El PP estudia sancionar a Vidal de la Peña por reclamar el relevo de Buruaga

Unas declaraciones «sorprendentes» para la dirección de los populares, que echan en cara a su compañero que nunca se ha manifestado en ese sentido en los órganos internos y recuerdan que todo aquel que quiera presentarse para asumir las riendas del partido tendrá la oportunidad cuando se convoque el proceso de primarias, que podrían retrasarse hasta el mes de enero.

«Se representa a sí mismo, no representa a nadie. Son opiniones que corresponden a su ámbito más personal», apuntó la secretaria general del PP regional, María José González Revuelta, que en ausencia de la jefa de filas se encargó de tratar de restar relevancia a este episodio y de destacar que en ningún caso las palabras del empresario representan el sentir de la militancia. La visión de Vidal de la Peña es justamente la contraria. A su entender y a tenor del gran número de mensajes de apoyos recibidos, es un «clamor» entre los afiliados la falta de proyecto político del partido y la necesidad de dar pasos cuanto antes para crear una alternativa al Gobierno de regionalistas y socialistas de cara a la cita con las urnas de mayo de 2023.

En cualquier caso, aunque considere que la voz del exresponsable de la patronal -dimitió en febrero de 2019 para empezar su andadura política de la mano de los conservadores- apenas tiene eco entre los cerca de 14.000 militantes que votarán en el congreso, el equipo de la presidenta regional del PP no descarta medidas disciplinarias contra él. La intención es enviar estos hechos al Comité de Derechos y Garantías para que estudie si cabe la posibilidad, de acuerdo a los estatutos del partido, de abrir un expediente disciplinario contra el firmante de la tribuna.

Será un proceso lento. El órgano encargado de analizar el caso, que tuvo una actividad frenética como consecuencia del cisma que generó la salida del poder de Ignacio Diego tras perder el anterior proceso interno, no se reunirá hasta el mes de septiembre. A partir de ese momento, los plazos para llegar a una resolución son una incógnita.

«Si alguien considera que hay que abrirme un expediente por dar mi opinión sin meterme con nadie me confirma aún más que tenía toda la razón para pronunciarme en este sentido», considera el protagonista, que no comprende por qué en las organizaciones políticas hay «tanto miedo» a hablar de estos temas en público y manifestarse en contra del rumbo tomado cuando se considera que no es el correcto.

Aunque la sintonía entre Vidal de la Peña y Sáenz de Buruaga es nula desde casi el inicio de la legislatura, la dirección popular insistía ayer en su asombro. Sobre todo porque la persona que está hoy al frente de la formación es la misma que ya estaba cuando el empresario decidió concurrir a las elecciones bajo las siglas del PP. «No sabemos para él qué ha cambiado y a qué corresponde esta tribuna. Quizás a unas expectativas personales que han sido frustradas», remarcaba González Revuelta.

En este sentido, Vidal de la Peña defiende que no ha cambiado su forma de pensar, pero que se ha sentido defraudado por la falta de ambición del partido: «Sinceramente, yo me esperaba otra cosa. Desde que estuve en la CEOE ha abogado por un proyecto para Cantabria. Por eso di el paso, no para mantenerme en un sillón».

El alejamiento político entre Buruaga y el empresario, más cercano a la corriente crítica que tiene como uno de sus principales referencias al diputado nacional Diego Movellán, se ha puesto de manifiesto también en el Parlamento. De la Peña inició la legislatura sentado junto a su jefa de filas. Desde entonces, ha sido desplazado por varios de sus compañeros.