de Molledo con la de Silió.
Curioso fue lo que les pasó las primeras Navidades. Las previsiones apocalípticas de que el cambio de milenio provocaría un desastre informático a nivel mundial hizo que todos los trabajadores, jefes e informáticos se tuviesen que comer las uvas en la sala del Centro. Afortunadamente, todo quedó en una anécdota, pues no se registraron más incidencias de las habituales en una noche de fin de año. Tiempo después, en 2005, tuvieron que hacer las maletas para cambiar de ubicación. El servicio se trasladó a la antigua Clínica de Maternidad, en la calle General Dávila de la capital, que ahora ocupa el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass). Luego, en 2008, otra mudanza, esta vez a la sede actual en el polígono de Nueva Montaña. Ahora esperan para mudarse al que parece que será su destino final: un edificio propiedad del Gobierno en el santanderino barrio de Cazoña.
Desde aquel 10 de mayo de 1999, las cifras y el alcance del 112 no han parado de crecer. Sólo el año pasado atendieron 276.509 llamadas, de las que más de la mitad, 144.858, el 52,38%, fueron de emergencias -alrededor de 397 diarias-. Para festejar este vigésimo cuarto aniversario, la consejera de Presidencia, Paula Fernández, de la que depende el servicio, visitó ayer la sede de Nueva Montaña para «felicitar» a todos los trabajadores.
Además, en su comparecencia anunció que habrá «refuerzos» ante un verano que se prevé «complicado». Cantabria lleva un par de años encadenando cifras históricas de turismo, que podrían verse superadas este por los efectos del calor que se prevé en el resto del país. Tomando como referencia la última campaña estival, los incidentes que llegaron al 112 aumentaron un 29,8%, lo que derivó en un mayor número de intervenciones. Y en la zona litoral, sobre todo en los municipios con playa, crecieron un 78,7%.
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