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Hechos históricos, monumentos, lugares, decretos, legislación, deportes, flora, fauna... Y un largo etcétera. El listado podría alargarse mucho más: «Hay sellos de todo lo que uno se pueda imaginar», cuenta Francisco Javier Montes, dueño de la tienda Filatelia Cantabria, ubicada en la calle Santa Lucía ... de Santander, la más antigua de la región «y la única» que permanece abierta actualmente. Para él, las estampillas han estado presentes en su día a día «desde pequeño». Por casa iba a gatas a la par que pegaba sellos en las cartas de racionamiento. Se entretenía con los timbres repetidos que le daba su padre, quien en 1971 abrió el establecimiento que hoy regenta él. Y así esos trozos de papel han formado parte de su vida, al igual que de la historia, porque las estampillas que acompañan el correo son un reflejo de la cultura y de los hechos históricos que ha atravesado cada país a lo largo de los años.
La importancia de los sellos es reconocida hasta el punto de que tienen su propio día en el calendario. En concreto, se conmemora mañana 7 de enero. En ese camino incluso la filatelia (afición a coleccionar) «ha sido declarada ciencia auxiliar de la historia». Lo cuentan todo y son incluso un reflejo de cambios sociales. No obstante, más allá de ese interés histórico, ¿Es una afición en declive? «Sigue existiendo, pero menos que antes», reconoce Montes. Ha pasado el tiempo y ahora, cinco décadas después de su apertura, mantiene un goteo de visitas. Muchas de ellas de esa clientela más o menos habitual.
La afición continúa. El problema actual es, sobre todo, que los sellos ya no forman parte del día a día de la gente. Por eso la filatelia pierde fuerza. Un cambio que no se percibe en el caso de las monedas. Es más, pasa justo lo contrario. «Los países hacen cada año algunas conmemorativas de 2 euros. Y al ser algo que la gente maneja pues también hay jóvenes que se aficionan», explica el experto. Sin embargo los sellos son casi desconocidos para muchos. Y eso que los hay de todos los temas: desde Olimpiadas a películas de Disney e incluso de Star Wars, entre otros.
A pesar de la tendencia, Montes insiste en que se mantendrá porque los Estados seguirán emitiendo estampillas al ser «una fuente importante de ingresos que, además, están hechos para prestar un servicio en la correspondencia». Sobre el valor de los sellos, depende. Es como el mercado de cualquier otro producto: «A menos existencias, más rareza y más demanda, el precio sube». Aunque parezca complicado, quien quiera empezar ahora, también puede. Incluso elegir el tema: «Aquí encuentra de todo», repite Montes.
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