El extraño caso de la ruta aérea a Alicante

Conviene ubicarse. Ryanair se hizo con el contrato de promoción de la ruta en el reciente concurso de las conexiones nacionales (o sea, que cobra por ello y debe garantizar un número mínimo de operaciones). Es más, la compañía lo vendió como una de sus novedades en la programación del aeropuerto con motivo de la llegada de su pasajero diez millones en Cantabria. Y lo es. El año pasado los viajes a Alicante se hicieron a través de Vueling. Hasta ahí, correcto.

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El problema es que desde primeros de marzo, al entrar en la web, la oferta de vuelos presentaba «errores ilógicos» –lo denunciaro desde la asociación de Amigos de Parayas–. Y así siguieron durante varias semanas. Tanto, que la pasada –como comprobó El Diario– sólo era posible comprar billetes para algunos miércoles y domingos sueltos del mes de junio. Y así, sin que aparentemente nadie se diera cuenta del error, llegó la fecha del primer vuelo previsto: el domingo.

El lunes este periódico se puso en contacto con el Gobierno de Cantabria y con la compañía. En torno a las nueve de la mañana. Pasadas las once, los vuelos ya estaban cargados correctamente cada miércoles y domingo de los próximos meses.

Según Ryanair, «debido a una actualización de horario rutinaria», los vuelos «no estuvieron disponibles temporalmente para reservar durante un periodo breve». «Sin embargo, ahora puede ver nuestro horario completo de Santander en Ryanair.com».