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Fotos:Javier Cotera / Vídeo: Héctor Díaz

Un remite desde lo más hondo

La exposición filatélica Exfilna arranca con el primer matasellado de la historia bajo el agua

Álvaro Machín

Santander

Miércoles, 6 de noviembre 2019

Los entendidos se unirían con gusto a la discusión que tres miembros del jurado mantenían a primera hora en torno a una colección sobre la historia postal de Figueras. Otros, los simples curiosos, se quedarían, por ejemplo, con la carta enviada desde el vapor 'Santander' a un vecino de Valmaseda en 1868. Lleva dos sellos, en principio, idénticos. Pero no. Uno es auténtico y el otro, un falso postal. «Rarísima combinación de la que sólo existen dos ejemplares», añade el coleccionista junto al sobre. Eso, lo rarísimo, lo anecdótico, aquí se premia. Tal vez por ese motivo los organizadores de la Exfilna, la exposición filatélica más importante de España –que recala en Santander hasta el domingo–, buscaron el triple salto mortal para la inauguración. Algo nunca visto. Ponerle el primer matasello a un nuevo modelo bajo el agua. En concreto, la del tanque del Museo Marítimo del Cantábrico. Tinta y sellos junto a mantas, meros, lubinas, congrios... Por haber, hasta políticos. Sí. El buzo que estampó el matasellos fue el vicepresidente, Pablo Zuloaga.

«Hemos probado con siete tintas diferentes», comentaba un alto cargo de Correos durante la operación, que duró un par de minutos. Sumergirse, sacar de la bolsa la hoja bloque que contenía el sello y el matasellos de un bote con tapa a rosca, y estampar. Una pequeña oficina de Correos bajo el mar. Luego, para mostrar que todo estaba en orden, los buzos (otro de los protagonistas fue el director del Museo, Gerardo García Castrillo) subieron a la planta en la que está el gran esqueleto de la ballena para enseñar el papel con la marca. Todo en orden.

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En ver los trescientos paneles con las colecciones que se exponen en dos zonas de la Biblioteca Central (la plaza del vestíbulo y la sala de exposiciones) se tarda algo más. Ayer, los jueces ya estaban haciendo su trabajo desde el primer momento. Porque es una muestra para ver, pero también es el campeonato de España para los filatélicos. Una competición. Mueve público. Los organizadores dicen que unas cinco mil personas. Invitan, además, a dos países en cada edición. A Cantabria han llegado, por este motivo, coleccionistas de la República Checa y de Alemania. Aquí la clave es pasear y abrir bien los ojos.

'¡Cuidado! La vida es frágil. La eterna lucha del ser humano frente a la enfermedad'. Es el título de la colección de Rafael Acuña. Ahora que se habla tanto del asunto están también las 'Emisiones de Francisco Franco 1939/1954', con su cara por todas partes en los sellos de la época (recopilados por Francisco Aracil). Hay emisiones falsificadas, cartas del periodo 'scout checo' o una colección dedicada al 'primer sello de España'. «Emisión del primero de enero de 1850. Sello de seis cuartos negro», puede leerse junto a un matasellos estampado en Reinosa el primer día de ese año. Y más. La música en España, el desarrollo del buque de vapor, del helicóptero, los viajes de Colón...

Paseando

En el panel interactivo instalado allí por la Real Casa de la Moneda se aprende, por ejemplo, que los últimos sistemas de seguridad en las monedas –el de la imagen latente cuádruple– se basan en superficies de pequeñas pirámides con cuatro caras que ofrecen imágenes distintas en función de la posición. Todo muy curioso. Como la colección 'Gagarin in a skirt', con el rostro del cosmonauta soviético en sellos de medio mundo –ojo a los coreanos– o el papel timbrado para el «manuscrito de declaración de soltería bajo juramento de un soldado del Regimiento Dragones para poder casarse en la ciudad de Palma de Mallorca».

Arriba un visitante en la exposición y abajo Zuloaga y García Castrillo al sumergirse en el tanque Javier Cotera
Imagen principal - Arriba un visitante en la exposición y abajo Zuloaga y García Castrillo al sumergirse en el tanque
Imagen secundaria 1 - Arriba un visitante en la exposición y abajo Zuloaga y García Castrillo al sumergirse en el tanque
Imagen secundaria 2 - Arriba un visitante en la exposición y abajo Zuloaga y García Castrillo al sumergirse en el tanque

El toque más cántabro de la muestra está, en todo caso, en la carpa instalada en la Plaza Porticada. Allí puede uno detenerse en los 65 sellos dedicados por Correos a aspectos vinculados con la comunidad autónoma. Desde el Milenario de Castilla (1944) a uno de los emitidos expresamente con motivo de la Exfilna, el del Palacio de La Magdalena (a este es al que pusieron el matasellos bajo el agua –la otra novedad es uno con motivo de las Guerras Cántabras–). Por el medio, Altamira, el juego de los bolos, Juan de la Cosa, Seve Ballesteros o el dedicado al centenario de El Diario Montañés, entre otros.

Paneles explicativos, juegos, espacios de las asociaciones que organizan la cita o de expertos en filatelia y hasta uno dedicado a las denominaciones de origen de Cantabria. Es lo que hay en los cuatrocientos metros cuadrados que se han habilitado en el centro de la ciudad.

«Para que Santander, que mira al mar –decían ayer los organizadores–, pueda mirar también estos días los sellos».

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