Europa permite desde hoy el control del lobo, pero el Ministerio sigue sin ceder

El Gobierno de Pedro Sánchez se mantiene firme en su posición de prohibir la caza como método de control para rebajar los ataques al ganado. No tiene intención de dar marcha atrás y sacar al lobo del listado de especies protegidas (Lestre), donde se encuentra desde verano de 2021. En ese momento, Cantabria y otras comunidades loberas del norte de la península Ibérica tuvieron que paralizar las extracciones y comenzaron una batalla legal que, al menos hasta ahora, no les ha dado resultados.

Técnicamente, lo que han hecho los socios europeos es cambiar la categoría de este animal. Hasta ayer, el lobo tenía la catalogación de «especie estrictamente protegida» al considerar que se encontraba «altamente amenazada» en distintas regionales, por lo que estaban prohibidas «todas las formas de captura, retención y matanzas deliberadas», así como la destrucción deliberada de lugares de reproducción o descanso. Desde hoy, pasa del anexo II al III, el de las especies «con protección regulada» al constatar que existen países en las que su situación ha dejado de ser crítica, a tenor de distintos estudios de población que se han puesto sobre la mesa. Los estados pueden permitir ya extracciones, pero no la caza indiscriminada ni práctica que puedan provocar «la desaparición o graves perturbaciones de la especie».

En este nuevo escenario, el Convenio de Berna sí permite la gestión de la especie bajo regulación nacional. Pero que esté permitido no quiere decir que sea obligatorio. Por eso, a pesar de que la pertenencia a este grupo comunitario vincula a todos sus miembros, España no está incumpliendo el acuerdo en relación del lobo. Quizás sí lo estaba incumpliendo hasta 2021, cuando permitía las extracciones pese a que el lobo estaba especialmente protegido por el Convenio de Berna desde 1997. De hecho, además de las presiones de los grupos animalistas y proteccionistas, la adaptación de las normas españolas a las comunitarias fue una de las razones que alegó el Ministerio para la Transición Ecológica para prohibir la caza en toda España en 2021.

Se hizo durante la etapa de Teresa Ribera en el departamento. A la exvicepresidenta segunda la señalaron desde el Gobierno de Cantabria –el entonces presidente Revilla y su consejero de Medio Rural, Guillermo Blanco– como la gran enemiga de los ganaderos de la comunidad autónoma. Ganaderos que desde entonces han visto cómo crecen año a año los ataques.

Ahora, con Sara Aagesen en el Ministerio tras el salto de Ribera a la Comisión Europea, la postura no ha cambiado mucho. La nueva responsable de las políticas medioambientales de España no ha dado un 'no' rotundo a la salida del lobo del Lespre, pero considera que este no es un asunto urgente. ¿Cuándo revisará España su posición? En teoría, este mismo año, cuando las autonomías remitan todos los informes poblacionales. Cantabria ya lo ha hecho. Y también ha enviado una solicitud para extraer, de forma extraordinaria y aludiendo a una de las excepciones que contempla la norma, dos animales por el gran número de ataques que están causando.

En paralelo, el PP también trata en el Senado de sacar el lobo del Lespre. Lo hace con una fórmula imaginativa:con una enmienda a la Ley de Desperdicio Alimentario en la que pide rebajar su protección.