La familia desalojada en Guarnizo okupa ahora el piso de al lado

Todo el esfuerzo del martes, por el que se organizó un amplio dispositivo policial para efectuar el desalojo, ha resultado inútil y ahora la situación obliga a comenzar otra vez desde cero:notificación de la nueva okupación, denuncia, proceso, orden de desalojo y ejecución. Pueden transcurrir semanas o meses hasta que llegue la solución;yentre tanto, el edificio continúa en condiciones deplorables, «con un peligro inminente de que haya un accidente», informan desde el Ayuntamiento de El Astillero.

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José Carlos Rojo

Hace semanas que peritos municipales elaboraron un informe que advertía precisamente sobre esto porque son varios los pisos de ese edificio los que están ocupados de forma ilegal. El juez ordenó cortar la luz y el agua de todo el bloque de viviendas –80 en total–. Muchos habitantes lo han abandonado desde entonces,pero otros se han atrincherado y es muy difícil desalojarlos. «Están utilizando generadores eléctricos y con eso van tirando», cuentan los vecinos de los alrededores. Los mismos que se quejan de que desde que comenzaron a okupar estos pisos la convivencia en el barrio es penosa.

La Policía Local interviene en la zona casi a diario porque se suceden las riñas, las peleas, las amenazas a los demás residentes, la basura copa la calle y el escándalo no cesa ni a altas horas de la madrugada. Desde el Consistorio, el alcalde, Javier Fernández Soberón, se ha declarado «decidido a acabar con este problema, para que el barrio vuelva a ser un lugar tranquilo, como lo era antes». Así, en el último mes se han desalojado cuatro pisos en ese bloque,pero si todos repiten la operación de esta última familia, será el cuento de nunca acabar.

Ahora la pelota está en el tejado de la Sareb, desde donde se informa de que «todas las ocupaciones ilegales de este inmueble están denunciadas;aunque cada caso es particular y lleva sus tiempos». El objetivo último es lograr la rúbrica del expediente de disciplina urbanística, documento que debe autorizar el Ayuntamiento y que obligaría a «vaciar todo el edificio de una sola vez» para acometer las obras de reacondicionamiento de una infraestructura afectada por importantes destrozos y actos de vandalismo. «Sería la solución para acabar con este problema de forma definitiva», aseguran desde la Sareb, que en todo este tiempo ha realojado a los inquilinos que estaban residiendo de manera legal.